Casi dos meses después de detenerse el balón por la crisis sanitaria del coronavirus, la primera plantilla del líder de Segunda, el Cádiz CF (en paralelo a la mayoría de equipos del fútbol profesional en España), ha regresado a los entrenamientos, o a algo parecido.
Es el inicio de una nueva pretemporada de cara a afrontar una enrarecida y descafeinada recta final de la temporada 2019/2020, sin público en los estadios (¿qué es el fútbol sin aficionados?), que según los planes de la LaLiga que han desvelado algunos medios, se desarrollaría del 20 de junio al 26 de julio disputándose dos jornadas por semana.
Según los protocolos establecidos para permitir el regreso a los entrenamientos, a lo largo de esta semana la primera plantilla, técnicos y empleados del equipo amarillo se han sometido a las diferentes pruebas médicas. A aparte de los test del Covid-19 (nadie ha dado positivo, con la salvedad de Fali, que no se ha presentado y se niega a volver a jugar hasta que haya una vacuna), los jugadores han pasado pruebas de control médico. Al primer equipo se han sumado Juan Flere, Christian Arco, Sergio González y Moisés, del filial (para el Cádiz B, en Segunda B, sí ha acabado la competición).
Ya durante el sábado, por fin han vuelto a pisar las instalaciones de El Rosal. La ciudad deportiva cadista, en Puerto Real, ha tenido que someterse a un proceso de desinfección, siguiendo la especificaciones e indicaciones de LaLiga.
Los futbolistas están trabajando inicialmente en tres turnos, con sesiones individuales de en torno a una hora de duración y planes personales de trabajo. Se están utilizando el campo 1 y 4, que están pertinentemente delimitados para que no exista contacto entre ellos.
Además, según recoge DIARIO Bahía de Cádiz de fuentes del club, el acceso a la ciudad deportiva está restringido a las personas autorizadas que han pasado las diferentes pruebas médicas, debiendo acceder con mascarilla y guantes. Para entrar, además, hay que pasar el filtro de la toma de temperatura.
El avance de las semanas, si todo va por el cauce esperado, finalizará con los entrenamientos colectivos y el regreso a la competición.
EL ‘CASO MOMO’: SE PODRÁ FICHAR ESTE VERANO
Esta misma semana se ha conocido, además, que el Tribunal de Arbitraje Deportivo, el TAS (máximo tribunal internacional en el orden deportivo), ha resuelto conceder la suspensión cautelar de la sanción impuesta al Cádiz CF por la FIFA como consecuencia de la contratación del jugador Mamadou Mbaye en verano de 2019, un jugador libre que el Watford inglés (club denunciante) asegura que era suyo.
La concesión de la medida cautelar implica que el jugador (en el filial amarillo) podrá participar en competiciones cuando estas se reanuden y que el Cádiz podrá contratar nuevos futbolistas este verano. La FIFA pretendía sancionar al club gaditano sin poder fichar durante dos plazos.
El Cádiz CF y el jugador senegalés entienden que este es un primer paso en le reconocimiento de haber actuado conforme a la legalidad y confían en que la resolución que de fin al procedimiento también sea favorable a sus intereses y revoque de manera definitiva la resolución de FIFA.
En la petición de medidas cautelares, el TAS ha apreciado que el recurso interpuesto cumple con los tres requisitos exigidos por la normativa deportiva: el recurso goza, “prima facie”, de una apariencia de buen derecho; la no adopción de la suspensión cautelar supondría un daño irreparable en caso de que el recurso fuera estimado; y los intereses del Cádiz CF y el jugador están por encima de los intereses del club denunciante y de la FIFA.