La Institución Provincial Gaditana, colegio público en la capital gaditana (en una zona done no hay posibilidad de elección de otro centro público, todo es concertado) cerró sus puertas el pasado curso 2019/2020, tras años de abandono y bajada de las matriculaciones y después de que la Diputación, de quien dependía, decidiera en pleno confinamiento durante la primer estado de alarma frente al coronavirus no renovar el convenio que mantenía con la Fundación Aramburu (del Obispado de Cádiz y propietaria de las instalaciones). Por muchas lamentaciones de la comunidad escolar, el cerrojazo fue irremediable.
Atrás queda una trayectoria de 60 años de enseñanza y formación. Ese bagaje deja un legado documental que ahora se custodia y organiza en el Archivo General de la propia Diputación.
Ahora se anuncia en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz que en esa labor de clasificación, el personal técnico de este servicio público ha recibido centenares de cartillas y libros de calificaciones escolares que, en su momento, no fueron recogidos por parte del alumnado. Y ha bastado un anuncio en redes sociales “para que se desencadene un aluvión de solicitudes”, demandando las publicaciones que acreditan las notas de las respectivas asignaturas y las superaciones de cada curso.
La acumulación de libros y cartillas permite además percibir la evolución del sistema educativo, sobre todo en un centro que, en sus inicios, impartió Bachillerato Laboral en las especialidades de secretariado, turismo o maestría industrial, y donde también se formaron diferentes promociones de Primaria y Secundaria. Los documentos con las calificaciones, que obran en el Archivo de Diputación, están comprendidos entre los años 1960 y 2007.
En este sentido, el personal del Archivo ha dispuesto dos correos electrónicos para canalizar las solicitudes: cgomart@dipucadiz.es y smgallardo@dipucadiz.es. Muchas de estas peticiones se resuelven concertando una fecha de entrega en el acceso del Palacio Provincial, o bien se envía la documentación por correo a la persona interesada.
A Coruña, Valencia, Sevilla, Madrid, Barcelona… son algunas de las provincias de procedencia de estas demandas, junto a abundantes solicitudes desde diferentes municipios gaditanos.
Entre las personas que ya se han interesado por su rastro documental como estudiantes se han producido diferentes reacciones: desde la satisfacción nostálgica por recuperar un testimonio de su pasado, hasta el beneficio práctico de completar formalmente su expediente académico.