JORNADA 39. Mostrando seriedad y confianza se plantó el Cádiz, el líder, en la calurosa noche del martes en el estadio Francisco de la Hera de Almendralejo, con mucha moral en la mochila tras una última jornada redonda: victoria propia y derrota de los tres perseguidores inmediatos, Huesca, Zaragoza y Almería. Una nueva final de esta liga-exprés post-coronavirus, con cuatro por delante, en la que sumar otros tres puntos suponía verse un pie y medio ya en Primera. Y en frente, un Extremadura con urgencias metido de lleno en la cola de la clasificación.
Con la baja por acumulación de tarjetas de una pieza clave en esta máquina, Álex Fernández, Cervera recurría a colocar a Bodiger más adelantado, con, otra vez, José Marí y el canterano Sergio González de doble pivote. Y por arriba, Álvaro Giménez, Alberto Perea y Choco Lozano.
Y creyendo en su superioridad, teórica, los de amarillo completaron una buena primera mitad, buscando desde pronto agobiar al rival, aunque algo despistado atrás. Así, se sucedían algunos centros sin rematador y disparos reguleros, hasta que asustaba de verdad Perea en el 20, fallando una ocasión en el interior del área que parecía clara. Dos minutos después, sí subía en el marcador el 0-1, obra de Choco, enrrachado, rematando con tino una falta botada desde la derecha por el roteño.
A partir de ahí, pasó poco: sin tener oportunidades serias, los extremeños no dejaron de inquietar de vez en cuando, hasta el descanso, a los de la Tacita, que controlaron casi siempre la situación.
El choque se reanudaba con cambios, entre ellos se quedaba en la caseta José Mari y salía el fichaje de las últimas semanas, el argentino Augusto Fernández. Diez minutos después, con dos medio ocasiones más en su haber, se retiraba con molestias musculares el delantero hondureño y entraba Nano Mesa. Los de casa, cada rato más desesperados, llevaban la iniciativa y el Cádiz, más cansado, se dejaba hacer, sin sufrir. Yann Bodiger probaba en el 61, bastante desviado. Salvi se incorporaba poco después precisamente por el francés; y Malbašić y Jurado por Giménez y Perea, tras la pausa de hidratación.
Con un marcador tan ajustado, se entraba con incertidumbre en el último tramo de partido, ya sin control y dos posibles penaltis tontos en cada área, descartados: el Extremadura seguía, con sus limitaciones, insistiendo, y los de Cervera daban sensación de estar pensando ya en la cena; en el 77 Nano Mesa desperdiciaba una contra tras un robo de pelota.
Y ocho eternos minutos de descuento, para alargar este ¿sufrimiento? El balón ya iba de un lado a otro, y en una de ellas, el serbio Malbašić tenía el segundo gol en sus botas; en otra, era Zarfino el que no igualaba el resultado por los pelos, y luego Lele desde el borde del área.
Pero el 0-1 no se movió y el Cádiz celebró sobre el verde tres puntos (ya importa poco cómo se consiguen, y más en esta competición adulterada por la pandemia) que le acercan muy mucho a Primera división quince años después. Por delante tres finales, nueve puntos y los perseguidores del líder, a una distancia prudencial. DIARIO Bahía de Cádiz
/ FOTO: Cádiz CF