JORNADA 15. Digerido más o menos el bochorno de Getafe, el Cádiz volvía a pisar casi un mes después el Nuevo Mirandilla para recibir al vigente campeón liguero, el Atlético de Madrid. Un choque en una fresquita tarde de domingo para, como mínimo, recuperar identidad y tratar de dar el susto a los de Simeone. Y en la gradas cerca de 17.000 personas aunque ambiente mejorable.
“No voy a pedir otra cosa que no sea entrega, esfuerzo y hacer lo que podamos en el campo”, admitía con sus dosis de realismo en la previa Álvaro Cervera, que confiaba en un once titular sin sorpresas: Ledesma, bajo palos; Haroyan, Cala, Iza y Espino, en defensa; Álex Fernández y Jonsson en el centro del campo; Perea y Salvi de extremos, y Sobrino y Choco Lozano, como hombres más adelantados. En el otro lado del campo, nombres como Marcos Llorente, Carrasco, Koke, Griezmann y Luis Suárez, casi nada.
Con muchas ganas y actitud saltaban al verde los de amarillo, sorprendiendo durante los primeros compases a los colchoneros, que con todo dispusieron de la primera oportunidad de peligro en el 12, gracias a un córner: remató solo Hermoso y posteriormente Savic la mandó por encima del larguero. Y en un abrir y cerrar de ojos, los madrileños pasaron a mandar y a bailar durante unos minutos a los de casa aprovechando sus imprecisiones. Eso sí, el Choco se inventaba un sombrerito en pleno área visitante, para nada, pero le quedaba bonito.
Fiesta de genialidades a la que se unió poco después Rubén Sobrino con un taconcito para escapar de tres hombres. Había que tratar de no recular. Un buen centro de Salvi Sánchez no lo remataba por poco el ex del Valencia. Y en el 26 era el propio sanluqueño el que gozaba de una buena ocasión.
El Cádiz no se achantaba y el Atleti no terminaba de imponer su calidad. En el enésimo centro de Salvi, el balón terminaba en los pies del Pacha, pero su disparo cruzado se iba algo desviado, en el 36. En la siguiente, tras un desajuste defensivo, Luis Suárez perdonaba el primero: delante de Conan la mandó a las nubes.
La igualada primera mitad, con los de Cervera serios y luchadores, y tuteando a los rojiblancos, se diluía con el 0-0 inicial en el marcador.
Si el primer tiempo se cerraba con los del Cholo perdonando, el segundo arrancaba con Lozano muy muy cerca de marcar, no llegaba al fuerte centro de Juan Cala. En la otra área, el argentino salvaba a cámara lenta un cabeceo, de nuevo tras saque de esquina. El de Lebrija asustaba también de cabeza en la siguiente a Oblak. Pero en el 56 se terminaba de desnivelar el marcador: acertaba a rematar en el segundo palo Thomas Lemar un centro medido de Carrasco.
El encuentro parecía abrirse y romperse y en el 62 los de la capital del Reino se encontraban con Ledesma, providencial, abortando un contragolpe clarísimo. De ahí nacía otra contra-respuesta, del Cádiz, que terminaba en córner.
Saltaba ya al campo Negredo por Perea, y en ese instante Jonsson la mandaba alta. En la siguiente, en el 69, hacía el segundo el rival, tanto anotado por Griezmann. Con este mazazo, el Cádiz empezaba a descomponerse y a punto estaba de marcarse el tercero en propia meta. En el 75 era el cuerpo de Haroyan el que evitaba el gol en un trallazo, de los que duelen. Y en el 76 entraba, ahora sí, ese esperable 0-3, obra de Correa.
Chapela, Arzamendia, Fali y Bastida reemplazaban a Salvi, Sobrino, Jonsson y Álex, en el tramo final del partido ya convertido en sinsentido. En el 85, el delantero hondureño, casi sin querer, marcaba un golazo que se colaba por la escuadra al intentar un centro, con ayudita del portero. Como venganza, nada más sacar de centro, el Atlético castigaba con el cuarto, con un imparable disparo de Cunha.
Otra goleada (ocho goles encajados en los últimos dos envites), injusta pero igual de dolorosa. “Me preocupa todo, pero si tengo que nivelar, me preocupa que, jugando bien, o haciendo las cosas bien, no somos capaces de marcar un gol. Me preocupa que cuando nos ponemos por detrás, no nos parecemos nada a lo que tiene que ser un equipo de Primera”, reflexionaba Cervera en el postpartido. DIARIO Bahía de Cádiz