CSIF en el Ayuntamiento de Cádiz ha vuelto a denunciar las carencias que padece el parque móvil de la Policía Local, mientras se espera la puesta en funcionamiento de los tres nuevos vehículos que se acaban de anunciar.
El pasado viernes, la Junta de Gobierno Local aprobaba la adjudicación del contrato menor para el suministro de estos tres coches para el servicio de radiopatrulla de la Policía Local. El contrato se lo ha llevado la empresa Gamo Bahía por cerca de 18.000 euros. Y se asegura que vendrán más: actualmente está abierto el expediente para la adquisición de otros ocho vehículos “que llegarán previsiblemente en el primer trimestre de este año”.
A raíz de este anuncio, la sección sindical de CSIF ha querido concretar que a día de hoy, las calles de la capital “sólo cuentan con cinco patrulleros”, dos de ellos son de febrero de 2004 y los otros tres son de 2009; “es decir, todos con más de diez años”.
En cuanto a las furgonetas de la Policía Local, actualmente sólo hay funcionando tres (una destinada a la sección de atestados y dos para transporte operativo), todas también del año 2009.
“Todos estos vehículos tienen más de 200.000 kilómetros cada uno, por lo que las averías son cada vez más frecuentes”. Para estas circunstancias, el parque móvil tiene asignada una “caja fija” para disponer de dinero para la reparación de los vehículos; “sin embargo, hoy en día dicha cuenta está a cero, y CSIF no tiene constancia de que exista previsión alguna para que tenga fondos suficientes para solventar cualquier eventualidad”, se afirma en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Para CSIF, además, es una “media verdad” que el Gobierno local difunda “a bombo y platillo” la aprobación por parte de la Junta de Gobierno de la adquisición de tres nuevos Toyotas, “cuando no son nuevos, sino que son los mismos; a los cuales sólo hay que renovar el contrato de ‘leasing’”. De este modo, estos tres vehículos, se añade, “no van a poder estar operativos hasta dentro de unas semanas, una vez se hayan resuelto todos los trámites administrativos que requieran”.
“Esta situación ocasiona un obvio perjuicio a la seguridad ciudadana y a los profesionales que han de prestar servicio público a la población con garantías”, insiste este sindicato, que espera que en los próximos días “ninguno de los vehículos que están patrullando la ciudad sufran una avería, pues la flota quedaría forzosamente mermada al no poderse reparar inmediatamente”.