Partido parejo en La Cerámica pese al resultado engañoso, 2-0. Los de Quique Setién jugaron con cierta comodidad al encontrarse en la primera mitad con el resultado muy a favor, aprovechando ciertos regalos gaditanos. Sin nada que perder, el Cádiz propuso en la segunda mitad y tuvo suficientes ocasiones para al menos empatar.
JORNADA 36. Tras el subidón del pasado viernes en el Nuevo Mirandilla, superando a un rival muy directo como el Valladolid, el Cádiz pisaba este miércoles el Estadio de la Cerámica con la complicada misión de rascar algo ante un rival, el Villarreal, que busca acercarse a puestos de Champions en esa recta final de LaLiga.
“Sabemos dónde vamos, sabemos qué equipo visitamos y vamos con ganas de llevarnos la victoria. Tenemos que focalizarnos a nosotros. Tenemos la primera oportunidad en Villarreal, vamos a ir a por ello”, aseveraba un optimista Sergio González en la previa de este choque, el antepenúltimo de la 2022/2023.
Los de la Tacita salían de inicio con Ledesma, bajo palos; Iza, Pacha, Luis Hernández y Meré, en defensa; San Emeterio y Escalante, en el centro del campo; Bongonda y Alejo, de extremos; y arriba, Sobrino y Sergi Guardiola, como hombres más adelantados.
Entraron bien los gaditanos en la primera mitad, y el belga-congoleño ya gozaba de una interesante ocasión tras buena jugada de Sobrino en el primer minuto, pero estaba atinado y despierto Pepe Reina. El propio Rubén Sobrino volvía a protagonizar una nueva acción de peligro con un disparo desde la frontal del área minutos después.
Sin embargo, en el 13 avisaba el Villarreal con un mano a mano aprovechando un error del Pacha Espino. Y en el 20, Nicolas Jackson agradecía otro desajuste defensivo para regatear a todo el que se encontraba y rematar a placer, haciendo el primero.
Los visitantes pudieron igualar poco antes del descanso cuando Alejo, tras sortear la entrada de un defensor en la frontal, lanzaba un disparo colocado. Sin embargo, era los castellonenses los que marcaban el 2-0, en el minuto 44, tanto de Trigueros que el árbitro anulaba tras ser chivado por el VAR por una falta previa sobre Iza Carcelén. Aunque la alegría duró poco: ya en el tiempo añadido, el Pacha volvía a fallar de forma infantil, entregando la pelota a un rival, y en ese contragolpe sin oposición Jackson hacía el segundo.
Ya en el segundo tiempo, Fede San Emeterio se quedaba en la caseta y entraba Alcaraz, dándole otro aire al juego cadista. Y buscando otros revulsivos, el juvenil De la Rosa entraba por Iza, y Negredo y Mwepu por Guardiola y Bongonda.
Quizá con el Villarreal ya confiando en su superioridad, el Cádiz iba adueñándose de la situación, no bajaba los brazos y competía, generando peligro, pero a sus limitaciones ofensivas se añadía un Pepe Reina inspirado. En el 75, Gonzalo Escalante estaba a punto de marcar tras un pase de lujo de Negredo, y cinco minutos después, también lo intentaba con un remate de cabeza. Pero sin dudas, la ocasión de este periodo la tenía Sobrino en el 87, fallando un gol imperdonable.
Cero puntos. Tocará vivir otro remate liguero agónico. El domingo, elecciones municipales y penúltima finalísima ante el Real Celta en el Nuevo Mirandilla.
Tras el choque, el entrenador del Cádiz hacía su balance de lo visto y de lo que queda por delante: “estábamos compitiendo bien y ese segundo gol sí nos ha hecho daño, nos ha machacado, nos hemos hecho un poco el harakiri. El resumen es que nos quedan dos finales, tenemos que olvidar estos regalos de hoy bastante evitables. El 2-0 ensombrece un poco el partido que hemos hecho, las ganas que hemos puesto. Hace cuatro meses hubiéramos firmado estar en esta situación a estas alturas, fuera de descenso”. DIARIO Bahía de Cádiz