“No voy a cejar en el empeño: a las 28 familias de la Corrala de la Bahía hay que darles una solución. Pero cualquier solución pasa por sentarse a negociar con la entidad bancaria propietaria del inmueble para proponerle salidas a la situación. Opciones tenemos muchas, sólo tienen que escucharnos y seguro que alcanzamos un acuerdo”. Es parte de la carta pública dirigida al Banco Santander por parte del alcalde de Cádiz, en la que explica las gestiones realizadas desde que accedió al gobierno en junio en pro de las personas desesperadas que a finales de enero ocuparon un edificio vacío en la avenida de Portugal, que continúa sin luz ni agua.
“No voy a cejar en el empeño: a las 28 familias de la Corrala de la Bahía hay que darles una solución. Pero cualquier solución pasa por sentarse a negociar con la entidad bancaria propietaria del inmueble para proponerle salidas a la situación. Opciones tenemos muchas, sólo tienen que escucharnos y seguro que alcanzamos un acuerdo”. Es parte de la carta pública dirigida al Banco Santander por parte del alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’, en la que explica las gestiones realizadas desde que accedió al gobierno en junio en pro de las personas que a finales de enero ocuparon un edificio en la avenida de Portugal; bloque de nueva construcción que llevaba años cerrado embargado por ese banco a la constructora, y que continúa sin luz ni agua.
El pleno ordinario de febrero del Ayuntamiento ya aprobaba por unanimidad, entre otros puntos, instar a la Junta de Andalucía a que interviniera y negociara con la entidad bancaria un acuerdo que proporcione a estas personas necesitadas un alquiler social en los mismos términos y condiciones que el alcanzado por la consejería de Fomento y Vivienda en la Corrala Utopía, en Sevilla, o la Corrala de Bonanza, en Sanlúcar. Nada se sabe al respecto.
“Unos de los primeros objetivos que me puse cuando tomé en mis manos el bastón de mando como alcalde de Cádiz –relata González en su carta abierta- fue darle una solución a la situación de los gaditanos y gaditanas que viven, o habría que decir habitan, en la Corrala de la Bahía. Casi cuatro meses después de aquel día que abrió esta etapa de ilusión en el Ayuntamiento la actitud de los propietarios de inmueble y su cerrazón es la única culpable de que estas vecinas y estos vecinos se encuentren en esta situación de precariedad que roza lo inasumible en pleno siglo XXI”.
Unos vecinos, agrega el primer edil de Por Cádiz sí se puede “entre los que se encuentran una treintena de niños, motivo más que suficiente para que desde el Banco de Santander, propietario de un edificio que estaba vacío, hubieran accedido a sentarse con este Ayuntamiento para buscar una solución. Porque como dijo el poeta latino Juvenal, ‘que ni una palabra ni una mirada obscena manchen la casa en donde haya un niño’. Pero parece que no quieren permitirlo”.
“Y no porque este Ayuntamiento y este alcalde no lo hayan intentado de todas las formas posibles, es porque desde el Banco de Santander no se entiende de humanidad, de derechos humanos ni de sentimientos por estos niños”, lamenta el primer edil.
José María González asegura que ahora ese banco y sus gestores “ya ni siquiera responden a los escritos de este Ayuntamiento ni a sus llamadas. Prefieren mantener su deslealtad hacia el pueblo de Cádiz, hacia sus representantes democráticamente elegidos, y hacia este alcalde. Prefieren mantener los pisos vacíos antes que mostrar un ápice de humanidad. Prefieren tener a 28 familias con sus 30 niños malviviendo antes que sentarse a buscar una salida, que debe pasar por el alquiler social de estas viviendas que en su desesperación por su situación y por la de sus hijos optaron por ocupar estas viviendas que estaban vacías”.
“No vamos a parar hasta conseguirlo. Ni este equipo de Gobierno, ni yo, ni este Ayuntamiento, ni los miles de gaditanas y gaditanos que tenemos detrás apoyándonos en una de las reclamaciones más justas de cuantas podemos hacer: garantizar una vivienda digna para nuestros vecinos y nuestras vecinas, un derecho humano básico. Y una vivienda digna no sólo son cuatro paredes y un techo. En el año 2015, una vivienda digna es también tener garantizados los suministros básicos de luz y agua; algo que el Banco de Santander, con su cerrazón al servicio de no sé qué intereses completamente alejado de los la ciudadanía y del respeto y la lealtad por una población como Cádiz, no está permitiendo”, añade.
González Santos acaba su escrito afirmando que “como alcalde, como gaditano y como padre, como persona que sufre con el sufrimiento de sus vecinos y vecinas, no me voy quedar quieto. Cádiz y este Ayuntamiento vamos a conseguir mejorar las condiciones en las que viven estas gaditanas y gaditanos. No podemos dejar que estas familias y estos niños sigan viviendo en esta situación. No podemos permitirlo. No lo vamos a permitir”.
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