JORNADA 4. “El fútbol es como la vida, hay que rehacerse”. Con este ánimo se plantaba el entrenador del Cádiz, Sergio González, en el choque que abría la jornada en LaLiga EA Sports en la tarde del viernes, la visita del Villarreal al Nuevo Mirandilla, que buscaba olvidar pronto el chasco de la última semana, cuando los de casa perdían dos interesantes puntos en el tiempo extra frente al Almería.
Un encuentro, el de este estreno del mes de septiembre, que coincidía con el último día del mercado de fichajes de verano y movimientos en las oficinas cadistas. Por un lado, las salidas de Youba Diarra, rumbo a Grecia; de Osmajic, todavía por concretar, y de los canteranos Bastida y De la Rosa, que han hecho la pretemporada con el primer equipo y que se marchan cedidos a sumar minutos a Primera Federación (la antigua Segunda B) al Sanluqueño y al Recreativo de Huelva, respectivamente. Y en el apartado de altas, a falta de confirmación oficial, se va a firmar al menos a Rominigue Kouamé, un centrocampista del Troyes francés.
Volviendo al partido frente a un siempre peligroso Villarreal, el técnico catalán incidía en la previa que “queremos ser atrevidos en casa, ser valientes, pero teniendo precaución porque tiene jugadores con muchos recursos”. Y para ello, recurría a un once inicial continuista: Ledesma, en la portería; Iza, Javi Hernández, Fali y Luis Hernández, en defensa; Alcaraz y Escalante, en el centro del campo, con Alejo y Machís por los extremos; y arriba, Chris Ramos y Roger Martí.
No empezaba mal la tarde, con los dos conjuntos jugando sus armas y entrando en calor. Hasta que en el minuto 9, los más de 18.000 aficionados en las gradas se llevaban las manos a la cabeza por otro gol regalado: una dejada demasiado corta de Iza Carcelén al portero la aprovechaba un avispado Sorloth para adelantar a los suyos.
Sin desanimarse, con intensidad y rabia, los gaditanos apretaban, y en el 17 subía el empate en una jugada a balón parado, en un córner que terminaba colando dentro de la red Chris Ramos. Tres después, Roger tenía cerca el segundo; y en la siguiente acción, los de Quique Setién se quedaban con diez hombres sobre el campo por roja directa a Pedraza, tras asestar un duro e infantil cabezazo a Iván Alejo.
Y vaya locura de tarde. Al borde del minuto 30, Ramos caía en el área obstaculizado por el meta rival, y el árbitro canario veía penalti sin discusión. Darwin Machís no fallaba desde los once metros, y el Cádiz le daba la vuelta al marcador. El mismo venezolano marcaba el 3-1 poco después, aunque se anulaba por un fuera de juego. Los de casa, con descaro al ataque, trataban de aprovechar el viento a favor para sentenciar ante un Villarreal muy fuera de lugar.
Cuando se marcaban los nueve minutos del descuento, ni más ni menos, los castellonenses ya habían recuperado algo el norte y daban un pasito adelante, mientras el Cádiz con menos brío comenzaba a dejarse hacer, a contemporizar y hasta a sufrir puntualmente. Y con Pepe Reina metido en una tangana, se disolvía el entretenido y alargado primer tiempo, con un dato estadístico significativo: tres tiros de los visitantes frente a los 13 locales.
LA SENTENCIA Y A DISFRUTAR
El segundo tiempo arrancaba sin Setién ni Lolo Bocardo en sus respectivos banquillos, ambos expulsados durante el entretiempo en el túnel de vestuarios. El Villlarreal hacía trabajar a Conan de entrada, pero en el 49, Machís exhibía su calidad con un golazo desde fuera del área, el tercero.
De nuevo ovacionado, Alejo dejaba su sitio en el verde a Rubén Sobrino. Los visitantes mostraban ya síntomas de desesperación, y el Cádiz intentaba ni confiarse ni volverse loco arriba y atrás. Y otra ración bien despachada de aplausos se llevaban Machís y Ramos al ser sustituidos por Álex y Maxi Gómez al borde del 80.
Sí, hasta entonces poco reseñable pasó. Y la ola inundaba por momentos la grada del Nuevo Mirandilla. Con la sonrisa en el rostro de los cadistas, se decretaban cuatro minutos de tiempo añadido y Negredo y José Mari se incorporaban al juego, por Alcaraz y Roger. Los de Sergio González disfrutaban pasándose la pelota ante un Villarreal derrotado. Los tres puntos, muy celebrados, se quedaban con justicia en casa, esta vez sí. El Cádiz se va al parón de selecciones con 7 de 12 puntos posibles, y sobre todo sensaciones de equipo competitivo. Un inicio de temporada que poco se parece al de hace un año.
“Creo que ha sido un partido muy completo, en todos los aspectos. Hemos sido superiores en todas las fases, con balón y sin balón. El equipo ha mostrado rebeldía y revancha tras lo sucedido frente al Almería. Todos los equipos que vienen aquí a jugar cambian su estructura porque tenemos la etiqueta de equipo difícil como local. Estoy muy contento de cómo utilizamos nuestras armas”, subrayaba Sergio García, feliz, en la comparecencia postpartido. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway