El Centro de Arqueología Subacuática (CAS) avanza (todavía en fase de limpieza) en los trabajos de investigación en tierra del pecio Delta I, restos de un barco del siglo XVII hallados en 2012 durante las obras de construcción de la futura nueva terminal de contenedores del puerto de Cádiz.
Entonces tras estudiarse distintas opciones, la posición del mismo obligaba a moverlo, decidiéndose su traslado a una zona contigua a la obra que tenía un menor calado y mejor visibilidad, facilitándose así las labores de estudio. Pero el lugar en el que se depositó era concretamente la zona de la fase 2 de los trabajos de la terminal que se retomaron hace unos meses, obligando a trasladarlo de nuevo.
Así, a finales del pasado julio, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) tras cuatro meses de trabajos previos culminaba con “éxito y sin ninguna incidencia” la maniobra de “rescate” del descanso subacuático de este pecio, y lo depositaba en tierra, en una carpa habilitada al efecto donde desde entonces el equipo técnico del CAS estudia en profundidad este buque hundido en aguas de la Bahía.
Y este lunes, la consejera de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, se ha acercado al antiguo Muelle 5 de Navantia para interesarse por las labores que acomete el Centro de Arqueología Subacuática (con sede en el Balneario de la Palma), centro especializado en patrimonio sumergido del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), dependiente de su propia consejería.
TODAS LAS PIEZAS DE MADERA SERÁN ESCANEADAS Y FOTOGRAFIADAS
Hasta hora, han sido eliminados de forma manual los sedimentos del primer nivel constructivo y retirado concreciones sobre el suelo de la bodega del barco. También se han identificado mediante etiquetas las piezas de madera que lo conforman. Los distintos elementos de clavazón se han marcado, al objeto de identificar patrones de construcción, según ha explicado Milagros Alzaga, jefa del CAS. Durante este proceso, han sido localizadas diez piezas de artillería incompletas, junto con piedras, de diferentes dimensiones, del lastrado del barco.
Estos trabajos que se están desarrollando en el nivel más superficial del barco son previos al desmontaje del forro interno de la estructura y a la excavación, registro y desmontaje de las siguientes fases constructivas. En las próximas semanas, todas las piezas de madera desensambladas serán limpiadas, escaneadas y fotografiadas. Con fines de preservación, se sumergirán en piscinas diseñadas para ello.
La zona más baja de Delta I, correspondiente al ‘plan’ del barco, conserva 20,32 metros de eslora (los técnicos calculan que pudo alcanzar unos 50 metros) por 6,80 metros de manga. Su descubrimiento excepcional “constituye una oportunidad única para conocer cómo se construían los barcos a mediados del siglo XVII”. Hasta el momento solo existen documentos que hacen alusión a proporciones o aspectos muy concretos de las técnicas de construcción naval de la época, como los elementos de unión, el tonelaje máximo, el calado que debían tener los navíos, etc.
UNO DE LOS RETOS ES LA IDENTIFICACIÓN DEL BUQUE
La identificación del buque es otro de los objetivos del CAS, se subraya en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz. Para ello se está realizando una investigación archivística, cuyos resultados serán comparados con los datos aportados por la investigación arqueológica de Delta I.
La intención es obtener información relevante sobre la nacionalidad, proceso de construcción, tipología y vida útil del barco, así como averiguar por qué estaba en Cádiz y cuáles fueron los motivos de su hundimiento.
En paralelo, un modelo tridimensional del pecio (mediante fotogrametría y programas de diseño 3D) y un estudio dendro arqueológico de la madera con la que fue fabricado aportarán luz sobre la cronología y zona de procedencia de las piezas constructivas.
Las muestras de madera, que permitirán identificar la especie vegetal y origen de los recursos forestales utilizados, se analizarán en Reino Unido, en laboratorios de la Universidad de Gales Trinity Saint David.
El estudio científico del pecio Delta I, dirigido por Nuria E. Rodríguez, técnico de investigación del CAS, cuenta también con la colaboración de profesionales del Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y las universidades de Gales, Lisboa y Alicante.
“ANDALUCÍA SE SITÚA A LA VANGUARDIA CIENTÍFICA”
En su visita a la carpa en suelo portuario, Del Pozo ha estado acompañada entre otros del alcalde de Cádiz, Bruno García; la presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Teófila Martínez; la delegada territorial de Cultura, Tania Barcelona; el director general del IAPH, Juan José Primo; el director de Navantia Cádiz, Antonio Domínguez; y el comandante Naval de Cádiz, Jaime Boloix.
Con este proyecto, “Andalucía se sitúa a la vanguardia científica en materia de conservación del patrimonio arqueológico subacuático”, puesto que “es la primera vez que en España se estudian fuera del agua restos de un barco de esta época”, ha resaltado la consejera. Y a nivel internacional, han sido muy escasas las extracciones de pecios de estas características para su investigación, que tienen como referente el caso del navío Vasa en Estocolmo.
Asimismo, esta política del PP ha puesto el acento en que “el patrimonio cultural que representa Delta 1 es significativo de la riqueza histórica de la ciudad de Cádiz y su puerto, puntos de encuentro y conexión entre diferentes civilizaciones y culturas a lo largo de los siglos”.
Mientras, Teófila Martínez ha valorado positivamente el desarrollo de los trabajos arqueológicos, que una vez finalizados, permitirán que “las partes que componen el barco, desarticuladas, sean devueltas nuevamente al mar, donde se preservarán para el futuro en un depósito reversible y perfectamente georreferenciado”.