Mediante una orden, la consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía ha aprobado una subvención excepcional de 150.000 euros para obras de rehabilitación del Monasterio de Santa María del Arrabal de Cádiz, que pertenece a la orden de las concepcionistas franciscanas y es hogar de estas religiosas, y que cumplirá cinco siglos en 2027.
Esta ayuda, que ya se avanzó el pasado junio, se destinará principalmente al arreglo de las cubiertas y de las zonas más urgentes para que no siga entrando el agua, se eliminen las goteras, la humedad, etc. Dentro de los trabajos se va a actuar también en la torre campanario de la iglesia, una pieza fundamental de esta recuperación. Se halla justo en la vertical de la entrada a la misma y ahora mismo está rodeada de una red de protección.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la misma consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, argumenta que “con esta subvención damos respuesta al compromiso con el patrimonio histórico de Cádiz”; esta política del PP presume además de que “esa es una de las consignas de este Gobierno de Moreno Bonilla, que apuesta por la preservación de los espacios históricos y culturales”.
FUNDADO EN 1527
El monasterio, que fue fundado en 1527, se encuentra ubicado en el barrio de Santa María, del que toma su nombre. Desde el principio lo habita esta orden, que es una de las más antiguas de la ciudad y que tiene un fuerte arraigo. El mal estado de conservación las obligó a abandonar en 2006 la que había sido su casa durante cinco siglos, hasta que se habilitaron unas estancias seguras para el regreso en 2022. Desde entonces, la comunidad religiosa, con el apoyo de la Asociación de Amigos del Monasterio de Santa María, ha ido realizando poco a poco labores de mantenimiento.
Las hermanas concepcionistas tienen abierto al público el edificio y organizan visitas guiadas, previa reserva, con las que recaudan fondos para continuar con la rehabilitación.
Entre los atractivos de interés que alberga está el claustro, diseñado por Gabriel del Valle a mediados del siglo XIII y el ‘Opus Sectile’, que es una sección de pavimento romano, datado entre los siglos II y III después de Cristo, que apareció en una de las intervenciones y que actualmente está expuesto. También conserva las huellas de la historia, con testigos de hechos históricos en su estructura, como el ataque holandés de 1596 o del terremoto de Lisboa de 1755 que sacudió la ciudad.