JORNADA 28. El estadio de la Cerámica, conocido en el pasado como El Madrigal, acogía en la tarde del domingo de la recién estrenada primavera un duelo imprevisible de submarinos amarillos: entre un conjunto que no quiere perder la estela de posiciones europeas y otro que persiste en seguir relativamente alejado de la zona de descenso.
“El Villarreal nos va a meter más atrás de lo que nos gustaría. Tenemos que robar y no esperar a que la pierdan ellos. Ahí va a estar el partido”, pronosticaba Álvaro Cervera en la previa de un choque para el que recuperaba a Iza Carcelén. Así, el once inicial del Cádiz lo conformaron: Conan Ledesma, en la portería; Iza, Espino, Cala y Fali, en defensa; Jose Mari y Jonsson en el centro del campo; Salvi y Alex Fernández tirados a los costados, y arriba, Sobrino y Negredo.
Y no habían transcurridos ni tres minutos y el panorama se ponía doblemente complicado para los gaditanos. El VAR obligaba al árbitro a ver y pitar un penalti por manos raras de Jonsson (a un balón que además iba a las nubes) y Gerard Moreno no fallaba desde los once metros. Tercer partido consecutivo con pena máxima en contra… como dato. Al técnico visitante se le venía abajo prematuramente su plan de aguantar, esperar, cansar al rival, y con suerte, sorprender.
Con el gol en contra, el guion se mantenía sin cambios, con los castellonenses llevando la iniciativa a su antojo y además, sin urgencias, ante un Cádiz parapetado atrás. Aunque en el primer acercamiento puntual, el mismo danés marcaba de cabeza culminando una interesante jugada, mas el empate era anulado de inmediato por fuera de juego claro de Sobrino.
El choque se igualaba mínimamente, o al menos los de azul trataban de jugar también, exponiéndose en contadas embestidas pero interesantes y evidenciando la fragilidad atrás del Villarreal; en una de ellas, en el minuto 21, Pacha centraba y el remate de Salvi Sánchez aguaba una buena ocasión. Mientras, los de casa se acercaban al área de Ledesma casi cuando querían ante una defensa con dudas, y ahí se sucedían las acciones, casi goles, de Chikwueze, Trigueros o Bacca.
Se abría todo en la recta final, y en el 43, volvía a asustar el Cádiz, que de momento no le perdía la cara al partido, con un cabezazo de Álvaro Negredo asistido por el sanluqueño. Y a las duchas.
Insistente regresaba al verde el conjunto de Unai Emery, buscando el segundo sin apenas dejar tomar aire a los gaditanos. En el 48 se le anulaba por fuera de juego un tanto a Bacca que remataba un centro perfecto de Estupiñán; en el 53, Conan sacaba una buena mano para desviar la pelota al travesaño; y en el 61, el portero desbarataba un mano a mano del colombiano… Y tanto va el cántaro a la fuente, que ese ansiado 2-0 terminó entrando en el minuto 67: una asistencia lejano a Gerard Moreno que dejaba la pelota para que marcara a placer Bacca.
Con este segundo varapalo, la sensación era de que el partido estaba finiquitado, sin embargo la reacción cadista –con Alberto Perea ya en el verde, por Jens Jonsson -, era inmediata y Álex Fernández acortaba distancias dos minutos después, aprovechando un rechace de Asenjo tras un disparo de Fali.
Volvía la emoción, y Ledesma abortaba una ocasión de Mario Gaspar; aunque en la siguiente, estaba punto de liarla con el balón en los pies… Alejo por Salvi y Jairo por Pacha Espino, fueron los cambios de Cervera persiguiendo el empate. Y en el 85 se incorporaban Pombo –que llevaba meses sin contar- y Malbasic por José Mari y Sobrino.
Se logró agobiar y meter en su campo a los de Unai, y precisamente el maño tuvo el 2-2 en el 95, pero su trallazo se fue por encima del larguero. Poco antes, el Cádiz reclamaba a la desesperada un penalti por un balón rebotado en el codo de Yeremi, que, qué raro, el árbitro no revisó.
No hubo suerte, y la expedición gaditana se viene de vacío –de nuevo en un partido condicionado desde muy pronto por el VAR- dejando incluso mejores sensaciones cuando necesitó atacar que a la hora de defender a un rival con pólvora arriba.
“Esto no va de merecimientos, no es a los puntos, es a los goles. Hemos estado mejor que otras veces, es verdad, pero esto se trata de sumar puntos”, evidenciaba Cervera en la rueda de prensa postpartido, muy indignado con el tema arbitral: “no sé cuántos penaltis llevamos seguidos, esto no es el fútbol que yo conozco, se pita cada cosa que yo no sé. Ninguno de los dos penaltis de hoy, para mí, lo es. Pero si se pita el primero, hay que pitar el segundo, o que me lo expliquen. Estoy cansado… Tenemos mala suerte cuando se revisa al VAR”. DIARIO Bahía de Cádiz
/ FOTOS: LaLiga