Sin nada que ganar ni perder, más que un chute de moral efímera, el Cádiz, de pretemporada invernal, se medía ante su afición frente a todo un Manchester United que nunca había pisado estas tierras. Y con dos onces dispares en cada mitad y canteranos en defensa, superó en intensidad a los ingleses (4-2).
Partido histórico en el Nuevo Mirandilla, aunque fuera con la etiqueta de intrascendente ‘friendly match’. Todo un Manchester United pisaba este miércoles entre festivos, de parón en el Mundial de Qatar, el verde gaditano para medirse al Cádiz CF, en el contexto de esta extraña pretemporada invernal que las ligas europeas afrontan obligados por la extemporánea cita mundialista.
Los amarillos, tratando de no perder demasiado ritmo competitivo de cara al reinicio de la competición doméstica a finales de diciembre, en casa frente al Almería, han disputado ya un encuentro sin goles (ni fútbol) en Chapín ante el Xerez Deportivo, por su 75 aniversario; y además de este choque ante los ‘Red Devils’, tienen apalabrados dos amistosos más: el día 14 en La Línea ante los también ingleses del Wolverhampton Wanderers; y el viernes 16, en Albufeira (Portugal), frente al AS Roma entrenado por José Mourinho.
“Esta cita nos viene perfecta para que haya futbolistas que jueguen 45 minutos ante un rival imponente, exigente, atractivo, que va a hacer que el campo sea una fiesta. Ojalá consigamos que sea un buen partido”, apuntaba el entrenador del Cádiz CF, Sergio González, en la previa. Y acertó, más o menos.
Los locales salían de inicio con: Ledesman, bajo palos; Lautaro (del B), Arzamendia, Luis Hernández y Carlos García-Die (también del filial), en defensa; Alcaraz y Álex Fernández, en el centro del campo; Alejo y Ocampo de extremos, y arriba, Choco y Negredo. Enfrente, es verdad, un rival con demasiado nombre, y muchos suplentes, pues hasta 13 de sus futbolistas han participado o continúan en el Mundial.
Y ante más de 14.600 personas en las gradas (y eso que hasta los abonados debían pagar 10 euros por la entrada), y una nutrida representación de aficionados ingleses, comenzaba un inédito duelo sin presiones competitivas, en el que el United quería llevar la iniciativa, con calidad, pero los gaditanos daban la sorpresa poniéndose pronto por delante en el marcador; en el minuto 7 con un tanto de cabeza del canterano Carlos García-Die aprovechando el saque de una falta; y en el 12, con gol de Choco Lozano culminando un rápido jugadón por la izquierda con la participación de Ocampo, Álex y la dejada de Negredo
En el otro lado, de tanto en tanto el único que probaba al meta argentino era el francés Martial, y él mismo hacía el 2-1 en el minuto 20 desde el punto de penalti, tras un derribo de Luis Hernández, penado sin mucha discusión. En la respuesta, pudo el Cádiz marcar el tercero, sin embargo en esta ocasión el central del Mirandilla no atinó.
El partido entraba de camino al descanso en fase de tostón, con los entrenados por Erik ten Hag tocando mucha pelota mas sin profundizar, y los de la Tacita excesivamente centrados en no dejar huecos atrás. Y en el 37, Sergio González introducía su primer cambio preventivo: salía el delantero hondureño y entraba Álvaro Giménez.
OTRO ONCE Y DOS GOLES MÁS
El segundo tiempo arrancaba con prácticamente otro Cádiz en el campo, nueve cambios, y a punto de cumplirse el 48, los ingleses empataban entre cierta paniza defensiva, gol de Mainoo.
El once amarillo lo conformaban ahora: David Gil; Iza, Pacha Espino, Carlos García-Die y Liébanas (otro joven del filial), en defensa; Alarcón y José Mari en el centro del campo; Bongonda y Sobrino en los extremos; y arriba, Álvaro García y Lucas Pérez.
Y en el minuto 57, los de casa volvían a ponerse por delante en el electrónico, un buen gol en el área chica de Rubén Sobrino asistido por un mejor centro de Théo Bongonda. El propio belga-congoleño probaba poco después desde el borde del área, demasiado inocente. El Cádiz se permitía el lujo de dominar, sin complejos, a los diablitos rojos (al trote), metiéndolos en su área, y Sobrino la peinaba de espaldas y estaba medio cerca (y lejos) de marcar el cuarto. Tomi Alarcón también lo intentaba, desviado.
A falta de poco más de un cuarto de hora, los de amarillo movían de nuevo el banquillo, con un cambio entre canteranos en la zaga: Genar entraba por García-Die. El rival buscaba tener un poco más el balón, aunque con poquita actitud y motivación, y así, con un arreón de ganas de los gaditanos, aprovechando un robo, Alarcón establecía en el minuto 77 el 4-2.
Sergio González terminaba dándole también unos minutos a Bastida en la recta final de un choque ya desbaratado, con los de rojo corriendo por correr y el Cádiz mostrándose sin fisuras.
Esta histórica goleada en un choque interesante a ratos, y a medio gas sobre todo por el lado visitante, ya no se movería del marcador. Una efímera alegría pre-navideña para los cadistas, que a alguno le hace hasta temer que sirva a Vizcaíno como excusa para no fichar en el mercado de invierno. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway