La Policía Nacional ha detenido en el barrio de la Viña, de Cádiz, a una mujer de 40 años de edad como presunta autora de los delitos contra la salud pública y contra la seguridad vial, quien además tenía en vigor una orden de detención para ejecutarse una pena de cárcel también por tráfico de drogas.
Esta investigación ha permitido desmantelar un punto muy activo de venta de drogas en esta zona emblemática del centro de la capital, dando con ello cumplimiento a numerosas quejas vecinales. Además, se encontraba situado a escasos cincuenta metros de un centro escolar.
A raíz de informaciones propias, además de las numerosas quejas de vecinos de la zona que dieron a conocer la existencia de este “punto negro muy activo” de venta de sustancias estupefacientes, concretamente de heroína y cocaína (pero especialmente de la mezcla entre ambas sustancias, denominada ‘rebujito’), la Policía comenzó la investigación, según se apunta en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Hasta la vivienda de la ahora detenida acudían “a cualquier hora del día y de la noche” numerosos toxicómanos en busca de sus dosis de droga, “creando todo ello un clima de permanente inseguridad y molestias continuas entre los vecinos del citado inmueble”.
Por todo ello se dispuso el pertinente dispositivo de vigilancia sobre dicha finca y fruto de ello se llegaron a interceptar varios compradores a los que se les intervino diversos envoltorios de ‘rebijito’ que acababan de comprar, pagando 10 euros por unidad.
Finalmente se procedió a la detención de la investigada en el momento en que llegaba a su domicilio conduciendo un vehículo propiedad de uno de sus hermanos, careciendo además para ello de permiso de conducción y de seguro. En ese momento se pudo comprobar como a la misma, además, le constaban dos reclamaciones judiciales en vigor, una de ellas de ingreso en prisión para cumplir una condena de dos años por tráfico de drogas, relacionada con una anterior detención realizada por la misma Udyco. Se confirma que después de quedar en libertad, continuó con su ‘modus vivendi’.
Una vez en Comisaría, se tramitó el correspondiente atestado policial, pasando disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Cádiz, cuyo titular “ante la contundencia de las numerosas pruebas aportadas”, decretó el inmediato ingreso en prisión.