La Plataforma por el Carril Bici en Cádiz, ante la aprobación provisional por el Ayuntamiento de la ordenanza municipal reguladora de la movilidad y uso de las bicicletas por las vías y espacios públicos de la ciudad, ha querido hacer una serie de consideraciones, lamentando de entrada que el documento se haya elaborado “completamente de espaldas a la ciudadanía”. “¿Sería concebible elaborar un reglamento del carnaval, sin contar con el mundo del carnaval?”, se pregunta este colectivo.
La Plataforma por el Carril Bici en Cádiz, ante la aprobación provisional por el Ayuntamiento de la ordenanza municipal reguladora de la movilidad y uso de las bicicletas por las vías y espacios públicos de la ciudad (se pueden consultar AQUÍ), ha querido hacer una serie de consideraciones, lamentando de entrada que el documento que se abordaba en el pasado pleno de septiembre se haya elaborado “completamente de espaldas a la ciudadanía”.
“La participación ciudadana no sólo es un factor de calidad democrática; además habría mejorado la adecuación de la ordenanza a los problemas reales de ciclistas y peatones en Cádiz. ¿Sería concebible elaborar un reglamento del carnaval –pongamos por caso- sin contar con el mundo del carnaval?”, se pregunta este colectivo.
Por otro lado, se lamenta que hasta el día de hoy “no hayamos obtenido respuesta alguna a nuestras reiteradas solicitudes para reunirnos con responsables del Ayuntamiento para tratar sobre la movilidad en bicicleta”.
La participación de colectivos defensores de la movilidad en bicicleta en la redacción del documento, se insiste en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, “habría evitado numerosas deficiencias técnicas del mismo, que forzarán a multiplicar las alegaciones -y el tiempo dedicado a estudiarlas-“.
La plataforma anticipa alguna de estas alegaciones: no se definen las parrillas de aparcamiento de las bicicletas –“el caso es que las que se han instalado hasta el momento (una especie de espiral de medio metro de altura) son inservibles: dada su baja altura, sólo permiten amarrar una rueda, por lo que el resto de la bici podría robarse simplemente sacando liberando la rueda” y por otra parte, “la caída de una bici amarrada a este tipo de parrilla provoca la deformación de la rueda”-; y no se definen con claridad los diferentes tipos de vía para bicis que el documento contempla –“se desprende que son cuatro: vía segregada, acera-bici (con un carril bici ‘pintado’), acera superior a tres metros (por las que las bicis podrían circular adecuándose a la marcha de los peatones) y calzada (en la que los automovilistas deben respetar la marcha de las bicicletas, sin embargo, éste no se refiere a la imprescindible señalización para indicar tal obligatoriedad)”-.
Por último, se critica que, frente a lo que el propio Ayuntamiento expresó en su momento –a mediados de julio- en el sentido de que procedería “en breve” a firmar con la Junta de Andalucía el convenio del Pacto Andaluz por la Bicicleta, que permitiría la inversión de casi 5 millones de euros de fondos europeos en la construcción de carriles-bici en la ciudad, “vemos que el tiempo pasa y esta firma no tiene lugar”. La construcción de los 16,4 kilómetros de carriles contemplada en dicho plan, se entiende, “solucionaría las numerosas situaciones indeseables que se produce actualmente al verse obligados ciclistas y peatones a compartir el mismo espacio”. Además “fomentaría una movilidad sostenible y saludable propuesta como objetivo por infinidad de instituciones nacionales e internacionales”.