DÍA 9 (9ª CLASIFICATORIA)
“Somos la banda, la banda la banda, que iba en el Titanic, Titanic, Titanic…”. ¿De qué me suena a mi eso? Calla calla, que ya aporrea el portón del Falla la novena noche de clasificatorias del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2025). ¡Arrivederci, enero!
Función de viernes con tres momentos claves: el regreso de la comparsa de Marta Ortiz, ‘La valla’, feminista, claro, pero sobre todo humana; la secta del Bizcocho y su chirigota suicida ‘Los hermanos del buen fin’; y el temerario amago de cuarteto de Ciudad Real.
Juan, otro cadista que no se comerá el turrón carnavalesco: Glauder ya está embalando cajas pa la mudanza, mientras Maxi Gómez… ¿que vuelve el chavá? Eso da para un tragi-pasodoble. Maripili, pisa a fondo el embrague y tira de la palanca, que ande o no ande este cronicón de guardia, en guardia. Aceptamos Bizum.
‘El grimorio’, spóiler: eres tú
Las 20.08 horas. Arriba telón. Abran sus grimorios por la página setenta y siete. UUuuuu AAaaaahhh. Guardianes y hechiceras atesorando ese libraco con rituales, encantamientos e invocaciones, un libro que “esconde la esencia de mi carnaval”. Se presenta ‘El grimorio’, coro local, el de Charo Quintero, con Antonio Segura responsable de la letra, y Manuel González y Fran Quintana, de la música. Robustas esas estanterías del Ikea. Crítico el primer tango con el invento y la gestión del Cádiz Fenicia del pasado septiembre, lamentando “la política trasnochada del amiguismo y el despilfarro… mientras mi Tacita, la romana y fenicia se sigue muriendo”. Y a partir de esa última idea, y de sus pasados coros, se construye la otra letra, quejosa con los tangos-piropos que no dicen nada, y con la apatía del gaditano ante su ruinaso…, “Cádiz se ha convertido en un cementerio pa jubilaos… pero por más cohones que le eche al tango, la solución no viene cantando”, esto se resuelve luchando. No está malote, Juan. Los cuplés, ya si eso, con hueco para un perro remimao y la IA coplera. Meh. “Como mi Tacita sólo hay una, la que te hechiza con plata de luna, y te embruja mirando su puesta de sol”. Comienza la ceremonia del popu, el ritual del gaditano…, “cantando unes tu alma a tus padres y tus abuelos… el grimorio eres tú, los hechizos tu gente, eres tan diferente… el grimorio eres túuuuu”. Con remate discotequero a lo Mocedades… como el agua de mi fuente, el fuego de mi hogar, algo así eres tú, uh-uh-uh. Cómo pía el Juan.
‘El gran comandante’, lechuga
“Que se preparen los que al mundo han maltratado, ya su juego ha terminao”. Aviso de entrada de ‘El gran comandante’, comparsa de Granada, llamando a la rebelión desde tu barrio, detrás de ellos, “ponte en pie no seas cobarde, y únete al gran comandante”. La arenga no termina de convencer a Juan, ehh. La letra la firma Juan Miguel Armuña, y Nene Cheza y Luis María Fernández aportan la música. Con intérprete en lengua de signos, y todo. Entre amores revolotea el primer pasodoble-piropillo, “por eso aunque Granada sea mi mare, vengo a arrodillarme a tus altares, Cádiz pa decirte que te quiero”. “Que no es sólo contra la derecha, porque iremos también a por ellos”: segunda letra amenazante frente a lo que interpretan que significó ¿Podemos? Ni de izquierdas ni de derechas, ¿no? Afú, illo. “Cuando muere un vegano, ¿se reencarna o se reenverdura?”, se pregunta uno de los cupleses, sí. “Sin embargo aquí en el barrio de la Viña yo me quiero bautizar, con el agüita salada del puente Canal”, apunta ese estribillo granaíno en el alma. El decente popurrí son ocho minutos repitiendo lo ya expuesto en la presentación, no busques más: “las revoluciones nunca se hicieron desde el sofá, la revolución arranca si tú la haces desde tu barrio hacia el mundo… no permitas nunca que se nos vaya to la fuerza por la boca”.
