El alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’, ha vuelto a ser ‘noticia’ este miércoles en la agenda mediática nacional y para sus tertulianos, e incluso tendencia en las redes sociales, por nuevas manifestaciones alrededor de una actuación personal y privada, más o menos incoherente por el discurso mantenido años atrás (la compra legal de una vivienda unifamiliar), convertida por sus mismos protagonistas, Pablo Iglesias e Irene Montero, secretario general de Podemos y portavoz parlamentaria de la misma formación, respectivamente, en una cuestión que puede suponer un antes y un después en el propio partido, al poner sus cargos a disposición de las bases (sus más de 400.000 inscritos), en una consulta que se desarrolla esta semana.
El pasado viernes, González Santos, en un comunicado difundido desde Podemos Cádiz, reflexionaba, sin nombrar directamente a Montero ni a Iglesias, que “el código ético de Podemos no es una formalidad, es el compromiso de vivir como la gente corriente para poder representarla en las instituciones”.
Y este miércoles, en una carta publicada en Diario de Cádiz, y reproducida a continuación en la gran mayoría de medios de comunicación estatales (en busca de las ‘visitas’ a sus webs a partir de la polémica de moda), ya como alcalde de la capital gaditana, ha querido responder (con tono informal y con guasa, pero al tiempo con dureza y sentimiento) a las críticas recibidas directa, e indirectamente, por Juan Carlos Monedero, uno de los fundadores de Podemos, aunque desde hace meses sin cargo alguno en la organización.
Una vez que el primer edil gaditano, líder de la agrupación de electores Por Cádiz sí se puede, promovida por Podemos en 2015, pusiera en cuestión públicamente (y sin que nadie le pidiera su opinión), la compra del chalet (con una hipoteca de 540.000 euros de 30 años) por parte de Irene Montero y Pablo Iglesias revelada por un seudoperiódico de derechas, y la comparara con su modo de vivir, hoy como alcalde igual que antes como profesor, “en un piso de currante en el barrio de la Viña con mi compañera, que ya es bastante privilegio vivir en la Viña, en Cádiz y con Teresa (Rodriguez)”; Monedero se ha quejado de estas críticas de quien, con todo considera “el mejor alcalde” que ha tenido Cádiz.
Eso sí, Juan Carlos Monedero ya ha empezado a marcar diferencias enmarcándolo en la corriente Anticapitalista (que es una pata de la propia formación morada en sus orígenes, y que ahora tacha de “revoltosos” más que “revolucionarios”), tratando de subrayar las, a su entender, incoherencias también del alcalde gaditano, como la condecoración a una virgen o la “venta” de corbetas a Arabia Saudí.
Lo que obvia de forma muy simplista este reconocido politólogo es que José María González no le “dio” la medalla por iniciativa propia a la Virgen del Rosario, fue el pleno del Ayuntamiento (con el apoyo de PP, PSOE, Cs y Sí se puede, y el rechazo de IU), tras una petición popular, el que aprobó la concesión de esta medalla de oro a la estatua de la patrona de la ciudad. Y por otro lado, es Navantia, empresa pública, no el Consistorio ni su alcalde, la que decide qué faena contrata, en este caso esos barcos de guerra (que se construirían en los astilleros de San Fernando) para un país donde no se cumplen los derechos humanos; una cuestión entre Estados.
“LO QUE ESTÁN HACIENDO CON PABLO E IRENE ME PARECE ATROZ”
Como réplica, José María González ‘Kichi’, se dirige directamente a Monedero, en tono informal (le tutea, le llama “primo”, “compadre”, “hermano”, “querido”…) a través de una misiva pública, subrayando de partida que “hay cosas que es mejor decirlas porque de no decirlas se enquistan y se vuelven cancerosas”.
“Lo que están haciendo con Pablo e Irene me parece atroz, me encontrarán al lado, si me quieren, frente a la extremaderecha mediática o política. Por eso es tan difícil opinar con calma, porque hay demasiados intereses que atacan con rabia sobre asuntos, la ética y la humildad, que son ajenos en realidad a muchos de los que critican”, deja claro en su escrito, en el que, no obstante, vuelve a reivindicar el código ético de Podemos como “una garantía para vivir como la gente, incluso si siendo conocido resulta incómodo”
“A mi la prensa hasta el momento no me ha molestado mucho”, interpreta González Santos, rememorando algún caso en concreto, igualmente, de medios ultraconservadores, pero sobre todo, “una columna muy malaje en la que se toqueteaba la vida de toda mi familia incluidos mis hijos que tienen una edad ya, Juan Carlos, en la que los niños se enteran de todo, eso tiene mucha malaje, ¿lo vas pillando? Nada me dolió más que eso, ni las querellas del PP por remunicipalizar o de la embajada de Israel por seguir el BDS solidario con Palestina, ni siquiera una foto mía enseñando accidentalmente la hucha o tomando café cualquier tarde con la intención de mostrarme como un flojo ‘desaliñao’”.
