JORNADA 34. Cuando hay poco o nada que perder ya, lo único que se puede pedir es orgullo y dignidad, y no arrastrarse, sabiendo que en unos meses vestirás otra camiseta. Así se presentaba (en la teoría) un Cádiz con pie y medio en Segunda división en el campo del líder de Primera (y quizá, hasta cantando el alirón en las próximas horas). Un Real Madrid pensando en la Champions, que afrontaba este trámite doméstico en la sobremesa del sábado con un once de circunstancias plagado de rotaciones, y Courtois en la portería tras casi un año recuperándose de su lesión.
“Tenemos que tratar de ir a competir al máximo para tener posibilidades. Tratar de ser un rival incómodo y ponerle lo más difícil posible el partido al Madrid”, deseaba en la previa Mauricio Pellegrino; quien, tratando de inyectar una mínima dosis de optimismo al alicaído ambiente cadista, también reflexionaba que “cada semana las cosas cambian. Se va acercando el final y la realidad nos dice que matemáticamente tenemos posibilidades. Hay que mirar para delante porque en uno o dos partidos las cosas cambian. Hay que dar todo hasta el final”.
Así, tratando de arruinar la tarde a los merengues, los de amarillo salían de inicio con: Ledesma, bajo palos; Javi Hernández, Zaldua, Chust y Fali, en la defensa; Escalante y Alcaraz en el centro del campo, con Álex Fernández más adelantado; Robert Navarro y Sobrino en los extremos; y Chris Ramos en la delantera. Y Juanmi, en el banquillo…
El choque empezaba con el conjunto de casa como dueño y señor casi absoluto de la pelota, aunque sin avasallar; en los primeros diez minutos Joselu gozaba casi de una ocasión, y Eder Militao con un buen remate lejano obligaba a Conan a emplearse a fondo.
La dinámica de un Cádiz encerrado y sin oler el balón, y un Madrid soso y sesteante con posesión pero poco más continuaba hasta el minuto 21, en el que Ramos estaba a punto de dar el susto en el Santiago Bernabéu, más no acertaba a empalar un centro de Zaldua, tras una genialidad de Navarro. Diez minutos después, en una contra clara, Sobrino se recorría medio campo con el delantero gaditano acompañándolo, y decidía pecar de chupón, y fallar. Ya en la recta final, Escalante cabeceaba regular un saque de esquina. Mas la última ocasión, en el descuento, la firmaba Joselu con un disparo por encima del arco.
CHRIS RAMOS FALLA Y EL MADRID NO PERDONA
Pasado el descanso, los de Ancelotti volvían al verde algo más despiertos, y en apenas tres minutos acorralaban con una falta directa, un córner y un lanzamiento lejano de Carvajal repelido por Conan. Sin embargo, se desperezaba el Cádiz a la contra con un robo en el centro del campo de Chris Ramos, que corría solo hasta Courtois, y desperdiciaba lo infallable, la ocasión del partido. Un minuto después, Brahim tiraba de calidad para hacer el 1-0. Se acabó.
Sin reacción tras el gol, rondando el 65 Pellegrino daba entrada a Iza Carcelén y Lucas Pires por Zaldua y Álex Fernández, y en el otro lado, se marchaba Arda Güler por Bellingham; y el inglés, casi en su primera pelota, empujaba el 2-0 culminando una jugada que partía de un error defensivo.
Juanmi y Maxi Gómez, por Sobrino y Ramos, se incorporaban con un cuarto de hora reglamentario por delante, y la derrota haciendo mella ya en las cabezas. Los merengues seguían a lo suyo, persiguiendo la goleada sin urgencias, y tanto Carvajal como Militao tenían sus oportunidades. Ya para los últimos suspiros, Iván Alejo salía por Navarro para corretearse la banda e intentar algún centro a pelú. Y Ledesma evitaba momentáneamente el tercero en un lanzamiento lejano de Modric. Al otro lado, en un córner, respondía Alcaraz rematando por encima del larguero.
En la propina, Joselu la estrellaba en el palo; era un aviso. Con el Cádiz roto yéndose arriba no se sabe ya para qué, y un disparo de Rubén Alcaraz repelido por el portero, el propio Joselu hacía el 3-0 sin oposición.
Otra derrota lógica y esperable de un equipo amarillo que, hasta el gol madridista, al menos dentro de sus limitaciones compitió ante un rival desganado; luego volvió a derrumbarse. No gana desde abril de 2023 como visitante, y se acerca un pasito más al ¿inevitable? descenso. “Todos estamos decepcionados, ahora se está materializando un proceso largo, una temporada difícil. El vestuario es sano, se entrega, pero a veces las cosas no salen, y el rival es superior”, afirmaba sin decir nada Pellegrino tras el choque. DIARIO Bahía de Cádiz