Una controvertida decisión arbitral trastocó en la primera mitad un encuentro que dominaban los gaditanos con buen fútbol, rematado por un golazo de Ocampo. Tanto anulado que daba alas al Almería para hacer el 0-1. Los de Rubi perdonaban ocasiones en una segunda parte con desorden amarillo, y en un trepidante final empataba Lucas.
JORNADA 15. Pasado el anómalo parón otoño/invierno mundialista, vuelve LaLiga a punto de despedirse 2022. En plenas fiestas navideñas y con las uvas listas para las campanadas, el Cádiz regresaba a la competición con un complicado reto: imponerse a un rival de su misma liga, el Almería recién ascendido, y enfilar el nuevo año con alegría y confianza, camino del objetivo de la salvación.
Queda mucha temporada por delante, y las sensaciones dejadas por los de Sergio González en esta rara pretemporada para-no-perder-la-forma en amistosos históricos ante el Manchester United o la Roma, son para tener fe. Aunque sí o sí urgen refuerzos en enero que marquen diferencias. De momento, se ha confirmado la vuelta del cedido Raúl Parra para suplir a Joseba Zaldua, lesionado, y la de Youba Diarra, un centrocampista de corte defensivo procedente de la liga austriaca que ya estuvo a prueba en el Rosal el año pasado, y Cervera descartó.
En la previa de este derbi andaluz, el técnico cadista incidía en lo importante que sería para el aspecto emocional ganar “ante un rival directo y en este re-debut”. E instaba a la afición a volcarse con el equipo: “ojalá nosotros podamos darle ese alimento para que siga siendo nuestro jugador número doce”.
El primer once inicial del Cádiz en este reencuentro liguero más de un mes después, sin sorpresas: Ledesma; bajo palos; Iza, Pacha Espino, Luis Hernández y Fali, en la defensa; Rubén Alcaraz y Álex Fernández, en el centro del campo; Ocampo y Bongonda, en los extremos; y arriba, Sobrino y Negredo.
Minuto de silencio en recuerdo de Pelé, y ¡¡a juuugarrr!!, ante unos 17.300 aficionados en las gradas (sumando a los 200 venidos del oriente andaluz). Salían los de casa con ganas, dominando, presionando y haciendo recular a la UD Almería. Y en el 4, Álvaro Negredo probaba a la media vuelta en el interior del área aprovechando una indecisión defensiva. Diez minutos después, casi desde la misma posición, lo intentaba Alcaraz pero sin potencia. En la réplica, Ramazani despertaba a Conan con un zurdazo, desviado a córner. A saque de esquina también la mandaba Fernando ante un buen cabezazo del de Vallecas, asistido por Ocampo.
El mismo uruguayo, gustándose y a gran nivel, marcaba un golazo en el minuto 22, ¡y vaya!, el VAR no iba a faltar a la fiesta del regreso liguero. El de negro recibía un chivatazo, revisaba las imágenes, y anulaba el tanto por pisotón previo de Fali, a quien también le estaban haciendo falta en el forcejeo.
La acción, de risa, encrespó los ánimos en el Nuevo Mirandilla, y entre tanto, Ledesma salvaba un disparo lejano de Robertone. Los entrenados por Rubi exprimían el desconcierto mental y ambiental para venirse arriba. Ramazani gozaba de otra oportunidad poco después, aunque el que acertaba con un trallazo imparable era Melero, en el minuto 40. Con un lanzamiento sin convicción de Bongonda, se pitaba el descanso, al que se llegaba con un 0-1 injusto y el abroncamiento al árbitro.
DESORDEN Y DESENLACE VIBRANTE
El partido se reiniciaba con más ansiedad que fútbol, más allá del obstáculo de Martínez Munuera y la parsimonia de los rojiblancos, esperando su contra letal. El Cádiz quería, pero no lo veía claro. En el 55 entraban al verde Choco Lozano y Lucas Pérez por Bongonda y Negredo.
Rondaba el minuto 60, Rubén Sobrino fallaba su habitual ocasión que parecía clarísima y los almerienses la estrellaban en el palo. Como para dormirse. El canterano Carlos García reemplazaba a Fali, con sus rutinarias molestias, e Iza evitaba el 0-2 bajo palos. Como para parpadear. También se incorporaban José Mari y Fede San Emeterio, por Alcaraz y un Ocampo fundido, para los últimos veinte minutos. Sin embargo, los de casa, desordenados, no encontraban cómo hacerle daño a un rival que de tanto en tanto metía miedo, como la ocasión de Baptistao en el 75.
Sobre el 80 empezaban a sonar en el estadio hasta algunos gritos de ¡¡Vizcaíno, dimisión!!, pero el gallego con pie y medio en su Deportivo los cambiaba por el ¡¡sí se puede!!, marcando el empate con otro trallazo rescatando el cuero entre un bosque de piernas.
Se intentó el arreón final buscando los tres puntos, y pudo ganar cualquiera: el hondureño desperdiciaba una ocasión más que clara en la portería visitante, y en la última acción, Ledesma se volvía a lucir para que no subiera el segundo almeriense.
En su balance del choque, Sergio González repasaba que “nos fuimos al descanso con sensaciones de que el fútbol estaba siendo injusto. Pero en la segunda parte no hemos sabido, lo hemos dado todo pero estábamos desestructurados y hemos entrado en la dinámica que quería el rival de ida y vuelta, jugando más con el corazón que con la cabeza”.
Este Cádiz despide el año con un agridulce puntito más para el saco (van 12 en 15 jornadas), y en descenso, aunque con rivales directos no muy alejados en la tabla. Resta más de una vuelta por delante de competición. A seguir creyendo. Y peleándolo. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway