“Estoy convencido que la honestidad y la coherencia, el valor de la palabra dada, son valores imprescindibles, casi revolucionarios”. Lo afirma ‘Kichi’ a la hora de anunciar su decisión, tomada hace meses, de no concurrir a las elecciones de mayo. Se despide con antelación haciendo balance, pidiendo perdón, dando gracias y “tranquilo” con sus sucesores.
“Mantengo mi compromiso y no me presentaré a la reelección como alcalde de Cádiz”. Son palabras de José María González ‘Kichi’, que en la tarde de este miércoles ha confirmado lo que ya se sospechaba desde hace semanas, que volverá a dar clases en unos meses: cumplirá su palabra de no estar más de ocho años en el cargo, al que llegaba de forma inesperada tras las elecciones municipales de 2015, con el voto a regañadientes de los socialistas y entre la incredulidad de Teófila Martínez y del PP, que llevaban veinte años gestionando a su antojo el devenir de la capital gaditana sin oposición.
Un anuncio que puede entender como histórico que, además, permite respirar al resto de partidos y alcaldables que concurrirán a las elecciones de mayo, ya que la marcha ‘Kichi’, pese a su desgaste, sigue siendo un valor.
“En estos tiempos que corren, tan acostumbrados como estamos a la desafección, en los que la palabra de un político vale poco o nada, en los que las promesas siempre son electorales, estoy convencido que la honestidad y la coherencia, el valor de la palabra dada, son valores imprescindibles, casi revolucionarios, que debo guardar, que debo legar”, deja caer quien sigue siendo vecino de La Viña.
“la honestidad y la coherencia, el valor de la palabra dada, son valores imprescindibles, casi revolucionarios, que debo guardar”
En su despedida, confía en haber conseguido demostrar que “otra forma de hacer política es posible, que para representar a los gaditanos tienes que parecerte a ellos, vivir como ellos, sentir como ellos. Los representantes de pueblo tienen que ser del pueblo, todo lo demás es impostura, mentira. No puede ser de otra manera, no puede ser con soberbia sino con humildad. No puede ser con clasismo sino con cercanía. No puede ser de otra forma, que con humanidad y con verdad”.
“Y me iré tranquilo porque en mi equipo hay brillantez, capacidad e ilusión para alumbrar un futuro mejor para la ciudad”, agrega a través de su cuenta de Twitter. Y es que a partir de ya, toca preguntarse quién le sucederá como candidato a la Alcaldía en la refundada formación andalucista de izquierdas (ajena de Podemos e IU), con dos nombres sonando fuerte desde hace meses: uno de sus asesores y portavoz local de Adelante Andalucía, el periodista David de la Cruz, o bien uno de los miembros de su equipo de Gobierno más expuesto, la concejala de Cultura y Fiestas Lola Cazalilla. Además, todavía tendrá que decidirse si se concurre en solitario o junto al resto de la izquierda gaditana (incluido sus actuales socios en el Ejecutivo), que ya trabaja en una candidatura de unidad.
“NUNCA PODRÉ VOLVER A CANTAR ‘SI YO FUERA EL ALCALDE DE CÁDIZ…’”
En paralelo, el primer edil y diputado provincial de Adelante Cádiz ha lanzado en redes sociales un video en el que formaliza este anuncio y hace balance de su etapa al frente de San Juan de Dios. Minutos antes se reunía con los suyos y diferentes personalidades de la ciudad (como el presidente del Cádiz CF, el exrector de la UCA o algunos periodistas) en la sede local del partido para ratificar su decisión.
“No son pocas las veces a lo largo de estos ocho años las que me he recordado ensayando aquella cuarteta de ‘Los Mendas Lerendas’, “si yo fuera el alcalde de Cádiz…”. En aquella época ni me imaginaba que un día me tocaría encarnar aquel compromiso, ni nos imaginábamos que la noche en la que Jesús Bienvenido dijo “Kichi, te toca hacer de Salvochea”, en realidad estaba conjurando una profecía. Lo que sí sabíamos, lo que teníamos muy claro era por qué lo hacíamos, por qué lo cantábamos. Era nuestra manera de denunciar que Cádiz necesitaba un cambio, que tras veinte años en el gobierno, el proyecto de Teófila estaba agotado porque no ofrecía más que un modelo de ciudad viejuno, sin aspiraciones y repleto de improvisaciones y patadas hacia delante”.
Un anuncio audiovisual que también cierra aludiendo a aquella comparsa de 2008: “soy consciente de que nunca podré volver a cantar aquella cuarteta, “si yo fuera el alcalde de Cádiz”, como aquel chaval de la comparsa que fui, la cantaba. Pero, tras todo lo vivido, lo aprendido y lo logrado, ¿quién quiere hacerlo?”.
“MILITAR PRIMERO EN CÁDIZ Y DESPUÉS EN TODO LO DEMÁS”
En esta despedida con seis meses de antelación, el todavía alcalde insiste en que “doy cumplimiento a la palabra dada, al compromiso de no ocupar un cargo público durante un periodo superior a ocho años consecutivos. Siempre he pensado que la política no debería ser un trabajo, una forma de ganarse la vida, sino un acto de compromiso voluntario. Un acto de amor y generosidad hacia los demás, que tiene obligatoriamente que ser temporal para no dar oportunidad alguna a la vanidad, a la tiranía, a la corrupción. Y la limitación salarial la mejor forma de mantenerme fiel al pueblo que te votó, no ganar ni un euro más que en mi trabajo anterior, no cambiarme de barrio. Todos fueron compromisos claros a los que hoy, como digo, doy cumplimento”.
“de repente habíamos alcanzado la oportunidad de abrir las ventanas del Ayuntamiento para que saliera el olor a cerrado, para que entrase aire fresco, luz, colores, todos los colores”
Recuerda este activista, profesor de Historia y carnavalero metido a político que en aquel 2015 el cambio llegó a Cádiz: “llegó el 15M y un relevo generacional que quería aspirar a cambiar el guion de la ciudad de los macetones que no tenía donde esconder su pobreza y su paro”. “Las Mareas, la indignación, Podemos, la esperanza. La oportunidad de generar un cambio real en la forma de gobernar esta ciudad que, sin arrodillarse a las siglas de ningún partido, pusiese a Cádiz por delate de todo. Militar primero en Cádiz y después en todo lo demás. De repente habíamos alcanzado la oportunidad de abrir las ventanas del Ayuntamiento para que saliera el olor a cerrado, para que entrase aire fresco, luz, colores, todos los colores”, subraya.
Y también hace balance en este anuncio de su adiós a la vida política de primera línea, según recoge DIARIO Bahía de Cádiz: “un balance que siempre es positivo porque me voy a llevar, además de todo lo logrado, la certeza de saber que he sido capaz de demostrar que la política no es un coto privado reservado a unos pocos, que frente al despilfarro, el autobombo y la mediocridad, había otra forma de hacer política. Era preciso demostrar que la defensa a ultranza de lo público, los derechos de la ciudadanía, la sostenibilidad, incluso la felicidad y la alegría, siendo preceptos irrenunciables de todo proyecto político del siglo XXI, no pueden convertirse en privilegio para unos pocos. Una ciudad no puede avanzar si va dejando en la cuneta a aquellos que tienen más dificultad para avanzar por sí mismos. Eso es un modelo fallido”.
“Revertir la deuda municipal, pagar en menos de 30 días a los proveedores, quitarle 7,5 millones al autobombo para ser el segundo ayuntamiento de España en inversión social después de Bilbao, que en Cádiz hoy no se le corte la luz ni el agua a ningún vecino si no puede pagar la factura, aumentar el parque público de vivienda en ocho años más que en los veinte del PP juntos, haber ahuyentado a las casas de apuestas de nuestros barrios, dignificar y poner a punto todos los equipamientos deportivos, apostar por la formación y la inserción laboral como nunca antes se había visto, remunicipalizar servicios públicos para que no sea antes el beneficio de la empresa que los presta, crear un nuevo punto de atención a la mujer, editar planes contra la LGTBIfobia y el primer plan contra las violencias machistas, eliminar referencias franquistas y golpistas del callejero incorporando, por fin, a mujeres, honrar la memoria de los represaliados por el golpe del 36 exhumando sus restos amontonados en las fosas comunes del cementerio, arrancar grandes proyectos como la Ciudad de la Justicia y Valcárcel que de seguro traerán empleo y dinamización económica a nuestros barrios”.
Con todo, González Santos asume que “queda mucho camino aún por recorrer. Son muchos los desafíos a los que, como ciudad, nos tenemos que enfrentar. El empleo, la vivienda, la justicia social, la importancia de lo público, la igualdad de oportunidades, los derechos. Lo queremos todos, no vamos a renunciar a nada. Para conseguirlo ya hay iniciado un camino, un terreno abonado”.
“PIDO PERDÓN”
Y no duda en pedir perdón “por los errores que he cometido, perdón por cada vez que no he cumplido las expectativas, perdón por no haber sido capaz de explicar algunas cosas como debiera, perdón si no he hecho lo correcto o por no haber sido sencillamente quien os hubiese gustado que fuera en cada momento. A veces es muy difícil conciliar intereses contrapuestos”. Y en dar las gracias “a todos cuantos me habéis animado a seguir día a día”, a compañeros, a la familia, y como no, a su compañera Teresa Rodríguez (y líder de Adelante Andalucía), “junto a la que he descubierto el verdadero sentido del compromiso y de la felicidad”. En este capítulo también se acuerda de “aquellas personas que han intentado desde el minuto primero que nada de esto funcionase; es de vosotros de quien más he aprendido, es gracias a vuestros golpes que me he hecho más fuerte, es gracias a vuestros engaños que me he vuelto más listo”.
“desde hoy hasta el próximo mes de mayo, no estoy en retirada, todo lo contrario, voy a seguir dando lo mejor de mí”
“Cuando miro esta ciudad, veo una ciudad mejor de la que me encontré. Hoy Cádiz es una ciudad con rumbo, más abierta, más rica, más diversa, más inclusiva, más amable, con más futuro. Y claro está que el mérito no es únicamente mío, pero me siento muy orgulloso de haber contribuido a que así sea”, apostilla el alcalde.
Eso sí, en este anuncio del principio del fin de sus ocho años de Alcaldía, ‘Kichi’ aclara que “todavía no ha sonado el final, ni siquiera estamos en el tiempo de descuento. Desde hoy hasta el próximo mes de mayo, no estoy en retirada, todo lo contrario, voy a seguir dando lo mejor de mí, redoblando el esfuerzo si eso es posible, para que Cádiz siga por la senda marcada del desarrollo y el progreso. Asumiendo los retos y desafíos que actualmente tenemos con las mismas ganas, la misma fuerza e ilusión del primer día”.