CRÍTICA. El Cuarteto Francisco de Goya, constituido por jóvenes pero cualificados instrumentistas españoles, se presentó en Cádiz el pasado 28 de julio, dentro del ciclo ‘Las Noches Clásicas 2014’ organizado por el Ayuntamiento. El cuarteto orienta su trabajo hacia la recuperación y estudio y difusión del repertorio musical ibérico, de lo que dan cuenta las dos piezas ‘españolas’, de M. Canales y J.C. Arriaga, interpretadas en el concierto celebrado en el Claustro del Convento de Santo Domingo. Destacaron por una ejecución compacta y empastada de las piezas y la producción de un sonido cálido y brillante.
El éxito de ‘Las Noches Clásicas’ del verano en Cádiz es innegable y está poniendo a prueba ‘la cintura’ de los organizadores para resolver de la mejor forma posible la afluencia de público, en número que excede la capacidad del aforo del Convento de Santo Domingo. ¡Ya quisieran para sí muchos auditorios tener tanto público en un concierto de música de cámara!
Teniendo en cuenta que la semana pasada un grupo de personas se quedó sin poder entrar en el recinto, con la mejor voluntad la organización optó por entregar tickets gratuitos de entrada con antelación, que impidiese aglomeraciones y sólo garantizara el acceso al auditorio a quienes obtuvieran el billete correspondiente, pero ni aún así. Un centenar de personas esperaban a las puertas unos minutos antes de empezar el concierto, con la esperanza -y reclamación en caso contrario- de acceder al recinto. La organización buscó acomodo como pudo, respetando los pasillos por motivos de seguridad, pero llevó su tiempo, aunque no pudo atenderse toda la demanda.
El retraso en el inicio del concierto estuvo bien justificado, aunque motivó una serie de incidencias que incomodaron la audición del repertorio. Estaba previsto que el descanso coincidiese con las ruidosas campanadas de la torre dando la hora, pero no fue así: el cuarteto mozartiano estuvo acompañado durante largos segundos por tan rústico instrumento y se desconcentró la audiencia considerablemente. Y si de por sí los instrumentos de cuerda precisan ajustes de afinación, el avance de la noche hizo que los problemas de afinación del cuarteto fueran constantes, sobre todo en la interpretación del cuarteto de Arriaga, con pausas más prolongadas de lo habitual.
Con estos incidentes, realmente se disfrutó completamente con la primera pieza, la de Manuel Canales. Fue nuestro primer autor de cuartetos, violonchelista y compositor al servicio de la Catedral de Toledo y del Duque de Alba. La Op. 3 es su colección de cuartetos más moderna y en la que se denota mayor madurez compositiva y una influencia indudable de la música italiana de su tiempo. Ya en la interpretación de esa obra, el Cuarteto Francisco de Goya dio la medida de sus habilidades; porque en todo el concierto lució un sonido compacto y empastado. En contraste con la discreción de papeles asignados al segundo violín y a la viola, la brillantez en la ejecución del primer violín y del chelo, sobre todo el sonido transparente y cálido del violín fueron las características sonoras en las que se desenvolvió el entretenido concierto de este magnífico cuarteto. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DEL CONCIERTO:
Las Noches Clásicas.
Cuarteto Francisco de Goya. Pablo Gutiérrez, violín. Irene Benito, violín. Marta Mayoral, viola. Alejandro Marias, violonchelo. Programa: I – M. Canales (1747-1786): Cuarteto Op. 3 nº 1, en mi bemol mayor (1782): Allegro maestoso / Minuet / Largo assai / Presto. W.A. Mozart (1756-1791) Cuarteto nº 14, en sol mayor, K387, “de la primavera” : Allegro vivace assai / Menuetto / Andante cantabile / Molto allegro II – J.C. de Arriaga (1806-1826): Cuarteto nº 1 en re menor (1823) Allegretto / Andante / Allegro / Minuetto / Allegro.
Lugar y día: Claustro del Convento de Santo Domingo de Cádiz, 28 de julio de 2014. Asistencia: Lleno.