Las obras de reurbanización en Cádiz del acerado de la avenida Amílcar Barca, en su margen interior y concretamente en el tramo que discurre entre las calles Antonio Accame y Fernández Ballesteros, ya están en marcha; en concreto, el acerado de la zona donde se ubica el edificio Isecotel.
El Ayuntamiento, con estos trabajos que se extenderán unos tres meses, trata de evitar la entrada de agua de lluvia en los garajes situados en la manzana existente entre las calles Antonio Accame y Fernández Ballesteros, al encontrarse la rasante de la calle elevada respecto a los dos accesos existentes a los garajes (entrada y salida).
Asimismo, se va a sustituir el actual acerado puesto que incumple los anchos mínimos para itinerarios peatonales, resultando inaccesibles para personas con movilidad reducida. Concretamente pasa de 2,12 metros a 1,14 metros en el punto más desfavorable, “por lo que resulta incómodo y peligroso incluso para personas sin problemas de movilidad”, se evidencia en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
El proyecto para la reurbanización de este acerado (adjudicado a Martín Casillas por algo más de 52.000 euros) lo ha elaborado la Oficina Técnica de Proyectos e Inversiones del Área de Urbanismo, y tiene como objetivos principales un reparto más equitativo de los usos de la vía pública, concediendo mayor espacio al peatón y respetando la zona de estacionamiento en cordón existente comprendida entre los accesos a los garajes; mejorar la seguridad vial mediante la correspondiente señalización horizontal de los pasos de peatones y de la vía ciclista; suprimir las barreras arquitectónicas existentes eliminando desniveles mediante el enrase de la calzada y las zonas peatonales y vía ciclista en las zonas de paso; y evitar la entrada de agua en los garajes.