DÍA 24 (2ª CUARTOS DE FINAL)
Sábado sabadete de sofá, mantita, un rato de lectura de algo liviano de Schopenhauer acompañada de música de Los Caños, fútbol-pirata en la tele y a esperar a que arranque la segunda función de los cuartos de final del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (el COAC 2025). Te quejarás y todo.
Sesión más o menos intensa, con un poco de todo. Entre lo más interesante, los ratos con ‘Los calaíta’, ‘Los wonderful’, ‘Los muchachos del congelao’, ‘La desafinada’, ‘La resistencia’, y hasta el joven cuarteto ‘Un clásico nunca falla’ tiene sus cositas.
Po en este mismo momento el Cádi de Vizcaíno está ganando en El Sardinero al líder con goles de Ontiveros, Álex y Chris. Juan, va a ser que eres el gafe, desde que el encierro fallero te deja sin ver a los peloteros, no vea que pelotaso… Maripili, no me despiertes, y tira de la palanca, que entre limpio por la escuadra este cronicón en diferido jarto de correrse la banda izquierda en vano. ¿Una ola por el Yuntamiento de Cádi?… no te pases, prima.
‘La desafinada’, ay gaditano, tú no me llores
Las 20.05 horas. Va telón. No vea la vocecita de camionero que se le está quedando a la Mirian. Tin tin tin tin tin… Los luthier del coro de los niños, presente. “Y es que Cádiz es como una guitarra que la artesanía colmó de belleza, a Cádiz no se le canta, a Cádiz se le reza… por encima de mí, del sonido perfecto de mi Bahía, tendrá que pasar quien quiera callarte…”. Potente saluda ‘La desafinada’, con Nandi Migueles, su hija Inés, Riki Rivera y ‘el Tomate’, ahí empujando. Afú, Juan, el segundo del Racing, acaba de marcar un tal Karrikaburu. Parece que en el primer tango hay cierto reproche al genocidio de Israel sobre Palestina, pero sin explicitarlo, no vaya a ser que Netanyahu bombardee el Mentidero: “no hay nada en este mundo que justifique que un inocente caiga en una guerra… ni por su tierra ni Alá, ni por la virgen del Carmen, nada puede ser motivo para una masacre… no le temas a quemarte en el mismo infierno, si tú eres el mismo diablo”. Vaya, que la religión nunca, ni nada, puede ser excusa para aniquilar a niños inocentes, se incide. ¿Qué? Anulado el cuarto del Cádi, ¿quéeee? Vaya, la otra letra le da un repaso laboral a los cuarenta que te cantan ahí arriba, “cada uno su trabajo para buscar su pan de cada día… ahora vuelve a repetirme que los gaditanos somos muy vagos, que vivimos de paguitas y subvenciones, y estamos todo el día de ensayos”. Aclárate la voz y a los cuplés, ajín ajín. Concursos de guantazos en la tele, ¿eso existe?, pero para los políticos está prohibido participar, por su “cara de cemento”. Y los controles para entrar en el teatro, ni que fuera Yankilandia. Mi guitarra que es Cádiz, jamás la escuchas desafinada. Barbaridad de estribillo, chiquillo. ¡¡Ocho minutos de descuento!!, para acompañar ese placentero pupurrí que clama por “más cultura” para que progrese la ciudad…, “ay gaditano, tú no me llores, buscaremos mil soluciones, que Cádiz es tu tierra y aquí está tu gente deseando que vuelvas, y que comience la guerra… con el diapasón de mi corazón, hoy te canto, sigue afinando, sigue luchando, Cádiz por siempre sonando a valiente, sin ti se acaba este sueño”. Enorme, casi tanto con el 2-3 del Cádi en Santander, ¡¡uueeee!! Acabó, Juan, acabó. Respira, respira.
