Acompañado de los niños bielorrusos que pasan este verano en Cádiz acogidos por el programa anual promovido por la hermandad de la Vera Cruz, y de miembros de esta misma hermandad, el concejal de Medio Ambiente, Álvaro de la Fuente, ha participado este miércoles en la inauguración de una placa conmemorativa e identificativa del que han llamado ‘el árbol de la vida’.
Se trata de un palmera Washingtonia filifera que plantaron en el Parque Genovés el 1 de agosto de 2011 los jóvenes de Bielorrusia que en ese momento se encontraban en la ciudad participando de este mismo programa.
Este ejemplar ha pasado a llamarse ‘el árbol de la vida’ para simbolizar la contribución por paliar las desastrosas consecuencias que sobre la población bielorrusa tuvo el accidente nuclear de la central de Chernobyl en la República de Ucrania.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, De la Fuente ha apuntado que con este acto se quiere reconocer el trabajo y la labor que se realiza dentro de este programa para mejorar las condiciones y la calidad de vida de los niños de Bielorrusia. En este sentido ha reconocido y agradecido el trabajo que realizan los distintos colectivos y entes como la parroquia de San Lorenzo y la asociación Aguaores Blancos además de la hermandad.
Este programa de acogida y saneamiento de niños bielorrusos tiene como objetivo paliar en la medida de lo posible los efectos que tuvo sobre la población de países como Bielorrusia o Ucrania el accidente nuclear de Chernobyl del año 1986. Más de 30 años después, las consecuencias de este desastre siguen afectando a la población de la zona, debido a la contaminación, el mal estado de los alimentos o la especial incidencia de ciertas enfermedades. Durante las semanas que permanecen con familias gaditanas se les asegura una alimentación y una atención sanitaria adecuadas, además de ofrecerles un tiempo de ocio y tiempo libre.