Setenta minutos aguantó el Cádiz ante un “superlativo” Real Madrid. Una defensa intensa y Fali de categoría, un David Gil inspirado, los palos y una buena ración de suerte mantuvieron el 0-0 hasta bien entrada la segunda mitad. Y encima, el Pacha la estrelló en el poste al inicio del choque. Una digna derrota.
JORNADA 29. “Pelearemos por la victoria”. Es el mensaje optimista (que tras el partido suena algo ingenuo) que lanzaba el entrenador amarillo en la previa de la visita del Real Madrid al Nuevo Mirandilla, con otro lleno técnico (pese al precio de las entradas para los no abonados, entre 80 y 150 euros), los de Carlo Ancelotti con la cabeza en la Champions y el Cádiz con medio cuerpo fuera del descenso y moral tras la victoria en el Villamarín, y hambre de hacer la machada, ¿por qué no?
“Tenemos que hacerles correr hacia atrás. A partir de ahí está claro que ellos no tengan un buen partido y nosotros tenerlo. Estamos en buen momento. El equipo compite, tiene alma, tiene carácter, pero el Real Madrid es un equipo que de un chasquido te lo hace desaparecer. Pelearemos”, remachaba Sergio González en la antesala de este choque para la noche liguera del sábado.
En el once cadista, los esperables (los mismos que ante el Betis, salvo el sancionado Iza): David Gil; Parra, Pacha, Luis Hernández y Fali, en defensa: San Emeterio y Alcaraz en el centro del campo, con Sobrino y Bongonda en los extremos; y arriba, Sergi Guardiola y Chris Ramos. Y en el otro lado, nombres como Courtois, Nacho, Militao, Valverde, Asensio, Rodrygo o Benzema.
Y ambientazo en el arranque, con los merengues dominando la posesión y los tiempos aunque de un modo un tanto estéril, y un Cádiz aguerrido y dubitativo a la vez, que, con todo, en el minuto 11 pudo ponerse por delante en el electrónico con un disparo del Pacha Espino al palo.
Con esta acción, los de casa ganaron en confianza y recordaron que también podían tener el balón en sus pies, que no quema. Poco después, David Gil salvaba el 0-1 con buenos reflejos ante un lanzamiento a bocajarro de Marco Asensio; e igualmente, ante un tiro forzado de Benzema. Por el otro lado, ya en el 22, Chris Ramos la mandaba fuera en el saque de un córner.
Con el partido casi (casi…) nivelado, y desordenado, Benzema la estrellaba en el travesaño en el 35, y un habilidoso Rodrygo se topaba con un no menos brillante portero suplente cadista en el 39; el mismo que en la siguiente se volvía a lucir ante un trallazo de Dani Ceballos, pese a que la jugada estaba invalidada por fuera de juego. Con Gil protagonista (sin olvidar a un Fali inabarcable) se llegaba al ecuador, con las tablas en el marcador, y los madridistas llorando por no ir ya goleando.
TANTO VA EL CÁNTARO A LA FUENTE…
Se reiniciaba algo bostezante la segunda mitad, y los 19.000 espectadores en el Nuevo Mirandilla despertaban en el 49, con otra acción heroica de David Gil ganándole un mano a mano a Rodrygo. Respondía Alcaraz en el 53 con un disparo lejano que Courtois atrapaba con ciertos problemas.
Jorge Meré entraba en el verde por Raúl Parra y se colocaba de pareja junto a Fali, pasando Luis Hernández al lateral. Y en el 56 Rodrygo fallaba con todo a favor lo infallable. Los de blanco apretaban el acelerador y el Cádiz debía frenar ese ritmo para aliviar al portero de tanta faena. En una contra, en el 62, Guardiola no sabía qué hacer en el momento clave; y en la otra área, el francés Benzema la volvía a mandar al poste.
Faltando veinte minutos para el final Sergio González movía el banquillo: Álex Fernández, Iván Alejo y Roger Martí reemplazaban a Fede San Emeterio, Sobrino y Sergi Guardiola. Y la fortuna se acabó en el 71, con el gol de Nacho, el hermano de Álex, un cañonazo desde fuera del área.
Chris Ramos respondía al varapalo con un lanzamiento desviado, mas fue un espejismo. En el 75, el Real Madrid marcaba el 0-2, obra de Asensio. Negredo se sumaba en la recta final por un Ramos fundido.
Con los tres puntos asegurados, los de Florentino aflojaron en intensidad y concentración, y el Cádiz se vino arriba, de alguna manera, evitando la debacle e intentando buscar el gol del honor, que no llegó. Una derrota esperable, honrosa eso sí, que no debe desanimar al cadismo. Toca pensar en el Espanyol, esa sí se la liga de los amarillos.
“Nos hemos encontrado con un Madrid superlativo, un portaaviones. Desde el principio ha hecho un partido soberbio, lo hemos intentado y nos vamos con la cabeza alta”, resumía el entrenador del Cádiz lo visto sobre el estadio municipal. Poco más que añadir. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway