JORNADA 8. “Un partido titánico ante un equipo que hace muy buenos números, que juega muy bien con balón y sin balón”. Así hablaba en la previa el entrenador del Cádiz CF, Sergio González, de la visita de los amarillos al campo del Atlético de Madrid, al imponente Estadio Civitas Metropolitano; choque con el que se cierra la semana de tres duelos que hasta este duelo había deparado dos puntos y dos empates, ante el Betis y el Rayo.
“La idea es salir fuerte, parar su primera embestida y tener capacidad para sumar pases, hacerles correr hacia atrás y, sobre todo, competir”, incidía el técnico antes de pisar Madrid, anunciado la posibilidad real de rotaciones.
Dicho y hecho. En el once inicial del Cádiz (de verde, color de la bandera de la provincia) aparecían las novedades de Meré, Kouamé, Pires, Zaldua y Sobrino; Ledesma, en portería; Zaldua, Lucas Pires, Meré, Fali, Luis Hernández, en una inusual defensa de cinco; Alcaraz, Kouamé y Rubén Sobrino, en el centro del campo; con Chris Ramos y Roger Martí como hombres más adelantados.
En el minuto 2, Griezmann la estrellaba en el poste. Dos minutos después, el mismo francés se plantaba prácticamente solo delante de Ledesma. Un doble primer aviso para infundirle pánico a los gaditanos, desde pronto reculando. Entre el vendaval de los de Cholo Simeone, muy superiores frente a muchas dudas defensivas visitantes, un carrerón de Chris Ramos se quedaba en nada.
Mas pese a las malas sensaciones iniciales, en el minuto 11 el Cádiz se ponía sorprendentemente por delante en el marcador, con gol del brasileño Lucas Pires, rebañando un pase medido de Ramos por la derecha; un gol que los colchoneros pedían que se anulara por una supuesta falta previa a la acción. Y en el 22, Fali casi se la cuela a Oblak desde más allá de mitad de campo.
Y en el 27, tras una falta botada por Griezmann que se iba fuera por poco, el portero argentino sacaba de puerta, peinaba Azpilicueta hacia su campo pero acababa asistiendo a Roger, que definía perfectamente para hacer el 0-2.
Dos ocasiones, dos goles, y los cadistas frotándose los ojos. Aunque no duró mucho la alegría: en el 31 un testarazo de Correa se convertía en el 1-2, una acción precedida por una parada de Conan ante el francés. Y encima se retiraba Fali lesionado, sustituido por Momo.
El Atleti continuó achuchando hasta el final de la primera mitad, y los cinco de añadido, pero con menos claridad y decisión, y más nervios y presión que en el primer tramo del duelo.
LA REMONTADA ES INEVITABLE
El partido se reiniciaba con cambios entre los visitantes, la entrada en el campo de Alejo y Escalante por Alcaraz y Roger. Y el empate tempranero de los rojiblancos en el 47, un trallazo cercano de Nahuel Molina entre piernas y cuerpos.
Minutos después, Ledesma se estiraba para salvar el tercero ante un disparo desde la frontal de Griezmann; y a su vez, Oblak acertaba ante el cabezazo de Chris Ramos a centro de Pires, el primer escarceo ofensivo del Cádiz en este periodo, con los del Cholo dominando en todas las parcelas casi por completo y los gaditanos atrás más blanditos y contemplativos de lo esperable.
Y otro cambio entrando en el minuto 60: Iza Carcelén se incorporaba por Zaldua. Cinco después, en una rápida acción a la contra, el Atlético remontaba, con otro tanto de Correa, el 3-2. Se hacía justicia y se imponía la lógica, dado lo expuesto y demostrado por ambos hasta el momento. Sergio González reaccionaba quitando a un defensa y sacando a un delantero: Meré a la caseta y Maxi Gómez al verde.
En el 77, a punto estaba de llegar el cuarto de los locales, con un disparo de Antoine Griezmann rozando el palo. Y contestaba tímidamente el Cádiz con un cabezazo de Chris. Acercándose el 90, los madrileños comenzaban a aguantar el resultado y a perder tiempo, y los gaditanos en la teoría intentaban irse arriba, espoleados por un lanzamiento con intenciones de Javi Hernández; un espejismo. Se decretaban cinco de tiempo extra, y no pasó nada. Derrota merecida. DIARIO Bahía de Cádiz