El deterioro de la muralla ha dejado ya a la vista parte del tubo submarino en la playa de Santa María del Mar, una situación que, repiten desde el Ayuntamiento, “puede traer consecuencias tanto medioambientales como urbanísticas”. La administración lleva casi una década reclamando a la Junta que actúe, pero esta mira hacia otro lado.
El alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’, ha pedido a la Junta de Andalucía, mediante una carta remitida a la consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, que se tomen “medidas urgentes” ante la situación de deterioro en la que se encuentra el colector de pluviales de Santa María del Mar. Una reclamación que se viene haciendo de forma reiterada (desde hace casi una década), mientras la administración autonómica mira a otro lado.
En los últimos días además ha quedado al descubierto el tubo de este colector de pluviales que discurre por la playa y acaba en sus aguas, por lo que ya no tiene protección alguna frente al oleaje.
En su misiva, el primer edil de Adelante Cádiz ha trasladado una vez más al Ejecutivo andaluz de derechas su “gran preocupación” por la situación en la que se encuentra este emisario” y ha advertido de que “si no se toman medidas urgentes puede traer consecuencias tanto medioambientales como urbanísticas”.
el alcalde apela a “la responsabilidad con la ciudad” de esta consejera del PP y espera que el nuevo Gobierno de Moreno Bonilla pueda traer consigo” una actitud diferente” en esta cuestión
Por ello, solicita a Crespo “mantener una reunión a la mayor brevedad posible para tratar este asunto con la voluntad de encontrar una solución técnica que pueda ser acordada entre ambas administraciones”.
Ante la falta de respuesta formal de la Junta a una situación que se alarga durante años, el Ayuntamiento (y su empresa Aguas de Cádiz) también llevan tiempo amenazando con acudir a la vía legal, entendiendo que “es la Junta la que tiene las competencias sobre este emisario”. Con todo, se apela a “la responsabilidad con la ciudad” de esta consejera del PP y se espera que el nuevo Gobierno de Moreno Bonilla pueda traer consigo” una actitud diferente” por parte de una administración que “hasta ahora” no ha querido atender a los requerimientos del Consistorio, se remarca en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Por manifestaciones en algún medio en pleno verano, para el actual Gobierno andaluz “los desperfectos son por los temporales extraordinarios y no por vicios ocultos de la obra”, y por ello rechaza que tenga que reparar nada.
CON PROBLEMAS DESDE SU CONSTRUCCIÓN
Debido a esa “inacción” de la Junta, la administración local se ha visto obligada a intervenir realizando obras de urgencia para evitar posibles riesgos para los viandantes y los usuarios de la playa.
En los últimos meses la situación del aliviadero de pluviales de Santa María del Mar ha empeorado debido a la inestabilidad de esta infraestructura ante la dinámica del litoral y los temporales periódicos a los que se ve sometida. Y se insiste que un posible colapso de este aliviadero podría conllevar importantes consecuencias de índole ambiental y sanitaria.
Estas obras corresponden al convenio marco para la ejecución de obras de saneamiento y depuración de aguas residuales en la ciudad suscrito entre la Junta y el Ayuntamiento. La Agencia Andaluza del Agua proyectó tres aliviaderos de aguas pluviales en La Paz-Puntales, Cortadura y Santa María del Mar, que vierten mar adentro mediante emisarios submarinos para evitar los desagües directos en los paseos marítimos. Las obras, en las que se invirtieron unos 8 millones de euros, comenzaron en 2007 y se dieron por terminadas en 2011.
Sin embargo, ya durante la ejecución hubo que subsanar defectos de construcción, y en 2009 el colector quedó al descubierto por efectos de las mareas provocando la rotura del paseo marítimo que se proyectó para la protección de la conducción. Durante la obra, por tanto, se decidió modificar la protección colocando bloques de hormigón, pero no se garantizó la protección frente a la regresión de la playa por lo que los deterioros siguieron y se produjeron nuevos y mayores daños en 2014, en 2016 y en 2018 ya que los temporales destruyen la protección.
La última obra de emergencia la acometió Aguas de Cádiz en julio de 2020, y consistió en la recolocación de los bloques desprendidos. Además, acotó la zona ante el peligro que supone para los bañistas.