JORNADA 19. Pasadas las vacaciones navideñas y antes de un nuevo pequeño parón en la competición, LaLiga EA Sport alcanzaba en la víspera del Día de Reyes su ecuador, y el Cádiz viajaba al Nuevo Los Cármenes este miércoles para medirse a un rival todavía más hundido en la clasificación, el Granada comandado ahora por el uruguayo Alexander Medina.
“El que antes se concentre y se ponga el mono de trabajo tendrá más posibilidades de ganar. Sabemos de la importancia del choque por el rival, por la situación y por los puntos en juego. Para ganarles tenemos que hacer un gran partido. Por todo, es de seis puntos”, reconocía Sergio González en la previa de este derbi andaluz al que los amarillos (con su equipación verde) llegaban ya con cuatro meses sin conocer la victoria.
Con la principal novedad del recuperado Luis Hernández en la zaga, los gaditanos salían al campo de inicio con: Ledesma, bajo palos; Iza, Lucas Pires, Fali y Hernández, en defensa; Rubén Alcaraz y Álex Fernández, en el centro del campo, con Darwin Machís y Sobrino, en los extremos; y arriba, Maxi Gómez y Chris Ramos.
Nada igualado se desarrollaba el partido desde el pitido inicial. Los locales daban mucha más sensación de peligro y de ser conscientes de la importancia de los puntos, mientras el Cádiz mostraba una endeblez atrás inquietante, y una triste inoperancia atacante. Ya en el minuto 2 asustaba Uzuni culminando una contra rápida; en el 17, Boyé marcaba pero el tanto no subía por una mano previa en el control; y a la tercera era la vencida: en el 21 el árbitro le anulaba otro gol al Granada por un ajustado fuera de juego, que revisaba el VAR y se daba por válido tres minutos después.
El merecido 1-0 no terminaba de despertar a los gaditanos, que seguían comiendo polvorones y sufriendo las ofensivas de los de casa. En el minuto 27 Ledesma se debía emplear a fondo ante otro disparo de Uzini; y el mismo delantero albanés perdonaba el segundo en el 35 aprovechando otro error defensivo.
Ya en la recta final del primer periodo, Lucas Boyé tenía cerca el 2-0 cabeceando una falta. Y pese al desastre exhibido por los hombres de Sergio González, en el descuento sólo tratando de irse arriba y acercándose tímidamente al área granadina, se estuvo a punto de igualar el marcador si no fuera por el hilarante arbitraje de la liga española. El de negro pitaba penalti por una caída exagerada de Sobrino al ser medio agarrado en un tobillo por el portero, pero entraba en juego el dichoso VAR y tras una eterna deliberación, el colegiado Pulido Santana se retractaba y Los Cármenes respiraba aliviado.
SOBRINO SE GANA LA ROJA Y NULA REACCIÓN
Sergio era consciente del naufragio y no esperaba para mover el banquillo; en la segunda parte entraban Kouamé y Robert Navarro y se quedaban en la caseta Álex y Machís. El Cádiz se intuía algo más centrado, pero ni se había cumplido diez minutos y Sobrino se autoexpulsaba buscando una absurda tarjeta roja directa al golpear a un rival sin balón, y tras chivarse el VAR. Y Maxi Gómez dejaba su sitio en el campo a Sergi Guardiola.
Con inferioridad en el verde, los gaditanos se mostraban más incisivos ya medio a la desesperada frente a un conjunto nazarí que no sabía si meterse en la cueva o si buscar la puntilla. Y lo que llegó fue la puntilla: en el minuto 69 marcaba Bryan Zaragoza casi a placer poniéndole el lacito a una jugada eléctrica.
Con quince minutos reglamentarios eternos por delante, el desaprovechado Brian Ocampo salía al rescate y se retiraba Alcaraz, y poco después, Negredo suplía a un Chris Ramos tocado. Y pese a evidenciar el Granada en el tramo final también el porqué navega en zona de descenso, la goleada local estaba más cerca en todo momento que el tanto del honor del Cádiz; sin embargo, sin disparar entre los tres palos es más que complicado.
Un estreno de 2024 desesperanzador para este Cádiz que no juega a nada, y más que por la derrota ante un rival directísimo, por las malas sensaciones y actitudes que se vienen repitiendo en demasiadas jornadas en lo que va de presente liga.
¿Tiene las horas contadas Sergio González en el banquillo amarillo? “Lo único que deseo es que el presi reflexione desde la tranquilidad, con esta racha es verdad que debería estar despedido, pero estoy convencido de que le podemos dar la vuelta a esto, y con los futbolistas que tenemos”, sostenía el técnico catalán en el postpartido. Y sobre el choque visto un rato antes, valoraba que “creo que el partido es inaceptable por nuestra parte, nosotros no hemos salido jugándonos la vida, ellos sí, hemos sido lamentables en la primera parte. El penalti antes del descanso pudo cambiar todo, y otras circunstancias no nos han ayudado. Pero no se puede salir con esa pasividad. No hemos entendido la importancia que también tenía para nosotros este partido”. DIARIO Bahía de Cádiz
/ FOTO: Cádiz CF