‘La valla’, vaya vaya
Uuu uuu uuuh, que viene We can do. Grito de guerra de parte del Falla (otra, rabia ya internamente) para recibir a ‘La valla’, con su valla, “valla que roba mi sueño, que roba mi vida, vergüenza y herida, de la Europa Occidental… perpetuando mi pobreza, condenándome a la muerte, y si de ella quiero huir, tengo que cruzar infiernos… valla que es Europa, fascista y criminal… y si rajo sus metales, si piso la tierra santa, huelo a humanidad podrida y a racismo sin piedad”. Guantazo a las conciencias el que pega ese holaquéhay de la comparsa de Marta Ortiz; denuncia, compromiso y solidaridad en la frontera. “Gracias por el año que me diste, por amarme sin descanso, por pedirme que te escriba, gracias por contar con mi palabra… qué más da si mi copla te ha quedao, ha transcendido y ha llegado, que más dan las puntuaciones, las difamaciones, los menosprecios… que la copla feminista vuelve al Falla y lo hace por febrero”. Pasodoble de regreso, reivindicativo de una copla/actitud feminista en la que se cree, valorado oportunamente desde el anónimo gallinero: ¡ole tu coño! Y por Palestina la segunda letra, reprochando también a los carnavaleros su silencio hace un año ante el genocidio…, “hostil planeta en decadencia, que ante el grito y la clemencia, se hacen sordos”. Siguen sin cortarse en la tandita de cuplés, exponiendo la contradicción de “to los fachas que adoran las letras de Juancarlo”; y acordándose de Pepe Fierro, “la cantera le ha salido rentable”. “Valla tras valla no hay valla que más me importe, me quite el sueño, que me enamore, la valla de tu corazón, con la que me brotan los versos para asaltarla, y para conquistarla con mi canción”. El periplo de estas migrantes desde Senegal, Camerún o Nigeria a la tierra prometida duele en ese popurrí tan real como acallado en los medios que imponen la actualidad, entre desiertos, penurias, redadas, mafias, violaciones, pateras y “como borra occidente, sus muertes sin más”. “Al final de este viaje, escupida por el mar, a la cálida playa logramos llegar…”, pero toca enfrentar “otras vallas duras igual de opresoras, la valla patriarcal, del clasismo, del racismo, idiomática…”. Un repertorio que sueña con políticas “de vida y de luz” que acaben por derribar esta Europa de muros, “que devuelva mi dignidad y futuro, mi humanidad y mi derecho a la vida… al final de este viaje, la vida quedará”. Sobrecogedor repertorio frente a racistas, xenófobos y a todos los que miramos hacia otro lado. Juan, para esto sirve el altavoz del carnaval.
‘ONG (Organización No Gaditana). Cuarteto sin fronteras’, marineros a pesar de todo
No ni ná. La bonita localidad castellano manchega de Alcázar de San Juan se estrena en el Falla con un amago de cuarteto. Sí, pone cuarteto. ‘ONG (Organización No Gaditana). Cuarteto sin fronteras’, liderado por Miguel Antonio Maldonado Felipe. Un payaso de la tele, un Beatle, un Groucho, una de Abba y un Indianajones… “¿se va por aquí a Alejandreta?, no se va a La Caleta”. Juan, ¿esto no era parodia? Representando cada uno a “cuartetos famosos”, y Harrison Ford es “un todo, un four”. Silencio burgalés en el patiobutaca, que explota de alegría cuando una eternidad después anuncian que llegan los cuplés. Sin duda, lo mejor (es un decí) del repertorio por la rareza de este momento, con contrabajo y todo. Igual de lacio, que todo, sí, pero te ríes con (de) ellos. Una letrilla tras empaparse el ‘Habla de Cádiz’ de Pedro Payán, y otro monárquico. Se nota la cercanía del aje madrileño. “¡Más cuartetos, pero sin catetos!”, se grita entre bambalinas en el tema libre, “¡hay que dar la talla, para cantar en el Falla!”. ¡Vamos a hacerlo bonito! ¡Venirse arriba! La maldad fallera ya no se detiene ante este desparpajo de osadía ingenua. “Sé que es un atrevimiento, venirte aquí a cantar…”. Con homenaje a ¿Emilio Castelar? en el chimpón, acompañado por flauta travesera. Y entre el follón ambiental, y antes de que caiga el telón, la ONG hace mutis por el foro.
