La Escuela de Hostelería Fernando Quiñones de la Diputación de Cádiz (que gestiona en convenio con la Junta de Andalucía), que en el presente curso celebra su cincuenta aniversario, volverá a mudarse en 2027 si no surgen contratiempos. Y no será a El Puerto, como se sondeó meses atrás.
Este centro hoy referente para los sectores de la hostelería y el turismo no sólo a nivel provincial, que naciera en 1973 en el edificio de Valcárcel y que se trasladó a la Zona Franca ante el estado ruinoso del antiguo hospicio, regresará al casco histórico de la capital.
El Gobierno de derechas de la Diputación ha decidido que el antiguo instituto Nuestra Señora del Rosario (de su propiedad, y cerrado desde hace años tras un amago frustrado de rehabilitarlo como equipamiento cultural hace unos años, obras paralizadas al poco de empezar por el mal estado del edificio), se considera ubicación idónea para la Escuela; un proyecto que además de dar nueva vida a esta finca en la calle San Francisco supondrá un ahorro anual de unos 200.000 euros (el coste del alquiler que se paga al Consorcio por la sede temporal en el edificio Europa).
Lo ha confirmado la presidenta de la Diputación, Almudena Martínez, tras realizar este miércoles una visita técnica: “recuperamos este emblemático edificio después de diecisiete años de abandono y lo hacemos dándole un uso que atiende tanto a las necesidades de la institución provincial como de la ciudad de Cádiz”, ha aseverado junto al alcalde y compañero de partido, Bruno García, y el jefe de estudios de la Escuela Fernando Quiñones, Guillermo Perea, entre otros.
Este proyecto se anuncia tras un trabajo coordinado entre la Diputación z, el Ayuntamiento y la Junta, las tres con gobiernos del PP curiosamente, “un ejemplo de cogobernanza”, para la presidenta jerezana, según se destaca en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
A partir de ahora se va a iniciar la tramitación necesaria para la ejecución del proyecto de consolidación del edificio, como paso fundamental no sólo para su futura puesta en uso, sino para evitar que se siga deteriorando. Este paso es “muy importante” para Almudena Martínez por dos motivos. En primer lugar porque “se reactiva un inmueble abandonado y necesario para una ciudad donde cada metro cuadrado es importante”. Y por otro lado, porque es el paso previo necesario para la redacción del proyecto de ejecución que, si no hay nuevos sobresaltos, concluirá con el traslado definitivo de la Escuela que opera actualmente “de forma provisional” en la Zona Franca.
“UN PROYECTO DE MANDATO” SIN PRESUPUESTO NI PLAZOS CONCRETOS
Esa futura mudanza de la Escuela de Hostelería Fernando Quiñones al antiguo Instituto del Rosario se plantea como “un revulsivo educativo, turístico y económico” para la zona centro de la ciudad, que, se añade, “se ha venido caracterizando en los últimos años por el desarrollo de una amplia oferta gastronómica y hostelera”. En ese sentido, el alcalde Bruno García ha agradecido la “apuesta” de la Diputación por un proyecto “que es muy bueno para Cádiz, porque viene a sumar recursos y oportunidades”.
El primer edil gaditano ha destacado la “alianza entre administraciones” para sacar adelante esta actuación que viene a dar respuesta a una tarea pendiente, como es la recuperación de edificios infrautilizados en la capital. En este caso, ha repetido, va a contribuir “a dar vida al casco histórico”.
También ha estado presente en esta convocatoria el diputado responsable del Área de Planificación, Coordinación y Desarrollo Estratégico de la Diputación (en la que se circunscribe la Escuela) y alcalde de El Puerto, Germán Beardo, que ha anotado que esta actuación se enmarca “en el plan estratégico de la Diputación para la rehabilitación de sus elementos patrimoniales” y va a permitir a la IP Fernando Quiñones contar con “un espacio que se adecue a las nuevas necesidades de alumnos y profesores”; actualmente con casi 200 estudiantes y 19 docentes.
Según los cálculos de Beardo, que no ha cuantificado el coste de la operación ni quién la pagará, intuye que recurriéndose a fondos europeos, la pretensión inicial es sacar las obras a licitación a lo largo de 2025, por lo que su inauguración no sería antes de 2027. En este sentido, ha hablado de “un proyecto de mandato”.
A su vez, la delegada territorial de Desarrollo Educativo y FP, Isabel Paredes, ha dado las gracias a la Diputación y el Ayuntamiento por “impulsar” este proyecto que “permitirá no sólo mejorar la calidad educativa, sino también la accesibilidad del alumnado”. Y ha dejado caer que esta mejora en las instalaciones abre la puerta a una posible ampliación de la oferta educativa que se ofrece en la actualidad.