El juicio contra el exdirector del colegio Salesianos en Cádiz por hasta 12 presuntos delitos “contra la moral y abusos sexuales”, supuestamente cometidos entre 2011 y 2013, ha comenzado en la Audiencia Provincial. La Fiscalía pide penas que suman 38 años de cárcel. En su primera declaración, ha negado que practicase las conductas que se le imputan, que propinara golpes o abusara de los chavales. Entiende que su método era “una forma de empatizar con los alumnos”.
El juicio contra el exdirector del colegio Salesianos en Cádiz por hasta 12 presuntos delitos “contra la moral y abusos sexuales”, supuestamente cometidos en los cursos de 2011 a 2013, ha comenzado este jueves en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial. La Fiscalía pide penas que suman 38 años de cárcel.
El juicio, según informan desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) a DIARIO Bahía de Cádiz, se va a desarrollar en nueve sesiones y están citados a declarar como testigos 73 personas, de las cuales 27 son menores -14 de estas declaraciones serán escuchadas de las grabadas en su día en fase de instrucción-.
De momento, este jueves ha comenzado declarando el acusado. Y ha negado que practicase las conductas que se le imputan, que propinara golpes o abusara de los chavales, principalmente de Primero y Segundo de ESO. En su testimonio, este cura reconoce que “jugó con los niños”, incluso a “peleas pero sin golpes”, aunque insistiendo en que jamás hubo un ánimo libidinoso o sexual en estos contactos en su despacho. Entiende que su método era “una forma de empatizar con los alumnos”, de acercarse a ellos.
Junto a la acusación pública que realiza la Fiscalía, como acusación particular en este momento se ha personado únicamente la Junta de Andalucía en defensa de un menor hacia el que señala que ha sufrido un delito de abuso sexual continuado (a un mayor de 13 años) para el que solicita 2 años de cárcel.
La Congregación Salesiana ha emitido esta misma jornada un comunicado expresando que “espera y desea” la libre absolución del acusado “mediante la acreditación en el juicio de que no realizó las actuaciones que se le imputan”.
A mediados de julio de 2013 saltaba a los medios la detención por parte de la Policía Nacional del entonces director de este colegio religioso concertado de la capital gaditana acusado de delitos contra la integridad moral e indemnidad sexual de los que, presuntamente, habrían sido víctimas alumnos de entre 12 y 14 años de edad.
El arresto de este sacerdote se precipitaba después de que los padres de uno de los niños presentara una denuncia al respecto días antes. A partir de ahí, el Servicio de Atención a la Familia adscrito a la Brigada Provincial de Policía Judicial de Cádiz iniciaba la investigación, y recogía el testimonio de una docena de menores del centro, que corroboraron las denuncias contra este profesor de unos 40 años de edad; y de algunos profesores y personal. Permaneció en situación de prisión preventiva hasta mediados de agosto de ese año.
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