El Barça, líder indiscutible de LaLiga, le ganó en su casa al Cádiz (2-0), resultado previsible pero engañoso visto el partido. Los amarillos se mostraron competitivos en prácticamente todo el choque, salvo en los cinco minutos previos al descanso. Es más, se van del Camp Nou con dos palos y un gol mal anulado.
JORNADA 22. El ahora llamado Spotify Camp Nou recibía en la noche del primer domingo de Carnaval (de Cádiz) al equipo gaditano en un duelo a priori desigual ante el FC Barcelona, líder solvente de Primera.
“Vamos con muchas ganas sabiendo que el escenario es bonito, es un reto medirse a jugadores de este nivel. Sin complejos. Sabemos que tenemos que hacerles correr hacia atrás porque cuando tienen la pelota te hacen daño”, anotaba Sergio González en la previa de un choque, en el que salía de inicio con: Ledesma, bajo palos; Iza, Arzamendia, Luis Hernández y Fali, en defensa; Alcaraz y Escalante en el centro del campo; Theo Bongonda y Brian Ocampo en los extremos; Álex Fernández de media punta y Roger Martí como hombre más adelantado.
Aunque los de Xavi, sin Pedri en el once por lesión, una de sus referencias ofensivas claras, apostaban por tener la pelota desde el inicio del partido, los amarillos no se metieron atrás descaradamente, y en el primer tramo tuvieron sus ocasiones para asustar al rival, como un remate de Bongonda que despejaba la defensa a córner, saque de esquina que cabeceaba fuera Álex; el gol de Roger Martí en el minuto 19, anulado por ajustado fuera de juego; o un tiro de Rubén Alcaraz desde fuera del área; ocasión que precedía la primera intervención meritoria de Conan Ledesma, ante un disparo de Sergi Roberto.
Sn embargo, después de saber competir cuarenta minutos, incomprensiblemente el Cádiz se desconectaba en el tramo final del primer tiempo, y tras un jugadón de Ferrán, marcaba Sergi Roberto el 1-0 en el 42; y cumpliéndose el 45, Lewandowski hacía el 2-0 desde el borde del área. Doble jarro de agua fría antes del descanso.
EL CÁDIZ NO BAJA LOS BRAZOS
Los catalanes siguieron mandando ya sin prisas en el verde tras reiniciarse la partida, y los de la Tacita hacían lo que podían, sin descomponerse, ante un líder que, también es verdad, apenas volvía a probar a Ledesma. Pero cuando el Cádiz podía, se encontraba además con el árbitro: en el 58 Roger marcaba otro golazo, y el de negro lo anulaba por una supuesta falta de Fali al chocar con él Ter Stegen.
Tocaba luchar una vez más contra otros elementos, más allá de lo futbolístico. Poco después. Sergio González movía el banquillo, dando entrada a Choco, Sobrino y Alejo, sentando a Brian, Escalante y Bongonda; y unos minutos después, sacaba a Fede San Emeterio por Alcaraz, y a Chris Ramos por Roger.
El delantero gaditano recién incorporado se fabricaba un jugadón en el 78, que acababa en el palo; y en la siguiente, cabeceaba por arriba del travesaño. El Cádiz ya sin nada que perder, superaba en las postrimerías a los culés en su casa, igualando incluso el porcentaje de posesión. Y otra ocasión a la madera, en el 85, un cabeceo del Choco Lozano.
Ese 2-0 no se movió del marcador pero este Cádiz se pudo ir con la cabeza bien alta del campo del Barça, efectivo en esos cinco minutos previos al descanso aprovechando la caraja amarilla. En el resto del encuentro siempre se vio sobre el campo a un equipo gaditano competitivo.
“Estamos mostrando demasiada debilidad cuando encajamos un gol. No debimos encajar el segundo. Hemos competido, hemos dado la cara, pero no puede ser que en tres minutos tires por la borda todo el trabajo hecho”, sentenciaba el entrenador de los gaditanos en el postpartido, incidiendo con todo en que “creo que el equipo está en una buena línea, me ha gustado esa capacidad de rebelarse al final”. DIARIO Bahía de Cádiz
/ FOTO: Cádiz CF