DÍA 19 (4ª CUARTOS DE FINAL)
Mucho Netflix por aquí, mucho Netflix por allá, pero se acabó lo de compartir la cuenta con toda tu familia, numerosa. Po ná, todos a sintonizar el OndaCádi, que es gratis total (salvando el detallito de que la tele municipal la pagas tú con tus impuestos), que se asoma la cuarta noche de cuartos de final del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2023). La segunda fase del Falla supera su ecuador, con el debate abierto sobre si es saludable acabar cada función estrozao a las tantas de la madrugada. Como si fuera algo nuevo.
Una función kilométrica de jueves ¿de cuartos?, con bocados identitarios de ‘Al-Ándalus’, el coro del Chapa y de la gente; un buen pase ilegal de la chirigota ‘Amo escuchá. chirigota callejera’; y ‘Los peliculeros’ del Jona, comparsa con goya, o lo que rima…
Juan, y mañana alerta naranja por levante tres palitos, tres. Al final, como diría Dorothy (la que cantaba aquello del “somewhere, over the rainbow…”), se está mejor en el Falla que en cualquier sitio. ¿Final?, sí, hay notas de más allá de la autopista quejándose de que las entradas de la final de Falla se vendan en Cádi para gente de Cádi. Es pa darles con tres palitos, tres. Maripili, tira de la palanca y que este cronicón sin pena ni gloria se pregunte why, oh why can’t I?. Y quien quiera pagar la convía, los céntimos te los guardas.
‘Las santitas’, sacarinaaaa
¡Esa cantera! Para poner en valor el trabajo de los flamantes primeros premios de infantiles de este COAC 2023, como teloneros de varias de las funciones, lacónicas, de cuartos aprendemos un ratillo con los chavalines. Hoy presenta una muestra de su repertorio la chirigota number one ‘Las santitas’. De la calle Santiago. Más santeras que santitas, azúuuuca. “Y por mucho que yo crezca y viva mi vida, yo seré tu pequeñita”, le recuerdan al papá. Pa eso, pa eso ponemos un cirio. Esos vientos, no, Manuéee. Que no, que no, más chirigoteras que santeras. A juí. ¡Chirigota chirigota!
‘Al-Ándalus’, torontontero
Las 21.05 horas. Arriba telón, ahora sí. Andalucía y libertad, conceptos sobre los que pivota el corito vigorizante del Chapa, ‘Al-Ándalus’. “Canto a la dignidad, del sudor, del hambre y del relente, de mi historia, de mi tierra y de mi gente… canto a la identidad de este pueblo insumiso y rebelde, y a su sangre roja y negra, blanca y verde… alguno le llaman patria, otros autonomía, pero esto es un mundo abierto que se llama Andalucía… por tu historia, tu presente, tu futuro, dame pa mi Andalucía, dame la libertaaaad”. Un primer tango construido a través de nombres de mujeres reales, invisibilizadas…, “y si de estos nombres, que no son de hombres, ninguno te suena, avergüénzate, han construido tu historia y la mía…”. Ahí lleva razón. Juan, como un tomate. Y denunciando cómo el PP del ultramoderado Juarma-sonrisas, como en el pasado el PSOE, se viste de andalucista con la blanquiverde…, “esa derecha españolista, no lloró nunca a Blas Infante ni a Caparrós… quita ya esas manos llenas de gusanos del pan de mi pueblo… ser hijo de Andalucía se lo debo tan solamente a la mare mía”. “Ayer vi a uno de Cádi y se me saltaron dos lagrimones”, afirma un cuplé turistificao; y entre pezones anda el otro…. “Si tú tienes al rey Juancarlos, po yo tengo al moro Juan, ¡babucha!”. Baja la jaula, Jaime, y al popurrinaso, con su “secreto del habla andaluza”, el lastre del centralismo madrileño, la emigración de ayer y hoy, “que se desangra mi tierra, mírala sangrar, mírala sangrar…”; y a por la cuarteta emancipadora…, “que en mi tierra y en mi hambre mando yo, y en mi error, y en mi amor, mando yo… y por la sangre, por la rabia y la alegría, y por la fiesta y por la melancolía, y por la mora, la cristiana y la judía, y por las flores de la rebeldía, fuimos, somos y seremos Andalucía”. Juan, tú no, tú eres de L’Hospitalet de Llobregat.
