JORNADA 14. Con el reto de lograr una segunda victoria consecutiva para alejarse de los puestos de peligro, tras el nuevo parón de selecciones el Cádiz se plantaba este domingo en el Coliseum Alfonso Pérez para medirse ante el entonces todavía colista de Primera. “Si ganamos nosotros, nos da mucho aire, pero para mí sigue siendo demasiado pronto para hablar de partido importante”, llegaba a apuntar Cervera en la previa del choque en horario anti-fútbol.
Al once amarillo volvían Tomi Alarcón, acompañado en la media por Álex Fernández, y Negredo, arriba junto a Rubén Sobrino. Además, Ledesma en portería; Iza, Espino, Cala y Haroyan, en defensa; y Perea y Salvi, como extremos.
Un choque al que los gaditanos tardaban en entrar, mostrándose en los primeros minutos horribles en defensa. Fruto de ello, en el minuto 7 los azulones se ponían por delante en el marcador: Olivera se imponía a Iza Carcelén y remataba de forma contundente. ¿Gol regalado?
Trataba de reaccionar el Cádiz y el propio lateral portuense con un disparo lejano que se marchaba por encima de la portería; y en la siguiente, asustaban otra vez los hombres de Quique Sánchez Flores con un remate e Ünal, que iba a las manos de Conan.
Poco a poco, y pese a que los de amarillos se mostraban faltos de intensidad y hasta inoperantes, iban ganándole terreno al Geta, y fueron cayendo diversas oportunidades con más o menos peligro: una falta botada por Pacha que repele de puños David Soria; un tiro de Alberto Perea en el interior del área que se va cerca de la escuadra; un cabezazo de Álvaro Negredo que atrapa el portero; un disparo demasiado flojo de Salvi Sánchez; un saque de falta de Álex despejado de puños…
La sensación con la que acababa la primera mitad era de que los visitantes jugando muy regular en las dos áreas merecían algo más, que eran hasta superiores al conjunto madrileño, que con todo se veía demasiado cómodo.
Y tras el descanso, cambios: Fali reemplazaba a Iza e inicialmente se iba su posición lateral, y el canterano Chapela entraba por Salvi. Más adelante, y ya con un mareo de intercambio de posiciones en marcha entre jugadores, fueron siendo de la partida también Álvaro Jiménez (por Alarcón), Bastida (por Sobrino) y Lozano (por Perea).
Una segunda parte en la que los gaditanos terminaron de confirmar que lo mejor era que terminara el partido cuanto antes. A medida que avanzaba el crono, más se indignaba el cadismo ante lo que veía en el verde. El Getafe ahora sí controló sin problemas y encima cada vez que llegaba, lo hacía con peligro, frente a un Cádiz sin sangre, perdido e inofensivo, cuya única acción reseñable era un palo en el minuto 76 de Álvaro Jiménez, que centraba y la pelota la desviaba un defensor.
Entre tanto, ya Aleñá avisaba en el 49. Y en el 59, Cuenca, solo, marcaba el 2-0 y prácticamente la sentencia. Ünal hacía el tercero en el 80, y el tercero de la tarde de cabeza. Y Mata tras asustar en el 89, remataba la fiesta local en el 90, poniéndole el lacito a la dolorosa goleada. Segunda victoria consecutiva en casa de los madrileños, que abandonan el farolillo rojo, ante un Cádiz roto.
“Creo que hemos sido mucho mejores que ellos en la primera parte, y en la segunda, creyendo yo que creía que podía remontar hago unos cambios, y me equivoco totalmente. Cuando intentamos jugar bien, y no marcamos, no lo conseguimos, nos golean… Hay que aprender de muchas cosas”, reflexionaba Álvaro Cervera en el post-partido, donde además incidía en que “tenemos un problema a balón parado, y no somos buenos ni en ataque ni en defensa. Seguiremos buscando la manera de mejorarlo”. DIARIO Bahía de Cádiz