El alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’, ha mostrado su “satisfacción y alegría” ante el nuevo convenio colectivo firmado entre la empresa concesionaria de la recogida de basura y limpieza, Sufi Cointer (que mantiene el contrato caducado prorrogado mientras se termina de desarrollar el nuevo pliego y se saca este servicio privatizado de nuevo a concurso) y los trabajadores, lo cual ha sido posible tras años de negociación en los que el Ayuntamiento ha ejercido un papel de mediación, “de facilitador de encuentro y de diálogo para solucionar problemas que había enquistados desde hacía demasiado tiempo”.
El convenio, que sale adelante por la mayoría de UGT en el comité de empresa (ya que representantes de CCOO y CSIF lo rechazan), cuenta con una vigencia de tres años hasta marzo de 2019, implica la incorporación de personal a la plantilla y la recuperación de poder adquisitivo, con una subida salarial del 1,5% anual que se aplica con carácter retroactivo desde 2016.
“Se trata de un convenio más justo” que llega después de más de dos años de negociaciones. El primer edil de Por Cádiz sí se puede añade en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que el Ayuntamiento acudió “raudo” cuando el comité reclamó su presencia para facilitar el diálogo e intentar acercar posturas, toda vez que las posiciones se encontraban en algunos casos “encapsuladas y enquistadas”.
Por tanto, como insiste González Santos, “nos sentimos orgullosos” de haber contribuido a que sea posible la firma de este convenio, si bien “eso no quiere decir que hayamos llegado a un punto muerto y que terminen aquí las reivindicaciones de los trabajadores, ni muchísimo menos”. En este sentido, ha agregado que desde el equipo de Gobierno “siempre animamos a los trabajadores a reivindicar sus derechos” y a que puedan desempeñar su labor “en condiciones justas y dignas”.
Tras agradecer el esfuerzo realizado tanto por la empresa como la plantilla para llegar al acuerdo que ha sido suscrito por la mayoría del comité de empresa, el regidor gaditano ha aprovechado para reconocer públicamente a los trabajadores su labor, puesto que “día a día y cada noche se parten la cara por nuestra ciudad” con un trabajo, “a veces silencioso y a veces poco valorado, para que la ciudad se encuentre en unas condiciones óptimas de limpieza”.
Para el presidente del comité de empresa, José Manuel Cantarero (de UGT), se trata de un convenio “bastante bueno”, ya que, entre otras cuestiones, implica la recuperación de poder adquisitivo con carácter retroactivo “después de siete años sin subidas salariales”, además de la recuperación de derechos laborales, la incorporación de tres fijos a la plantilla, así como mayores garantías para los empleados fijos de fin de semana. Aunque reconoce que hay posibles mejoras, estima conveniente abordarlas en la negociación del próximo convenio que está “a la vuelta de la esquina” teniendo en cuenta que el actual tiene vigencia hasta marzo de 2019.
CSIF LAMENTA QUE “NO SE HA CONTADO CON EL PERSONAL EVENTUAL”
CSIF, como miembro del comité de empresa de Sufi Cointer, que junto a CCOO se ha negado a firmar este nuevo convenio colectivo, “tanto por las formas como por el contenido del documento”, explica que rechaza la actitud de la mayoría simple del comité, “en manos de otro sindicato”, al “no haber contado con la opinión del personal eventual (denominado ‘personal de contrato’), que es el colectivo que podría salir más perjudicado con este convenio, ya que no se les respetaría la antigüedad acumulada por el tiempo trabajado”.
En la reunión celebrada el mismo viernes en el despacho de Alcaldía, para la firma del convenio, el delegado de CSIF manifestaba su postura, considerando que “es más importante el mantenimiento de los derechos adquiridos de los trabajadores frente a las mejoras económicas propuestas”.
Además, este sindicato quiere mostrar su “decepción” con la mediación del Ayuntamiento durante la negociación del convenio, “pues finalmente, se ha firmado lo que han querido tanto el sindicato mayoritario en el comité y la propia empresa, sin contar con las aportaciones de CSIF (que fueron apoyadas en un principio por los propios técnicos municipales)”.