‘Los revoleaos’, calle desengaño
El Iván Romero vuelve a introducir con mini-parodia la comparsita-caramelito que ya pisa las tablas, ‘Los revoleaos’. Caminante no hay camino. “Soy la burda consecuencia que marcó a una generación, que nació con la experiencia de una vida que ya caducó… un sistema que a los jóvenes tiene revoleao… me perdí para encontrarme… un gaditano cansao que hoy por fin se ha rebelao, y vive siendo un revoleaooo”. El concepto, rebuscao no es, ehh. Cosqui al gadita que cierra fronteras en febrero…, “juro que yo no comprendo a muchos de mis paisanos… progres y modernos, talibanes gaditanos… vamos a pensar por qué el carnaval es de aquí, y aquí se hace universal…”. En el psicólogo, el otro pasodoble al borde de tirarse por los bloques, pero con final feliz…, “que bonito fue el instante en que le dije lo que sentía… si yo he conseguido salir, seguro que tú también… porque aunque no te conozca, sé que tú vales millones”. Un amigo tó hecho polvo, de modelo en los paquetes de tabaco, en uno de los cupleses. “Revoleaaao, revoleao”. “Ahora alquilar un piso es más difícil que mear empalmao”, sentencia uno de los versos del popurrí. Los poetas contemporáneos de Cádi, Juan. Un repertorio que sale de Cádi y vuelve a Cádi…, “que me abriga cuando tengo frío, que me enciende los cinco sentidos, da todo sin que se lo pida, me encuentra cuando estoy perdío… Cádiz no es para un ratito, Cádiz es pa toda la vida”. Toa toa, toaaa.
‘El niño de Isabelita’, faltito
“Tendría casi cien años, po estaba en su mejor momento”. Desde Londres a la Tacita, pasando por Rota, ‘El niño de Isabelita’, tras enterrar a la difunta. “Cómo no voy a cantarte, a quererte, a venerarte, mi reina la chirigota”, dicta el primer pasodoble jugando al engaño. En el siguiente, esbozan un manual de cómo ser presidente a toca costa, a costa del pueblo, será. Juan no lo ha pillao, el acento, será. Cupletillos, malos, de tres en tres. En uno de ellos, “Camila a mí me comió mucho la cabeza…”, ajá. “Aunque no te lo creas, lo estoy pasando fatá, echo de menos una mamá”. And Juan, too. Popurrí británico…, “pim pom fuera, a que me dejan las orejas fuera… estoy loco por irme al palacio ya, pa ponerme el chandal”. Y a su templo.
‘Las del tacatá’, comparsa
La abuela ya está dándole al tacatá tacatá…, “déjame coserte el corazón a besos… ríete en esta carrera, que la vida te alcanza quieras o no quieras… y aquí está esta vieja cantando hasta que me muera…”. Saluda, casi sin querer molestar, la comparsita de Alcalá de Guadaíra ‘Las del tacatá’. Anti-etiquetas se muestra la primera letra, encaidenando nombres de agrupaciones en cuartos, en el desarrollo del pasodoble…, “que nos pongan apellidos, nos cansa… no somos femenina ni de Sevilla, sólo comparsa”. Y en el siguiente, reglamentario, le dan las gracias al Juanymedio y su programa de la tele por sacar de la soledad a personas mayores, “su labor es tan necesaria…”. Juan, mi Juan-entero, me taladra con la mirada. Simpática tanda de cupleses, con robo a un banco…, “aquí no puede robar, eso debe hacerlo por el cajero”, jeje; y unas patatas sabor vagina…, “la muchacha limpia no era”. “Pero me sobran las fuerzas para cantarte, para cantarte”. El bombo, el caja, los guitarras, también, todos y todas sentados, respirando este homenaje a las abuelas una sensación de calma y sosiego, tacatá: “no me llames vieja, cósete la boca, no me llames vieja que vieja es la ropa… ojalá yo llegue a ser la mitad de lo que fue mi abuelaaaaa”.
