Para evitar el colapso de operadores de transporte público, y que estos puedan ofrecer un servicio de calidad que evite un estigma hacia estos medios, a raíz de la crisis sanitaria del coronavirus, Ecologistas en Acción propone un “plan de impulso” del transporte público.
Este colectivo parte de que este sector se enfrenta a un “difícil escenario” en los próximos meses e incluso años. Por un lado, las pérdidas que le puede estar generando mantener ofertas superiores a las necesarias para garantizar las condiciones de distanciamiento y seguridad (unos 180 millones de euros mensuales en el conjunto del país; además, no ha podido acogerse a ninguna de las ayudas desarrolladas por el Gobierno central); y por otro hacer frente a un “probable rechazo” de la población a viajar en transporte colectivo, donde, de hecho, ya es obligatorio el uso de la mascarilla.
En el caso concreto de la capital gaditana, Ecologistas considera que la desescalada “va a ser un reto”, donde cada día un elevado número de personas se desplaza mediante el transporte público.
Al respecto, entiende que las medidas de protección frente al contagio del Covid-19 no deberían suponer un descenso en el uso del autobús urbano e interurbano, del Cercanías o del catamarán, derivando a los usuarios hacia el vehículo privado.
Para ello, considera “imprescindible” dar prioridad al autobús en calzada, “lo que supondrá una mejora de la velocidad comercial, de los tiempos de recorrido y con ello de la frecuencia de paso”. Con ello se conseguiría reducir la ocupación de los autobuses y aumentar la distancia física entre viajeros con el mismo número de vehículos de transporte público en circulación. “Estas medidas eran ya necesarias antes de la crisis y ahora resultan absolutamente imprescindibles”, se subraya. De la misma manera se insta al Ayuntamiento gaditano a reforzar y modernizar la flota de autobuses urbanos (el nuevo pliego, del que se lleva hablando unos años, sigue sin licitarse).
Por otra parte, muchas ciudades, como también Cádiz, han puesto en marcha medidas para incentivar modos alternativos de desplazamiento diario como la bicicleta, que, para este colectivo, “no deben debilitar el papel vertebrador y universal del transporte público”.
UNA DOCENA DE MEDIDAS
De este modo, Ecologistas en Acción ha recopilado hasta doce medidas para mejorar la oferta, asegurar una financiación que garantice su mantenimiento a corto y largo plazo y reforzar la seguridad sanitaria del personal de los transportes públicos y las personas usuarias.
Como primera medida, se resalta el dar prioridad al transporte público en la calzada urbana, mediante: la creación de carriles reservados en las principales avenidas y en las vías de acceso a la ciudad; la sustitución de las paradas en cajón por paradas en el carril de circulación, lo que permite además ganar espacio de acerado para los peatones; la eliminación de bandas de aparcamiento en las vías recorridas por líneas de autobús, lo que evita bloqueos a la circulación de autobuses y permite también ganar espacio de acera; y la regulación de los semáforos en los grandes ejes para priorizar la circulación de los autobuses, de forma que los ciclos semafóricos y su desfase se adapten a la velocidad comercial y tiempos de parada de los autobuses.
Por otro lado, se insta a garantizar la accesibilidad del transporte público, de forma que dé respuesta a las necesidades de movilidad, de forma autónoma e independiente, de toda la población sin excepciones, especialmente a las de las personas más vulnerables. “La accesibilidad debe entenderse además como cadena, no solo de los vehículos, sino también de estaciones, paradas e itinerarios peatonales hasta ellas”, se agrega.
También se pide solicita una “adecuada” oferta de transporte público, dimensionando la red actual (cobertura y frecuencias) de acuerdo con las necesidades reales de movilidad de la población; y mejorar la información pública en tiempo real sobre opciones de transporte público, tiempos de espera y alternativas existentes para distribuir la demanda de forma más adecuada.
Entre otras medidas están, aprobar urgentemente una ley estatal de financiación del transporte público; reducir las millonarias inversiones previstas en nuevas infraestructuras viarias, y reorientarlas en mejorar los servicios e infraestructuras del transporte público; transferir de manera urgente desde el Ministerio de Hacienda una subvención extraordinaria para el mantenimiento del transporte urbano a los ayuntamientos; crear un fondo de compensación para movilidad por parte de todas las administraciones competentes con el objetivo de suplir la pérdida por ingreso tarifario durante y después de la pandemia a los operadores; y condicionar la recepción de ayudas extraordinarias a que los ayuntamientos destinen carriles de circulación para mejorar la movilidad peatonal, ciclista y colectiva frente al coche.
Finalmente, se propone desde Ecologistas el intensificar las tareas de limpieza y desinfección de vehículos; disponer de informaciones e indicaciones claras en las estaciones y vehículos para asegurar que no se supere el aforo recomendado y las distancias de seguridad; y dotar a las distintas plantillas del transporte público (conductores, personal de estación y mantenimiento) de todas las medidas de prevención y protección necesarias, al tiempo que potenciar los sistemas de cobro que eviten el contacto con los usuarios.