JORNADA 23. El Cádiz visitó este domingo en horario antifútbol, las dos de la tarde, el estadio de La Cerámica para medirse ante el Villarreal, también huyendo de la zona peligrosa. Una oportunidad para “dar un paso adelante todos”, a decir del argentino Mauricio Pellegrino, en su segundo partido sentado en el banquillo de los gaditanos, reforzados a última hora en el mercado invernal con tres nombres en tres posiciones: un delantero, Juanmi Jiménez; un defensa central, Aiham Ousou; y un centrocampista, Diadié Samassékou.
Ante las sanciones por acumulación de amarillas de Fali y Rubén Alcaraz, los amarillos (en este caso con su equipación negra), salían al verde con sólo dos cambios con respecto al último once titular que se enfrentó al Athletic Club, entrando Jorge Meré y Álex Fernández. Así, comenzaron la partida Ledesma, bajo palos; Lucas Pires, Iza, Chust y Meré, en defensa; Álex y Escalante, en el centro del campo, con Alejo y Navarro por las bandas; y como hombres más adelantados, Sobrino y Chris Ramos.
Comenzó el Villarreal mucho más activo y dominador, y ya en el minuto 5 gozaba de una primera ocasión de peligro, un cabezazo de Comesaña que atrapaba Ledesma. Sin embargo, pese a que se mantuvo el control local, los de Marcelino García Toral se mostraban imprecisos a la hora de finalizar las acciones; mientras el Cádiz iba asentándose y acumulando oportunidades.
Así, llegaron las acciones de Chris Ramos, un cabezazo que se marchaba fuera, en el minuto 11; un remate cerca del área de Iván Alejo que terminaba rechazando en el último momento Alberto Moreno; otra ocasión de Ramos que se iba alto, aprovechado un gran centro de Robert Navarro; un disparo ajustado del propio Navarro; o un remató cruzado flojo del delantero gaditano, cuando se rondaba la media hora de juego. De ahí al final, apretó algo más el rival, y Baena ponía en aprietos a Conan en el 37; y ya en el tiempo de descuento, Iza Carcelén debía desviar a córner otra llegada peligrosa.
RESISTIENDO EN LA SEGUNDA MITAD
Tras el descanso, el dominio se mantuvo en las botas del Villarreal, con calidad arriba pero sin avasallar, frente a un Cádiz más centrado en defenderse con concentración, y en resistir. La ocasión más importante de los de casa llegaría en el minuto 75, protagonizada por un activo Álex Baena, cuyo disparo se marchaba muy cerca del palo. Un rato antes, este mismo jugador pedía penalti al caer en el área tras recibir un pisotón de Iza, que no el árbitro ni el VAR consideraron.
En cuanto a los de Pellegrino, la casi única oportunidad real en este segundo periodo llegaba en el 86, en un lanzamiento de falta lejana a cargo de Lucas Pires. En el tramo final del encuentro debutaba Juanmi con la camiseta cadista; y también entraban en juego, sin apenas tiempo para aportar mucho, Brian Ocampo, Maxi Gómez, Zaldua y Kouamé.
Al final, el 0-0 no se movió del marcador; reparto de puntos que no contenta a ninguno, pese a que en el caso gaditano, supone una jornada más dar sensaciones de equipo vivo y competitivo, que ya tocó fondo (sobre todo anímicamente) en los últimos envites con Sergio en el banquillo. Pero claro, sigue en descenso y pesando demasiado esa losa de no ganar desde el pasado mes de septiembre.
“Ha sido un partido a nivel defensivo, organizativo y de mentalidad, bueno. Hemos sabido asustar al rival, aunque nos ha faltado un poco de credibilidad para haber terminado las ocasiones. Hemos dado un paso adelante”, consideraba en la rueda de prensa postpartido Pellegrino, quien entiende que “hemos subido otro escalón. Nuestras posibilidades van a pasar por mejorar en lo futbolístico y tener triunfos”. DIARIO Bahía de Cádiz
/ FOTO: Cádiz CF