‘Amo escuchá, chirigota callejera’, en cualquier esquinaaaa
La paradoja, niña: el turno para una agrupación que emula ser callejera, y tarda para el montaje de su parafernalia dos lustros más que cualquier oficiá. El teatro trata de mantenerse despierto haciendo, no la ola, el tsunami, glup glup glup. “Acercarse un poquito, joé”. Ya está aquí ‘Amo escuchá, chirigota callejera’, la mitad de los Molina en la escalera de Correos…, “hazle honor al letrero… por eso este año, me dejo de pamplinas, por eso este año, en cualquier esquina”. Animoso ese holaquéhay. Pom pom. De entrada, una letra para agradecer públicamente la labor callada y mal pagada de las limpiadoras…, “ponte en su piel y si no te sale, pichita mía, date con lejía, en la conciencia”. Pom pom. Y dando por resucitada a la modalidad en el segundo pasodoble…, “en este concurso se está volviendo la gente loca, porque ha renacío, la chirigota”. Jugándosela con esos seis cupletillos, de tres en tres, rondando el borderío y con mucho pelo…, “ahora entiendo que mi abuelo llevara un peine en el bolsillo”, jeje. “Este año con los cuplés, me he pasao de la raya, menos mal que no-vamoh-al-Falla”. Ele. Popurrí doblao, metido en ese papelón ilegal, defendido con descaro y convicción…, “y píntate la carita que después se te quita con agüita salá”. ¡¡Juan!!, ele.
‘Casa Remedios esquina con Cádiz’, arrinconá
¿Ha llegao el atrezzo? Ezzo parece… Ya tiene la RemedioS su imperio abierto, con su ese y todo… El tándem Monje-Bustelo produce esta temporada ‘Casa Remedios esquina con Cádiz’, corito a pie sui géneris donde los haya. Un tango viudo, dos cafés para Manuel y para Juana, aunque hace años que Juana ya no está… “allá van sus cafelitos de enamoraaao”. “Cuánta gente viene desde fuera a cantarte, harta de kilometraje…”, anota la segunda letra lanzada a algún babeta, y orgullosa de contar en el mismo coro con voces de distintos puntos de Andalucía. Cameo-pintor del cuarteto de los niños, y a los cuplés: “er Kichi saldrá por la puerta grande, porque por la chica es que no cabe”, sentencia uno de los dos. “A tomar por culo ya no hay más copas de manzanilla”. La cotidianidad hecha embelesamiento en ese pupurrí rebujina. Juan no sabe si le ha gustao, o si pedirse la penúltima. Arriesgar es lo que tiene.
‘El andalú’, sin perro
Presumiendo de raíces, se monta en el vagón del Falla ‘El andalú’, comparsita de Alcalá de Guadaíra, sentenciando aquello de “Andalucía, una puerta sin cerrar… para que no regrese me tendrían que matar”. Parece que hay ambiente en el ambigú, Juan. Dando lecciones de lo que es el flamenco, en el primer pasodoble…, “sentir los vellos de punta y escalofríos, es un lamento en un quejío, que tus pies te ardan taconeando, y mover las manos mientras el aire va acariciando… no tiene fronteras, y va transmitiendo su sentimiento por dónde vaya…el cielo le rinde honores porque hasta dios grita un ole”. Ajá. Juan vota por Flamenkito apaleao, siempre. Y el niño que también quiere ser un Subiela de la vida…, “yo no me puedo negar a que salga en carnaval porque en febrero fue cuando me enamoré, y gracias a los carnavales, te tengo a ti y a tu mare”. ¿Cupleses? No ni ná. “Que no hay ná más grande que mi tierra, mi tierra”, remarca ese popurrí, que se hace bola a estas alturas, y que muere, ¿dónde?, ¿en Villaviciosa? Naaah, en Andalusía, Juan, no hay sorpresas, en el kínder.
