Primer partido post-Calderón, primer partido de la era Barragán, técnico elegido para enderezar el rumbo de este Cádiz irregular hecho para quedar campeón del Grupo IV. Y parece que de momento el cambio de entrenador surte su efecto revulsivo buscado. Los de amarillo, con ganas y una presión inusitada, arrollaron a un débil Lucena. La ambición inexistente de jornadas precedentes salió a relucir a chorros en forma de dominio, juego, multitud de ocasiones y goles. Al final, 3-0, un resultado corto e ilusionante. Toca no perder esta actitud.
Primer partido post-Antonio Calderón, cesado a principios de semana tras la derrota en La Línea, primer partido de la era Claudio Barragán, técnico elegido para enderezar el rumbo de este Cádiz irregular hecho para quedar campeón del Grupo IV, y que a estas alturas, antes de disputarse la jornada 15, está a ocho puntos del líder, que sigue siendo el UCAM Murcia.
Encuentro matinal ante el Lucena, con fresquito y unas 7.500 personas en las gradas, pendientes de las sensaciones que ofrece este ‘nuevo’ equipo amarillo, con Aulestia, Mantecón, Servando, Arregui y Andrés Sánchez en defensa; Garrido, Juanma Espinosa en la media; Juan Villar –que vuelve tras cumplir dos partidos de sanción, muy presente como mediapunta- y Kike Márquez de extremos; y Jona y Airam arriba. El primer once titular del valenciano.
Y con ganas y una presión nada habitual empezaban los locales -¿por qué no se ofrecía esta intensidad con el anterior entrenador?, es la pregunta-, y precisamente en un robo de balón llegaba en el minuto 3 la primera ocasión clarísima de gol que el canario fallaba con todo a favor, tras pase de Villar. En esta primera fase agradó mucho en la grada la actitud, salpicada de oportunidades, como las de Jona, a pares, o de Andrés, al palo, ante un conjunto cordobés en su campo, intimidado. Sólo faltaba el golito que hiciera justicia ya en el marcador.
Y lo marcó Kike Márquez en el 23, culminando una jugada combinativa. Era esperable. Hasta el paso por vestuarios, el control y dominio del choque –con más juego interior que de bandas- siguió del lado cadista, que quitó algo el pie de acelerador, pero que en ningún momento dejó de buscar la portería de Javi López, mientras Aulestia era un mero espectador más.
AIRAM INCLUSO FALLA UN PENALTI
Poco o nada cambiaba el panorama casi arrollador de este Cádiz del recién llegado Claudio Barragán en la segunda mitad. Continuó el dominio total, y tras un ‘uyyy’ en un disparo de Andrés Sánchez, en el minuto 12 Jona cabeceaba el balón dentro de la portería servido por Airam, subiendo al marcador el 2-0. Y la afición, disfrutando.
Cinco minutos después el excadista Domingo evitaba el tercero de Villar, cometiendo penalti, y siendo expulsado con roja directa. Y Airam se permitía el lujo de mandar el esférico por encima del larguero desde los once metros. Hoy se le perdonaba… Tuvo dos ocasiones clara más antes de reivindicarse con el 3-0 al borde de la media hora. Y no era su día.
El Lucena, con uno menos, desapareció aún más del terreno de juego en los últimos compases, en los que los de casa pudieron endosar una goleada de las que duelen y asustan. Pero no hubo más goles.
El Carranza despidió al equipo con aplausos y sonrisas. Así sí. Son los mismos jugadores con los que contaba Calderón, pero se ve que de momento Barragán ha sabido darles vida. Habrá que ver cómo funcionan a domicilio; y este miércoles en la ida copera ante el Villarreal. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway