Estos días se cumplen 44 años del primer ascenso a Primera división del Cádiz CF. Fue aquel sábado 5 de junio de 1977 cuando en un estadio Ramón de Carranza hasta la bandera se ganaba al Tarrasa (2-0, con goles de Villalba y Ortega) y se consolidaba el subcampeonato de Segunda, que certificaba el estreno amarillo la siguiente campaña en la máxima categoría del fútbol español.
Fundado en 1910, el equipo amarillo milita actualmente en la elite tras el regreso en la campaña 2019/2020 y mantener la categoría con suficiencia durante el último campeonato. En total, el equipo amarillo suma ya 14 temporadas en la ahora llamada por cosas del patrocinio LaLiga Santander.
Aquel ascenso es considerado el hito más importante de la historia del club gaditano conseguido hasta ese momento. Fueron muchos los homenajes que entonces se realizaron a la entidad presidida por Manuel de Diego y a la plantilla entrenada por Enrique Mateos; uno de ellos fue la colocación de placas de mármol en el estadio municipal, donde se buscaba inmortalizar aquella gesta deportiva.
Esas placas fueron retiradas de la antigua grada de Tribuna poco antes de que se derribara para levantarse el nuevo graderío. Y ahora el club ha decidido recuperarlas y este lunes ha celebrado un acto de recuerdo de aquel ascenso, en el que se han reubicado dichas placas conmemorativas: la primera es una réplica de la que estaba en la antigua galería del Carranza y la segunda una nueva en la que se detalla la directiva de la época.
Según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, durante la ceremonia Willy Doña hacía un amplio recorrido de lo que fue esa temporada 1976/1977 para el cadismo: “en la primera vuelta se estaba a cuatro puntos del ascenso. Una temporada en la que Carranza fue un templo inexpugnable. Ese día valía el empate, la gente estaba convencida del ascenso. Al final hubiera valido también la derrota, porque perdió el Oviedo”. Este periodista ya jubilado subrayó que “desde 1955 se buscaba y se soñaba con subir a Primera”.
Por su lado, el primer teniente de alcalde, Demetrio Quirós, en su intervención quiso hacer un paralelismo con el momento actual, esperando que “nunca más haya que celebrar un ascenso a Primera, porque será señal de que el equipo permanece por siempre en la máxima categoría”.
El actual presidente del Cádiz CF, Manuel Vizcaíno, a su vez, incidía en que en una de las placas “aparecen los dos mejores presidentes de la historia, Manuel de Diego y Manuel de Irigoyen”, por lo que considera que “este club seguirá rindiendo honores a su historia, y a todos aquellos que hicieron felices a los aficionados, como es nuestra labor ahora con el momento dulce que se vive en lo deportivo”. “Recordar y respetar nuestra historia es una de mis obsesiones desde que llegué aquí. El club, que tiene 110 años, tiene una historia potente”, apostillaba el sevillano.
Jugadores, técnicos y directivos de aquella temporada, junto con representantes de los ya desaparecidos, se hicieron una foto de familia para despedir el acto, en el que coincidieron numerosos veteranos de la época y también decampañas posteriores, como Manolín Bueno, Villalba, Mané, Julio Puig, Rosado, Paco Baena, Botubot, Escobar, Mejías o el que fuera entrenador Luis Escarti.