‘Con la verdad por delante, los sinceros’, pomadita
Pom pom. Ya bombea la otra chirigota molinera, ‘Con la verdad por delante, los sinceros’. Refrescando cositas en la presentación. “Por más que quieran aburrirme, aquí los Molinas vendrán otra vez”, pero sin foam en el tipo, al caraho los thrombocid. Tomándose en serio no, lo siguiente, el carnavá…, “esto sólo es carnaval, una excusa pa poder desconectar… y aquí puedo confesarte, que nunca me han dicho mentira más grande… aunque el corazón te lo envenena, te cura el año entero… te da alegría, te da pena… una droga puñetera que te quita y que te da… que esto ya no es una fiesta, es una forma de vida”. “Y si la vida te aprieta, sonrisa de oreja a oreja, que sabes que le duele el corazón… son los engaños más sinceros, un sentimiento verdadero… mentiré mil veces más, si consigo sin reproche que mi mare cada noche pueda dormirse tranquila”, confía la otra letrilla chorreante de mentirijillas. Pom pom. La Juani viralizada del gallinero baja en uno de los cuplés, y “que Vox me coma el coño”. Un pupurrí entre verdades a la cara y golpes, a la espinilla, pum pum, “que no hay sentimiento más puro y sincero, que nacer chirigoteroooo”. Juan, con la verdad por detrás.
‘Los peliculeros’, protagonistas
Y apagando los focos de la sesión, luces, cámara y acción. Adelante esa película “colorista, independiente, musical y guerrillera”, que busca inspirar a otros gaditanos encasillados en tramas secundarias y secuencias rutinarias…, “peliculero, por hacer con mi vida justo lo que quiero, por pintar de colores lo que tú ves negro… elige el personaje que mejor te venga y cambia tu guion…”. Sí, canta ‘Los peliculeros’ del Jona. Un pasodoble entre contradicciones, y que cada uno se vea reflejado en alguno de los espejos expuestos…, “ideología, del postureo, que hace que España sea un cachondeo”. Y una viuda protagoniza la otra coplilla…, “después de casi seis años, llevando el luto a escondía… por fin la vida, trajo a María, la luz bendita de un nuevo amor… un amor que no entiende de edad, que sana heridas, tan verdadero… que sólo nace en los abuelos, el día que un hijo le ofrece un nieto”. Potito, y real. Saca las palomitas, que entran los cuplés: bodorrio y ciego palomitero. Corten corten. “Tú me tachas de peliculero, yo por ti me salgo del guion…”. Y al rodaje vital en ese currado popurrí para paladearlo, pero no es la mejor hora, Juan, hay ganas del cartel de the-end…, “viviendo entre tomas falsas, en esta farsa de sociedad… Cuídate de aquellos que te dirijan, no consientas que los antagonistas desvíen el foco de tu atención…”.
Las 03.04 horas. Baja el telón. De telonazo mirar el reloj, Juan…, y de telonazo el alcalde facha con llagas en la mente de Villar de Cañas. El problema no es la basura que suelta, el problema es que los medios que se dicen serios le den bola. Saque, bola. Y caminito a la cama pídele a Alexa que nos cante una nana nanita éa: “Que yo no soy el que soy, si no estás tú, que yo sin ti no sería un creador, y no tendría canción, y callaría mi voz, y perdería mi flow… que yo sin ti no sería un creador”. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway
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