Agaden Ecologistas en Acción no ha dudado en presentar alegaciones al nuevo Plan Especial del Puerto de Cádiz en el término municipal de Cádiz, ya que “adolece de infinidad de cosas las cuales no pueden ser dejadas de lado”, y entre ellas se reprocha que “hace gravitar toda la remodelación portuaria del muelle Reina Sofía en una alternativa que postula comercios, restauración, hoteles y ocio como propuestas”.
Este Plan Especial es el instrumento para la ordenación urbanística del puerto gaditano, diseñado para articular la coordinación entre las administraciones con competencia sobre el espacio portuario, los planes generales y demás instrumentos generales de ordenación urbanística. Incluye las medidas y previsiones necesarias para garantizar una eficiente explotación del espacio portuario, su desarrollo y su conexión con los sistemas generales de transporte terrestre.
Al respecto, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) sigue avanzando en su tramitación, y durante el verano presentaba el proyecto del Plan Especial de Ordenación del Puerto y el Documento Inicial Estratégico ante la Junta de Andalucía. Este trámite es anterior a la aprobación por parte la administración autonómica previo informe del Ayuntamiento.
El documento “garantiza y salvaguarda” el espacio destino a la actividad netamente portuaria, que asciende a 1 millón de metros cuadrados, al mismo tiempo que propone 335.000 m2 para esa relación/integración del puerto con la ciudad.
Este Plan Especial se entiende como una necesidad ya que “la realidad portuaria ha cambiado” desde el anterior, de 2004. Así, el puerto ha finalizado su estrategia de reordenación de los tráficos por dársenas y ha ejecutado la nueva terminal de contenedores (que se espera que entre en funcionamiento en parte a principios de 2021), que permite nuevos usos en la explanada de la actual terminal.
A través de este documento se busca garantizar por un lado los espacios destinados a la actividad portuaria, localizada en: los muelles Marqués de Comillas, De las Américas y Libertad, junto a su explanada y la terminal de tráfico rodado, destinados a atender la cadena logística de mercancía general, contenerizada o no, manipulada mediante medios rodantes; los muelles Diego Fernández Montañés, Fernández Ladreda, de Lonja y de Levante, junto a su explanada, que conforman la dársena pesquera, destinados a albergar tráficos de pesca fresca y actividades complementarias; los muelles de La Galeona y número 5, junto a su explanada destinados al tráfico portuario de contenedores, principalmente; y el dominio público portuario concesionado a los astilleros de Navantia.
Asimismo, plantea ese espacio de 335.000 m2 destinado a albergar actividades englobadas en la relación puerto-ciudad, sustentada principalmente en el tráfico de crucero, a través de los muelles Reina Sofía, Alfonso XIII, Ciudad y Reina Victoria, complementadas con el desarrollo de actividades complementarias, tanto portuarias como no portuarias, en sus explanadas.
Además, se mantienen, mejorando su integración en la trama urbana, los espacios destinados a la náutica deportiva con las instalaciones de Puerto América y el Real Club Náutico de Cádiz. Y se termina de conformar el Paseo Almirante Pascual Pery (la Punta San Felipe), convirtiéndolo en un espacio “plenamente peatonal destinado al esparcimiento ciudadano”.
LOS PEROS DE AGADEN
Agaden acaba de hacer públicas las alegaciones que ha presentado a este Plan Especial lamentando que “adolece de infinidad de cosas las cuales no pueden ser dejadas de lado”.
“Un uso racional de las hectáreas de suelo portuario que hasta ahora se ha ido rellenando en detrimento de la bahía, debe ser utilizado con cabeza en este Plan Especial para el aprovechamiento de este recurso y para evitar que en futuros años se intente justificar nuevos rellenos”, se sentencia.
Por un lado, se subraya la ausencia de la emergencia climática en la formulación de dicho documento, “a pesar de que ya estamos inmersos en ella y que tendrá de forma progresiva fuertes repercusiones en la actividad portuaria”, así como se echa en falta los planes de sostenibilidad, sobre todo los relativos al control y medición de la calidad del aire y del uso de suministro energético a buques menos contaminante.
Además, según se destaca en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, para los ecologistas es “prematuro y erróneo” el promover que Cádiz sea puerto base de cruceros sin un plan turístico para la ciudad, “ya que la capacidad de carga hotelera, de comunicaciones y de capacidad de acogida no están evaluadas”. Y se reflexiona que las alternativas portuarias necesitan de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) “que diseñe un modelo de desarrollo que no se base exclusivamente en el turismo y los servicios, empecinamiento en el que cae de nuevo este Plan”.
Entre las alegaciones, también se recoge el desacuerdo con incrementar el tráfico de graneles que incorpora el documento, “por su evidente impacto contaminante que afecta de forma directa a las poblaciones de Cádiz y Río San Pedro”; así como se expone que no ayuda a reducir las emisiones contaminantes el aparcamiento que se diseña paralelo al Paseo Pascual Pery.
El suministro energético descarbonizado y renovable y la depuración de sus aguas residuales para no recargar la depuradora (que comparten Cádiz y San Fernando) son otras de las propuestas que Agaden entiende “deben ser llevadas a cabo y no quedar dilatadas por más tiempo”.
De la misma manera, se rechaza con rotundidad la construcción de viviendas en este recinto portuario a integrar en la ciudad, “incluso disfrazándose de viviendas sociales”. Primero, por su innecesariedad, “cuando existe un acervo de viviendas vacías pendientes de rehabilitación”. Segundo, por su marcado y no confesado carácter especulativo, “que vendría a agudizar uno de los mayores problemas que tiene la ciudad, junto al de la falta de empleo: la imposibilidad de acceso a una vivienda digna para los sectores más desfavorecidos”. Y tercero, “porque desvirtúa el fin de interés público y oferta social que debe tener este proceso de remodelación urbana”.
Para esta organización verde, el nuevo espacio urbano ganado gracias a la reordenación de los muelles debe recoger opciones de instalación de empresas de base tecnológica y/o vinculadas a la economía creativa, entre otras, “las cuales puedan estar en un ambiente diferente a un polígono industrial”. “Llenar este espacio de bares, terrazas, tiendas y gimnasios es una oferta muy pobre en relación con las oportunidades de negocio que se ofrecen”, se apostilla.
Los ecologistas, finalmente, apuestan por la recuperación de la “dimensión industrial” del puerto a través de la especialización en reparación de cruceros, los astilleros artesanales y el reciclado de buques.