La “belleza de un atardecer sereno y relajado” en la señera playa de La Caleta de Cádiz es, para los lectores de la revista (de viajes y estilo de vida) ‘Condé Nast Traveler’ la mejor puesta de sol de Andalucía y de España, desbancando al mirador de San Nicolás y sus vistas sobre La Alhambra de Granada.
La votación online promovida por esta publicación se ha llevado a cabo en dos fases: una primera, en la que había que elegir el “mejor atardecer” de cada comunidad autónoma (en Andalucía, los lectores ya se decantaron por la playa de la capital gaditana, donde hay tres más, todas con bandera azul, entre otros reconocimientos); y la segunda que acaba de cerrarse, en la que se ha decidido ese “mejor atardecer” de todo el Estado español.
Por detrás de La Caleta gaditana, y en el ‘top cinco’, han quedado: Las Médulas, en Castilla y León; Punta Nariga, en Galicia; campos de lavanda de Brihuega, en Castilla-La Mancha; y San Juan de Gaztelugatxe, en Euskadi.
‘Condé Nast Traveler’ nació a finales de la década de los 80 del siglo pasado de la mano de Sir Harold Evans como una revista “basada en el periodismo de viajes literario y riguroso y pensada para un público exigente”. Hoy dice haberse convertido en la publicación “más influyente del mundo en viajes y estilo de vida, una referencia para el sector que avanza las tendencias con una visión transversal sobre temas como la gastronomía, el ocio y la cultura y que descubre los destinos más exclusivos y deseados”. Su edición española, lanzada en 2007 se significa “por su manera de celebrar el placer de vivir y de viajar”. La edición impresa se ha renovado recientemente con un nuevo diseño, con más páginas y contenidos, queriendo que cada número se convierta en “ejemplar de coleccionista”.
“LA CALETA ES BELLA PORQUE SÍ. PORQUE SIEMPRE TUVO QUE SERLO”
Cristina Fernández González firma en dicha revista el artículo (AQUÍ) en el que da a conocer el resultado de la singular votación, bajo el título de ‘El atardecer de La Caleta, en Cádiz, es el más bello de España’.
“No hacen falta filtros: aquí la gama de colores que abraza los rosados, anaranjados y violetas son cortesía de la casa. La playa de Cádiz por derecho, la única que baña su casco histórico, nos hace poner los ojos como platos mientras miramos atentamente cómo el sol cae en el horizonte. Pero qué barbaridad”, subraya dicho texto recogido por DIARIO Bahía de Cádiz, describiendo la puesta de sol caletera como “minutos, pero ojalá fueran horas. No nos cansamos de admirar un espectáculo que nadie quiere perderse. Los móviles y cámaras, da igual si son de locales o forasteros, se afanan en captar el momento”.
En el artículo pasa a describir ese medio kilómetro de playa enmarcándola entre el castillo de San Sebastián y el de Santa Catalina, “fíjate si se la quiere que la historia le ha brindado dos grandes guardianes”, y “en mitad de todo, el antiguo Balneario de la Palma”; e incluso se acuerda de sus partidas de bingo… “no importa la época del año, que siempre hay lugar para curiosos, atrevidos bañistas, intrépidos tomadores de sol y paseantes. También para jugar al bingo, oye: los números cantados durante las tardes de verano entre los asiduos bien lo atestiguan”. Sin olvidar echar un vistazo al cercano barrio de la Viña, “o lo que es lo mismo: en el Cádiz más auténtico. Porque Viña y Caleta van de la mano y dan cobijo al Gades del carnaval, al del cachondeo y a ese que todos buscamos cuando nos plantamos en estas tierras”.