Tras verse al mejor Cádiz de lo que va de campaña ante el Betis, tres días después ha vuelto a dar vergüenza ajena, como en el inicio liguero, con su incomparecencia sobre el verde de Vallecas. El Rayo, muy superior, goleó a placer a los amarillos aprovechándose además de las expulsiones de Iza y Alcaraz.
JORNADA 11. “Sólo pensamos en hacer un gran partido, competir a gran nivel y llevarnos la victoria, creo que el equipo se lo merece por la buena dinámica de juego que lleva”. Así se presentaba en la teoría el Cádiz CF, según su entrenador, en el campo ‘amigo’ del Rayo Vallecano este sábado, de nuevo en horario anti-fútbol. Pero en la práctica, no hubo nada de eso, y se sucumbió 5-1. Incluso el gol a favor fue en propia meta.
Era un choque importante para tratar de confirmar la evidente mejoría competitiva de los amarillos de los últimos duelos, que tocaba ya ratificar con tres puntos. “Nuestro mal momento ya ha pasado y lo que venga debe venir para sumar”, anotaba Sergio González en la previa de esta visita a Madrid, sin Joseba Zaldua, lesionado grave por hasta seis meses.
Tras la revolución del once inicial del partido del miércoles ante el Betis, con notables resultados tirando de los ahora mismo considerados suplentes, los de la Tacita pisaban el Estadio de Vallecas con sus hombres más habituales: Ledesma, en portería; Pacha Espino, Iza, Luis Hernández y Chust, en defensa; San Emeterio y Alcaraz, en el centro del campo; Ocampo y Sobrino en los extremos; y arriba Negredo con Álex Fernández de enlace.
Los de Iraola, sin esconderse, se hacían con el peso total del encuentro desde el pitido inicial, con repetitivos acercamientos al área de Jeremías Ledesma y muchos centros, destacando varios disparos de Fran García y de Isi; frente a un Cádiz desaparecido, ausente, y más todavía en campo rival. Dimitrievski se mantenía como un mero espectador.
Y rozando el minuto 30, el argentino salvaba el primero para los rayistas con un doble paradón, sacándole una mano por abajo a Alvarito, y con reflejos repeliendo el rechace a bocajarro en los pies de Comesaña. Dos después, tenía que volver a intervenir ante un disparo potente del excadista de Utrera.
El baño del Rayo Vallecano sin efectividad empezaba a convertirse en chaparrón antes del descanso con una acción clave, aparentemente fortuita: penalti de Iza Carcelén sobre Alvarito García, chivado por el VAR. Además de la estricta tarjeta roja que se llevaba el portuense, Isi Palazón no fallaba desde los once metros. Y ya en el descuento, el mismo Álvaro, aprovechándose de su banda sin defensor, fusilaba casi a placer, haciendo el más que justo (y corto) 2-0 en el marcador.
SIN REACCIÓN
Sergio recomponía la zaga en la segunda mitad incorporando a Fali, por Álex. Pero el asedio de los visitantes persistía, como antes del descanso. Y ahora, frente a diez. Al menos, en el 48, en una acción aislada, Fali remataba una falta, mal. Todo un espejismo.
En el 62, para ponerle las cosas todavía más fáciles al Rayo, que no bajaba su intensidad, Rubén Alcaraz se llevaba otra amarilla, y dejaba a los suyos con nueve en el campo. Esa falta directa al borde del área no la desperdiciaba Florian Lejeune para marcar el 3-0. Y antes del 80, Sergio Camello se plantaba ante Ledesma para hacer el cuarto gol.
Ya en la recta final de esta fiesta vallecana y esperpento amarillo a la hora del almuerzo, subía el 4-1, un tanto en propia meta de Balliu ante una buena llegada de Awer Mabil (también se tuvieron que tragar la papeleta, Blanco, Lucas Pérez y Choco); y el 5-1, de nuevo de Lejeune, en una jugada que sucedía a la extraña expulsión directa de Randy por cabezazo a Fali.
“La primera parte aguantamos gracias a Conan, estábamos vivos, hasta el penalti y el segundo gol a continuación. Tras el descanso hemos intentado competir por amor propio, pero la segunda expulsión nos ha mermado. Esperamos que este partido se quede en mala anécdota, que sea ese borrón que tiene todo escribano”, reflexionaba Sergio González en su comparecencia. “Una tarde negra, hemos estado mal lo aceptamos, pedimos perdón, de nosotros va a quedar que esta dolorosa derrota quede sólo como una mancha en nuestra trayectoria”, insistía, sin saber muy bien cómo explicar que en la misma semana se vea al mejor y al peor Cádiz. DIARIO Bahía de Cádiz