“Es soportable, de momento lo es –reflexiona el primer edil-. Creo que la gente me ve tantas veces por la calle que ya formo parte del paisaje y eso me hace recuperar una especie de íntima popularidad, popularidad no de famoseo sino de pueblo, Juan Carlos, como la gente de los pueblos donde todo el mundo es un poco famoso porque se conocen todos y todas (…) Nada de eso perturba mi vida, de momento, por eso quizá no he sentido la necesidad de irme lejos”.
“SER ALCALDE ES DE LAS COSAS MÁS DURAS QUE ME HA TOCADO VIVIR”
En uno de los momentos más sinceros de esta carta dirigida a este profesor de la Complutense, sí le reconoce “que ser alcalde es de las cosas más duras que a mí me ha tocado vivir. La alcaldesa o el alcalde del pueblo más pequeño lleva sobre sus hombros un peso y una presión que ni Inda y Alfonso Rojo los dos juntos. No me pesa que me hagan fotos literalmente con el culo al aire, lo que más duele, lo que más pesa, es una abuela, vecina tuya, diciéndote que no come para que coman sus nietos. Es un vecino con los ojos arrasados por la desesperanza de un desempleo de diez años. Es una madre joven y desdentada a la que los servicios sociales han vuelto a ‘quitarle’ un hijo. Es un amigo del que tienes que despedirte otra vez porque tiene que cargar otra vez su tristeza en una maleta y cruzar el puente. Es la última persona sin hogar que se te murió en la calle. Que se TE murió, Juan Carlos, porque las personas sin hogar cuando eres alcalde o alcaldesa no se mueren, se TE mueren. Eso pesa más, Juan Carlos, te lo digo yo que tengo palos de los dos colores”.
Y en este punto, sigue aclarando sus supuestas contradicciones a Monedero: “es esa presión de los de abajo la que me obliga a no poder rechazar carga de trabajo para los Astilleros. Por cierto Juan Carlos, que recoge el Diario de Cádiz que has dicho que yo ‘vendo armas a la dictadura de Arabia Saudí’, como si tuviera un arsenal en el Ayuntamiento o en mi casa de 40m2. Que yo no tomo decisiones sobre lo que fabrica Navantia es una realidad que han tratado de disimular ciertos medios para ponerme en un aprieto, pero que lo hagas tú, primo…”.
“El caso –sigue apuntando al respecto- es que hemos encargado un estudio para ofrecer una alternativa completa a la industria de la guerra en Cádiz, hemos trabajado mano a mano los colectivos y los trabajadores y trabajadoras para ofrecer una alternativa a la industria de la guerra, seguiremos en esa línea y exigiendo la reindustrialización sostenible de nuestra tierra. Y es que algo pasa, Juan Carlos, cuando la provincia de Madrid, que es similar en extensión a la de Cádiz, tiene un producto interior bruto diez veces mayor que el de nuestra provincia. Eso no tiene sentido, compadre”. Una afirmación que duele más que cualquier bofetada.
El alcalde de Cádiz admite, finalmente, que “puedo haber incurrido en contradicciones en mi gestión, con mi mera opinión sobre la carga de trabajo militar o la condecoración de la patrona de la ciudad,” pero al tiempo sentencia que “nunca lo hice para beneficio propio, lo hice para, si me equivocaba, equivocarme con mi pueblo. Porque, querido Juan Carlos, ante la duda prefiero equivocarme con mi gente que acertar solo”.
“La gente está dispuesta a perdonarnos que nos equivoquemos con casi todo, que nos pasemos de rojos, que nos quedemos cortos de rojos, que nos pasemos de puros, que asumamos contradicciones, pero difícilmente nos van a perdonar que nos equivoquemos de bando, porque, como tú y yo sabemos, diga lo que diga Ciudadanos, hay muchas Españas y nosotros nos debemos a la de la gente humilde”, termina esta carta a Monedero (“tu primo del sur”, la firma el alcalde gaditano), que se ha hecho viral en apenas unas horas.
“YO SIEMPRE HE DEFENDIDO A ‘KICHI’”
El mismo secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, también se ha manifestado sobre este escrito en una entrevista en la cadena Ser a primera hora, incidiendo en que “yo he defendido a ‘Kichi’ incluso cuando he tenido dudas sobre su planteamiento” (y ha vuelto a sacar a la luz la famosa medalla “a una virgen de madera”, el apoyo a la venta de barcos a Arabia Saudí, o el rechazo a que la capital gaditana albergara un acto de Podemos mostrando su posicionamiento sobre la cuestión catalana).
“Si quiere criticarme tiene todo el derecho a hacerlo; si quiere pedir: ‘votad para que dimita Pablo Iglesias’, tiene todo el derecho a hacerlo; si quiere votar para que dejemos de ser secretario general y portavoz parlamentaria, tiene todo el derecho a hacerlo. Y seguirá contando con mi apoyo para ser alcalde de Cádiz”, ha manifestado el todavía líder estatal de la formación morada.