JORNADA 21. El UD Almería Stadium, antes llamado Estadio de los Juegos Mediterráneos, era testigo en la tarde del domingo para cerrar la primera vuelta de Segunda división (y despedir el año 2024) del mismo duelo que puso fin a la nefasta temporada pasada tanto para los locales como para el Cádiz, un choque con ambos conjuntos descendidos ya de Primera que acabó con los gaditanos encajando una goleada ignominiosa.
Tras un inicio de curso parejo, por lo malo, el conjunto rojiblanco ha sabido adaptarse a la categoría, cambiar la dinámica y subir en la tabla como la espuma hasta colocarse primero, mientras el Cádiz trata todavía de escapar de abajo, ahora confiando en Gaizka Garitano y en defender sobre todas las cosas.
De cara a su tercer compromiso en el banquillo, el vasco señalaba que “tenemos que demostrar que tenemos que ir a todos los campos a ganar y que somos capaces. Tenemos ganas de hacer un partido muy bueno para dar la sorpresa y llevarnos los tres puntos. Lo importante, además del gol, es continuar con ese orden, equilibrio y la seguridad defensiva. Estamos yendo a más partido a partido y lo necesitamos para crecer ante el mejor equipo de la categoría de largo”; un Almería que conoce bien, ya que fue su técnico durante el primer tramo de la pasada campaña, y fue destituido tras no lograr ni una victoria.
Como once inicial, y con la tercera equipación en tonos azules dedicada a la banda de cornetas y tambores del Rosario, el Cádiz salía al campo con: David Gil, en portería; Iza, Matos, Chust y Fali (que acaba de ampliar su contrato hasta el 30 de junio de 2028), en defensa; Diakité y Álex Fernández, en el centro del campo, con Ontiveros por delante; y arriba Ocampo, Alejo y Roger Martí.
No pasaron muchos minutos del primer tiempo y ya era evidente qué equipo tiene hechuras y hoy está en lo más alto de Segunda, y quién se sabe inferior, y navega en un mar de no-juego confiando en que no acierte el rival. Así, en el 8 el Almería estaba a punto de hacer el primero, un remate de cabeza de Luis Suárez que salvaba con gran categoría el portero.
Se vivía una fase de partido con los locales atosigando aunque sin ocasiones y casi sin correr a un Cádiz pequeñito, hasta que rondando el minuto 24, un error en la media propiciaba un contragolpe peligroso de los gaditanos conducido por Brian que terminaba pasando a Ontiveros y la mandaba al lateral de la red. En la siguiente acción, un inédito Roger se autolesionaba y entraba Chris Ramos en la delantera.
Hasta el 37 no volvía el conjunto de Rubí a verse delante de la portería cadista, una volea de Luis Suárez que se marchaba desviada. El Almería, con más o menos ímpetu, trataba de irse arriba ante un Cádiz conforme con defenderse y que no pasara nada. Y con este panorama, de forma injusta (el fútbol es así, o esta cosa del fútbol moderno…), en el minuto 43, en otra de las contadas contras, Ocampo se escapaba y mandaba a Ontiveros para que batiera a Maximiano, estableciendo en el marcador un 0-1 insospechado, visto lo visto en la primera mitad, más tres de añadido con los de casa estupefactos.
¿CODO DE ÁLEX?
Con el juego ya reanudado, el Almería tardaba apenas dos minutos en meterle miedo a los de azul, con Luis Suárez entrando en el área como Pedro por su casa ante una defensa contemplativa. En la siguiente acción, Ocampo culminaba agotado una rápida contra iniciada por Ontiveros que le dejaba solo delante del portero. Se equilibraban los sustos en uno y otro lado.
Y llegaba la polémica: en el 56, una falta botada por los almerienses impactaba en la barrera y se iba a córner. Nadie vio ni protestó nada pero el árbitro de repente quiso su cuota de protagonismo y pitó penalti por un presunto codo de Álex. Sin acudir al monitor, tras horas sopesando y entre protestas cadistas, Cid Camacho se ratificó en su decisión y en el 60 Suárez marcaba el empate desde los once metros.
A raíz del varapalo, Garitano movía el banquillo para reforzar la retaguardia, sustituyendo a Brian Ocampo e Iván Alejo por Kovácevic y Carlos Fernández. El Almería se iba al ataque con descaro, y en el 68 un disparo lejano de Melamed lo rechazaba David Gil no sin dificultades. Para más inri, en el 72 Ontiveros era penalizado con la segunda cartulina amarilla por una falta sin más, y se iba a la calle.
La sensación de robo entre el cadismo iba agrandándose ante un arbitraje cuanto menos poco parcial. Y a tres del final (y de los seis minutos extra de descuento), Kouamé y Glauder entraban en el verde por Álex y Matos. Los almerienses asediaban más por insistencia que disparando a portería ante un rival en inferioridad metido prácticamente en su área, sin dejar hueco alguno, defendiendo casi por acumulación. Así, el 1-1 no se movería ya del electrónico.
Un puntito que vuelve a ser insuficiente clasificatoriamente para los de la Tacita, pero que tiene su mérito por el cómo se suma, frente a las adversidades arbitrales y ante una UD Almería líder en su mejor momento de la temporada.
Este decepcionante Cádiz llega al ecuador del campeonato y a las vacaciones navideñas con 23 puntos (a diez de la liguilla de ascenso y sólo dos sobre la zona de descenso), con cinco victorias, ocho empates y ocho derrotas, y 30 goles en contra y 24 a favor. Sin dudas, un gran suspenso que tocará enmendar a partir de enero, a la espera de salidas y llegadas invernales. DIARIO Bahía de Cádiz