JORNADA 30. Con el disgusto todavía en el cuerpo por el inesperado mal partido de Albacete, el Cádiz se plantaba en la sobremesa del domingo de Piñata en La Rosalesa para disputar otro bonito derbi andaluz, frente al Málaga: un recién ascendido a Segunda recibía a un recién descendido de Primera.
“Vamos con ilusión a intentar que se vea el Cádiz de los últimos meses. No puedes pasar de pensar en el descenso al ascenso de seguido porque para eso hay que ganar todos los domingos y nadie puede ganar todos los domingos, ni Almería, ni Elche”, reflexionaba en la previa Gaizka Garitano, muy autocrítico con lo vivido el domingo pasado: “hay que corregir los errores y saber que en esta categoría hemos estado diez partidos sin perder y ahora nos ha llegado la derrota. Y, sobre todo, que nos sirva para aprender. Ahora hay que espabilar y ganar para estar más cerca de arriba que de abajo”.
Los de amarillo se presentaban en la capital de la Costa del Sol con cambios en el once titular: David Gil, bajo palos; Zaldua, Climent, Kovacevic y Chust, en defensa; Rubén Alcaraz y Diakité, en el centro del campo; y arriba, Ocampo y Sobrino, en los extremos, Carlos Fernández en la delantera, y Javi Ontiveros, liberado a su antojo, y no muy bienvenido en su tierra.
Un choque que se iniciaba con susto en el área local: Sobrino llegaba a robarle el balón al portero pero acababa resbalándose antes de alcanzar la pelota. A partir de ahí, el conjunto blanquiazul se mostró mejor plantado que un Cádiz que tardó en entrar en situación.
Superado el minuto 20, se pasaba de la igualdad a nada a un conjunto gaditano más intenso y queriendo al menos controlar la pelota, aunque sin apenas profundidad real más allá de algunos saques de esquina y de falta. Pero precisamente en esta fase con el Cádiz imponiéndose llegaba la primera ocasión clara del rival, en una rápida contra casi perfecta en el 31 desde su portería que acababa con un disparo de Antoñito repelido por David Gil con el pie.
Cuatro después, Brian Ocampo que se veía participativo y con ganas, se retiraba con problemas musculares y era sustituido por el joven De la Rosa; y los de Pellicer volvían a darle otro ritmo al encuentro entrecortado de ¿fútbol? entre dos equipos espesitos. Al borde del 45 (y de tres minutos de descuento) volvía a intentarlo Antoñito con un chute que salía rozando el lateral derecho de la portería del Cádiz.
MATOS Y MELENDO, REVULSIVOS
El tostón idóneo para una siesta mecida por la monotonía de la lluvia tras los cristales continúo en la segunda mitad, en la que apenas pasó nada reseñable, si contar alternativas de desaciertos, toques improductivos y bostezos, hasta el minuto 62, un disparo desviado de Kevin Medina, recién incorporado al verde.
En la siguiente acción era Chris Ramos el que entraba por Carlos Fernández, un partido más sin marcar y sin tirar entre los tres palos… Al menos el delantero gaditano lograba un amago de ocasión en el 76. Y para la recta final se unían a la partida Matos y Melendo por De la Rosa, cojeante, y Ontiveros, bastante desaparecido en este espectáculo inánime.
Y cuando parecía que, desde hace rato, malagueños y gaditanos se conformaban con el 0-0, Bojan Kovacevic se inventaba un pase largo a Matos en la banda izquierda que asistía al área y allí el infrautilizado Óscar Melendo marcaba un sorpresivo primer gol para los de la Tacita, en el minuto 82.
Todavía no se lo creían los adormilados cadistas y ni tres minutos después José Joaquín Matos actuando de extremo, recogiendo un pase largo de Melendo, establecía el 0-2 en el marcador en un mano a mano resuelto con una vaselina sobre el meta Alfonso Herrero.
Sin dudas, actuación decisiva y revulsiva de los dos últimos cambios por parte de Garitano, tras un partido malo por ambas partes que, siendo justos, no debió ganar nadie. Pero la suerte se decantó por el lado amarillo; un Cádiz que puede dejar de mirar por el retrovisor pero que tampoco se sabe si mira a la parte alta de la tabla: alcanza los 41 puntos y la semana que viene espera al Granada en el Nuevo Mirandilla.
“Hemos hecho un trabajo muy bueno, el que no hicimos en Albacete; ha sido un partido de Segunda con pocas ocasiones, hemos defendido bien, hemos ido madurando y hemos rematado con los cambios. Estos tres puntos son importantes, recuperamos las buenas sensaciones. Ganar aquí no es fácil, y lo hemos conseguido de una manera inteligente aprovechando al final los espacios que han dejado ellos”, anotaba el técnico vasco, satisfecho con los suyos, en la rueda de prensa postpartido. DIARIO Bahía de Cádiz