‘Los hermanos del buen fin’, agusto
Pasada el trance cuartetero de más allá de Despeñaperros, o lo que haya sido eso, se cuela la secta del Bizcocho: “sigo a mi líder, líder, líder… aunque tengamos que morir para descubrir la gran verdad… qué derroche de felicidad, ya no necesito nada, sólo que se acabe todo ya, y un poco de pomada…”. Con nosotros, ‘Los hermanos del buen fin’, desde La Rinconada, la chirigota con letra y música de Antonio Álvarez, el Bizcocho. Pasodoble facilón para empezar a convencernos: “la sociedad es mentira… las personas son igual que las comparsas, pa una vez que encuentras una buena, las demás son pa echarla… no me gusta esa sociedad del me gusta, esta sociedad me molesta, y luego me dicen a mí, eso sí que es una secta”. ¿Tiene un minuto? “La política es mentira… más alto que Carrero Blanco nadie va a llegar… tienen que jartarse de langostino para llevar un plato de lentejas a su casa… lavarme el cerebro es mejor que llenarle al pueblo la mente de odio y mentiras… y luego me dicen a mí, eso sí que es una secta”. Poco más que añadir en esa segunda letra, siempre rebosante de ironía. Lo ha dicho el líder. De muerte ese coche de Google pasando por Soria; y la moda de enganchar un angelito en los móviles que desconcentra a los curas en misa. La mezclita de los cuplés. “En nuestra fraternidad, todo el que ha querido entrar, ha pegao el pelotaso, en cambio los que se van… no se ha dado el caso”. Nos-chilla. Peripecias pamplinosas y algunas gotas absurdas para vendernos esta hermandad suicida. Por ahí rueda el popu. ¿Qué será qué será? “Yo antes era como tú, y sufría con la vida, hasta que lo he comprendido, todo es una gran mentira”. Viajando al mundo fuera del mundo, más pallá, esperando el día de la verdad…, “soy el novio de la muerte, bueno, estábamos tonteando… si acabamos cantando coplillas de los carnavales, será un buen fin, y es que será un buen fin, y sí, voy a morir”. Pero… no te vayas todavía, Manué.
‘Las Carmelas’, mumá
Para terminar de hornear la sesión, un cartuchito de madres “de esas de toda la vía”. Por ahí anda la historia de ‘Las Carmelas’, la comparsita de siempre de Borja Romero, con Alba Cornejo en la dirección. Intrahistoria del génesis de esta agrupación, soñada y hecha realidad, en un primer pasodoble. Primero. Juan, hace frío polar y ¿se están abanicando? Y contra la competencia y las rencillas la segunda letrilla, que “se perdió el sentir el carnaval como forma de vida, y autores que se expresen con el corazón… la culpa no la tienen los sevillanos, la culpa es de los gaditanos”. A mí que me registren. Se cruzaron por Pasquín con Manolito, en uno de los dos cuplés, pa echarlos al puchero hirviendo junto a los fideos. “Tengo un dios en el cielo y un dios en la tierra, y esa es mi maaaare, ay las cosiiitas de mi mare”. Del bucle no se sale en el popurrí es un “gracias por darme la vida” a mamá, pisando las tablas en la penúltima cuartera…, “hoy te regalo una comparsa entera”. La mamitis hecha comparsa sencillita, sin desentonar, sin chica ni limoná. No tiene tú ná, Juan.
Las 23.46 horas. Cae el telón. Bajan más las temperaturas. Juan, esta noche toca sábana de pelito. Ve sobando el libro de las frases célebres, que estos señores querrán ponerse el Canal Plus: “Yo también soy inmigrante, sólo que llegué en un tiempo diferente”, dicen que dijo el físico alemán Albert Einstein, relativamente famoso por su E=mc². DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway
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