DÍA 3 (3ª CLASIFICATORIA)
Sábado sabadete, y el Falla abierto de par en par para acoger la tercera función de las clasificatorias del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2025). Esto tira palante, no como el famoso decreto Omnibús tumbado por las (ultra)derechas españolista y catalanista; con lo feliz que soy yo con mi abono gratis total de Cercanías.
Noche de preliminares marcada por el regreso del Canijo con su chirigota cinco años después, ‘Los muchachos del congelao’, cantándole a la deconstrucción de la masculinidad. Toma ya. Mientras las dos agrupaciones cabezas de serie no defraudaron a sus más fieles con sus consabidas armas: ‘Los Pimpinelas de la plaza Fragela’ de Molina-Melli y ‘La resistencia’ del Carapapa.
Entonces, ¿este domingo es la Erizada en la Viña?: 350 kilos de erizos procedentes de Galicia y de Portugal, 400 litros de Cruzcampo y 60 litros de manzanilla, todo de gratis. Po Juan, ponte el chubasquero que han dado agua. ¡Qué te gusta una cola! Maripili, repeínate y tira de la palanca, que penetre en los corazones este cronicón, sin vaselina ni lubricante con sabor a mango ni ná. Y quien quiera pagar la convía, que no se corte.
‘Los gamberros’, qué locura, ehh
Las 20.04 horas. ¿Listos los de atrás? ¡Listos! Una ración de Far West para empezar, o no. No sé, me confunde ese forillo. Saluda esta banda amotinada harta de estar harta, “arrancándole los hilos a esta sociedad que apesta, destrozando los cimientos de sus templos de injusticia”. Ajá. Pues por ahí anda la cosa. ‘Los gamberros’, comparsa de Morón de la Frontera, con Samuel Gallardo como su hombre orquesta. Primer pasodoble de hombre a hombre, de hombre que trata cada día “de hacerlo mejor” a hombre de las cavernas que todavía no digiere eso del feminismo, que “no es cuestión de ayudar ni proteger, ni de que midas tus palabras”. “Vimos cómo sólo el pueblo es quien salva al pueblo”, apunta la otra letra, empática con los afectados por la Dana en tierras valencianas, pero a la vez mostrando la falsedad de esta solidaridad de la cercanía, que “el pueblo no salva a su pueblo, si olvidamos a Palestina”. Interesante girito, Juan. El cirujano del de AndyLucas, malo malo malo; y los sevillanos que veranean en Cádi quejándose de tanto madrileño por las calles, jeje, en esa tandita de cupleses salvables. “Y aunque sea el mayor de los gamberros, parece que nunca aprendo, contigo estoy desarmao”. La revolución ¿gamberra? toma un popurrí agradable al oído con cierta tendencia a perderse entre tanta lucha: “tantos gamberros, y aquí sin embargo el gamberro soy yo… Sin saberlo, fuiste siempre rebelde”. Eso ya lo cantaba la Jeanette… “porque el mundo me hizo asíiiii”.
‘Los muchachos del congelao’, mea culpa
Y cinco años después, el Canijo post-ictus is comming. “Qué rabia me da tener que cambiar, si yo soy así, un tradicional, heteropatriarcal…”. Saluda ‘Los muchachos del congelao’, con sus personajes de cuento (“princesos”) abandonados por sus respectivas parejas-princesas empoderadas (aquellas muchachas del congelao de 2009), y toca adaptarse a los nuevos tiempos, y aprender a poner la lavadora. Antonio Pedro Serrano vuelve cinco años después, acompañado por Raúl Cabrera en la música. Con más expectación y mensaje que cachondeíti güeno. El primer pasodoble autobiográfico es un gracias a la vida, y al Sheriff, presente en un palco de la radio, el san Pedro de Loreto (por su pasodoble)…, “aunque no me llegó mi hora, ya lo ves estoy en la gloria, porque ahora tengo un piso en el paraíso, que es donde cicatrizo lo que yo viví… aquí acabaré el camino, será mi último destino, la vida antes de la muerte es lo que quiero para mí… queda mucho por cantar y por vivir… ojalá que haya salud, pa no perdernos más febreros”, entona el de Carmona, ya con casa en Cádi. Embarrao el segundo que estalla, con Valencia ahogada y los políticos enredando, que “ojalá puedan arder como un ninot esos canallas”. El estilo canijil, pero rabioso. Los cupletillos, bueeeno: Manu Tenorio tirando tabiques sin licencia; y alquilando castillos de arena en la playa. “Si estás con un machirulo que no se deconstruye, huye huye huye”. El Apiretal tiene su momento Puerto de Indias en un popurrí simpaticón que se burla del machismo todavía imperante, provocando más sonrisas que carcajadas, y que culmina potito potito, para no perder la costumbre: “queda un mundo por hacer más humano y más completo, donde el hombre y la mujer luchen juntos, por tener más igualdad y respeto… por ti, por mí, mujer, nos merecemos respeto”. Los hombres tenemos que cambiar tantas cosas, dejar de vivir del cuento, Juan. El Falla aplaude agradecido el regreso del Canijo, ahí esmorecío. A Juan le ha llegado a la patata el “no hay futuro pa ti, Bertín” más que el “no hay que ser putero como Juan Carlos I”.
‘Viaje a la vida’, solo de ida
En lo arto del campanario revolotea la comparsita sevillana ‘Viaje a la vida’. Van de cigüeñas, sí, esas que traen bebés por encargo. Lo desvela el final de una luminosa pero oscura presentación. Jesús Martínez pone la letra y Javier Vargas, la música. “Pero la culpa es mía, maldito el día que os hice padres”, apostilla el primer pasodoble con líos matrimoniales y el crío en medio, “otra guerra en la que sufren los más inocentes”. Ahí que tener dos máster del universo para pillar el siguiente, pero huele a dramón…, “aunque lo echéis de menos, el nunca se fue de vuestro lado”. Van con bulla, se ve que debe estar chispeando allá fuera. ¿Echenique? ¿cuplés…? No coment. “Que si me poso a tu vera, el viento sopla a la inversa y aquí eres tú quien me da la vida”. La vida es lo que pasa mientras tratas de meterte en ese popurrí y encontrarle chicha. Juan le tiene pavor a las gaviotas.
‘Los Pimpinelas de la plaza Fragela’, con zocaliiiilloooo
Nuevo duelo comparsa-chirigota, batalla de coplas en la plaza del Falla. Es la propuesta de la chirigota chiclanera del tándem en estado de gracia Molina-Melli, José Antonio García y Jesús Manuel Selma. ‘Los Pimpinelas de la plaza Fragela’. Saludando con energía y conectando rápido con su público, un público predispuesto a una controversia carnavalera plena de topicazos y fácil de digerir en un molde pasional. Pum pum. Echando de menos muchas cosas en este COAC, hasta a las ninfas-florero en el palco, en el pasodoble de entrada, “faltan mil cosas, pero el concurso no ha cambiado, solo cambiaron los tiempos… que cada vez que yo te cante no me falte nunca aquí, tu cariñito”. Y segunda letra emoshionaíta, homenaje a Pepe, “mi mano izquierda”, el padre del Molina. A mamá se le une papá. La familia al completo ahí arriba, Juan, se ve que eso da puntos. Un cuplé lo interpreta la comparsa y la chirigota tres cupletinas: “pero ahora pa echar un quiqui hay que pedir permiso de obra”, jajajaja. Mejón los comparsistas y sus arreglos “de chocho”. Con estribillos diferentes, acabando casi iguá: “quillo, que te va a partí el frenillo… quillo, po yo me parto el frenillo”. Sobredosis de pedos, pichas, pellejo, feli-sí-da en un popurrí con humor nivel EGB, y “al mudo lo echaron porque hablaba poco”. “Que nos peguemos pero un abrazo, y que la vida siga siendo un carnaval… que las batallas sean batallas de coplas, y que las guerras sólo sean de papelillos”. ¿Quieres caldo? Toma dos tazas.
