Nueva temporada, nuevas ilusiones, mismo objetivo. El Cádiz CF, ahora en manos y control de Locos por el balón, en su quinta temporada consecutiva en Segunda B, busca también por quinta vez, el obligado retorno a Segunda. Plantilla hay y de sobra, respaldada, además, por un proyecto serio, o eso parece; y por una afición que vuelve a creer. En el estreno liguero ante un recién ascendido y endeble Betis B, los de Calderón tuvieron el partido de cara desde temprano, y a partir de ahí se sintieron superiores, cómodos y peligrosos a la contra (2-0). Los tres primeros puntos del año sumados con suficiencia, pero sin brillo.
Nueva temporada, nuevas ilusiones, mismo objetivo. El Cádiz CF, ahora en las manos de Manuel Vizcaíno y de Locos por el Balón, en su quinta temporada consecutiva en Segunda B, busca también por quinta vez, desde la noche del sábado 23 de agosto, en la que recibió en el Ramón de Carranza al Betis B, el obligado y necesario retorno a Segunda, y si puede ser, por la vía un poco menos complicada: amarrando el liderato del Grupo IV. Plantilla hay y de sobra, respaldada, además, por un proyecto serio, o eso parece; y por una afición que vuelve a creer, y sino que se lo digan a los más de 10.000 abonados, una cifra impensable a finales de la pasada campaña, cuando en la liguilla de ascenso se caía en la primera eliminatoria ante L’Hospitalet, en cinco minutos fatídicos. Otro fracaso, a estas alturas, muy olvidado.
Unas 11.000 personas en las gradas (los fondos casi llenos) dieron la bienvenida a la temporada 2014/2015, sólo una semana después de la disputa del Trofeo Carranza, en el que los de Antonio Calderón dejaron, en general, buenas sensaciones. Ante el filial bético, un recién ascendido de Tercera, el primer once amarillo fue el formado por: Aulestia bajo palos; Óscar Rubio, Tomás, Servando y Josete en la defensa; Garrido y Juanma Espinosa en el medio del campo (el chileno Navarrete es baja por problemas burocráticos); Villar y Migue García en las bandas; y Jona y Airam, arriba.
Los sevillanos, con descaro, plantaron cara en los momentos iniciales, pero pronto la primera ocasión de cierto peligro fue local: en el minuto 4 Migue García cabeceaba sin fuerza un centro de Villar. Dos minutos después, el mismo Migue caía en el área derribado por Mosquera, y el árbitro pitaba penalti. Desde los once metros el canario Airam Cabrera no perdonó, y subió al marcador manual de Preferencia el primer tanto de la campaña, un tempranero 1-0 para dar confianza y seguridad.
Poco después, de nuevo Migue tuvo el gol cerca, tras una buena jugada colectiva; y a continuación Airam desde el borde del área. A partir de aquí el juego se relajó algo, ante un filial impotente, aunque con más posesión de balón… hasta que pasado el minuto 20, otra interesante combinación de los gaditanos acababa rematándola a la perfección Jona, haciendo el 2-0.
Al Cádiz parecía no importarle que en determinadas fases los chavales del equipo visitante marearan la pelota, sin apenas inquietar a Aulestia, eso sí; y se sintió más cómodo generando ocasiones rápidas a la contra, como la que en el 38 estuvo a punto de convertirse en el 3-0, pero el disparo de Villar se fue fuera por nada.
El interés decayó en una segunda mitad insulsa en demasiados momentos, sin nada reseñable, hasta la ocasión de Tomás en el minuto 9. Los entrenados por Juan Merino no renunciaban al ataque, pero sin hacer daño –un tiro con intenciones de Lolo en la recta final, casi el único acercamiento con veneno-, ante un rival que se sabía superior, cómodo al contragolpe, buscando matar el choque con el tercero, que no llegó –tampoco se puso excesivo interés-; mientras las Brigadas en fondo sur trataban de que animar al graderío. Mantecón, Fran Machado y Kike López, reemplazos de Juanma Espinosa, Jona y Airam, no fueron revulsivos, y el partido acabaría sin novedades, pese al disparo de Migue al borde del descuento: 2-0. Tres puntos lógicos, esperables y fáciles para estrenar el casillero. Y a pensar en la visita al campo del Real Jaén el sábado que viene. DIARIO Bahía de Cádiz