‘La resistencia’, apunten al corazón
La revuelta no, Broncano, ‘La resistencia’. La comparsa de David Márquez Mateos ‘Carapapa’ sale a la pista de este circo atrincherrao que es la vida/carnavá. “Como yo soy gaditano… aquí me quiero morir, hasta que me llegue el día, yo he elegido resistir… Que la vida sólo es resistir, caer, levantarte, resistir, y lo mismo que mi tierra, aguantando temporales, voy cumpliendo carnavales, y aunque ya me den por muerto, aquí vuelvo con mi copla…”. Saluda resiliente y combativo, y sin tanto brilli brilli. Metaconcurso de primer pasodoble de quien “con coplas de artillería, mi guitarra y mi bandera”, aquí sigue aguantando el tirón, pese a que “hay camaradas que no se enteran que el enemigo está ahí fuera… que la gente quiere sangre, y más sangre vamos a darle”, y luego se quejan de que esto se está muriendo, “y somos nosotros mismos los que lo estamos matando”. Y otra letra escrita con fango de la Dana, con tirito de partida al president Mazón, “mientras la gente se ahogaba, tú en la luna de Valencia…”, que acaba pringando a los políticos de uno y otro bando, “son unos sinvergüenzas con el corazón de hierro, y mientras discutían, en medio de la agonía, el pueblo salvaba al pueblo”. Pero Palestina, ¿qué? Pregunta Juan acordándose de sus gamberros de Morón. ¡Fuego! La nariz del Lucas de AndyLucas sale en ambos cupleses, con el affair-chisme del Bruno y la concejala sobre la mesa. “Que después de mil batallas, he ganao y he perdió, luchando contra gigantes y hasta hoy he resistío, pero tú ná más que me miras y en tus brazos caigo rendío”. “El fracaso no es perder, el fracaso es no luchar”. Por ahí anda ese popurrí peleón, como el Don Simón, con balas para casi todo/s: “no repitamos la historia… no te equivoques de bando, de enemigo, de trinchera, nuestra lucha compañero, es la de la clase obrera…”. Hasta alcanzar la épica de la última cuarteta, que “la muerte no es el final, si tu copla está en la calle y el pueblo y el carnaval las hicieron inmortales… Resistir pero ser feliz porque el tiempo vuela, resistir a los fichajes de Vizcaíno, para que no nos roben a los gaditanos, para que los turistas no nos sometan, cuando en un colegio cierra una clase… resistir y no solamente cada febrero, con la cara negra y las manos blancas, y cantar hasta que sangre la garganta”. El Dúo Dinámico inspirando al Carapapa, ¿qué no?… ¡¡¡resistiréeee!!!
‘Las anticuarias’, ahora te atiendo
Oooohhh. El coche escoba de la función lo conduce ‘Las anticuarias’, chirigota local con la autoría de José Ramón Peñalver y la música de César Augusto Dos Santos. Las tarataratataratanietas del tío de la Tiza han abierto una casa de empeños carnavaleros, al tresporcuatro, “al que le vendo tres le compro cuatro”. Hacienda está al quite. Se reivindican como herederos genuinos del popopopó, “y no intentes despreciarnos, fuimos los enterraores y no habrá quien nos entierre”. Y derrotista y apocalíptico el segundo pasodoble, y “el día que venga la ola, quien va a morir en mi pueblo, si cuando venga a mi Cái, Cádi ya es un cementerio”. La Bárbara Rey y la omnipresente Mirian, te rellenan los cuplés, con cameo ¿necesario? de ambos presentadores del Onda Cádi, también del acosado Quique Miranda. “Cádiz no se empeña, Cádiz no se empeña, por mucho que alguien se empeñe”. Juan lo flipa con el estribillo, está sensible hoy. En el popurrit se hartan de sacar bártulos, y entre empeño y empeño sonando a antiayer, “Cádiz no tiene precio, te la dejo regalá”.
Las 23.59 horas. Baja el telón. Por un minuto, Juan. Hala, ponte el pijama de fiesta, que esta noche ¡se sale! Sal, y pimienta, y pilla el libro gordo de las frases célebres, que hay que darle un the end a esta parrafada: “Nunca se vuelve al mismo lugar, porque siempre volvemos siendo alguien distinto”, dicen que dijo Eduardo Galeano. Tan uruguayo como el Brian Ocampo. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway
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