‘Comparsa: Los calaíta, fuimos a por tabaco, una chirigota de toda la vida’, qué le gusta un tiroteo a un chiquillo de Winsconsi
Acudits. Po me pone cómo suena chiste en català. Los Eugenios fuman sin bulla antes del “saben aquel que diu… con la alegría que me caracteriza… en cuartos sois el público más serio del concurso, me encanta… ole tu mare, olerá la tuya… que yo no estaba muerto, había ido a buscar un estanco, no tenía suelto, por eso he tardao tanto… chimpón”. Con el Falla a favor, y molta expectació, entra la singular ‘Comparsa: Los calaíta, fuimos a por tabaco, una chirigota de toda la vida’, firmada por Alejandro Pérez, ‘el Peluca’. La rareza, en esta ocasión, cala. Odio al fútbol modenno en el primer pasodoble, que tira de ironía para soltar cositas…, “un juego que era ocio, deporte y disfrutar, se ha convertido en negocio para el rico y a mangar…”. La otra letra es para análisis político surreal y ¿equidistante?, partiendo de las macocas con la derecha, pero con el huevo izquierdo más colgante…, “ni derecha ni izquierda, ni el centro me valió”. Cuplés de dos en dos, cada uno con su cosita y su corgaera: tienen una gurrina regadera; y caca… vamo a dejarlo; un concurso de risas con premio para la Mirian; y tirito al Trump…. Un catalán ganando en el Falla, digno de ciencia ficción… Cádiz, parece un chiste pero no. “Esta la canto en gaditano… qué le gusta un tiroteo, a un chiquillo de Winsconsi… sólo queda combatir nuestras tragedias, con la palabra y el humor, vive, no olvides que aquí el color se lleva en el interior…”. Acaban en una nube. Juan, qué te gusta subirte a una moda: en preselección no terminaste de encontrarle el ritmo a la actuación, y hoy les pides fuego. ¡Que et cremes!
‘Un clásico nunca falla’, ¡Quevedo, cómeme los huevos!
¡Eutanasia, por favó! El buena gente, el mosqueón, el triste y el jartible, tratando e emular el estilo de los cuartetos, cuando eran cuartetos y rimaban, trasladan su parodia al sábado de carnaval. Con nosotros, ‘Un clásico nunca falla’, el joven cuarteto de Manuel Peinado e Iván Romero. “En vez de un sábado de carnaval, parece la madrugá de un jueves santo… la gente de fuera no viene a escuchar, solo viene a dar por culo…”, y de repente se cuela el mismo Iván Romero con su romancero justiciero soltando alguna paradoja entre quejas por los botellones foráneos y los zumitos de piña que se beben los de aquí, aro aro…, “esto no lo arregláis ustedes ni haciendo la iguana… Cádiz, qué pena de tu carnaval…”. El “Quevedo, cómeme los huevos” le ha llegao hondo a Juan. Y a Góngora. Una relación amputada que no termina de dar el paso; y onanismo fantasmagórico, para los dos cuplés vámonoquenosvamo. Pero tengo el cayetano que me llega hasta el tobillo. Justificando al inicio del pupurrí el no traer uno nuevo, como hacen el resto de modalidades. Repitiendo en esencia el de preliminares, con carguita para las chirigotas, comparsas, coros… y ya no tanto para los cuartetos. Metacarnaval y más metacarnaval, con arte, frescura y hechuras, sin estridencias, pero qué pechá de metacarnaval…, “ya no hay arte en el teatro, sin María y sin el Pillo… no salgo más, no salgo más, no ni ná”. Juan, tampoco falla. Pero con o.
‘Los wonderful’, no quiero felicidad, quiero vivir en condiciones
¿La octava maravilla del mundo?… “más bien la única… y además soy feliz en mi felicidad, porque si quieres puedes, porque si Cádiz te ha dado limones, haz limonadas, no seas carajote…soy una vida en colores, tan bonita como falsa, y aunque ignore mis emociones, mi tristeza no descansa, cómplice de la mentira, de la felicidad de los pobres… soy gaditano cerrao, wonderful de pura cepa, sin trabajo, sin vivienda, sin gaditanos que habiten mi ciudad, a ver quién me puede decir, que no se puede ser feliz, en este lugar”. Ahí queda el holaquéhay, sin callarse desde el minuto cero. El siempre infravalorado guerrillero Fran Quintana golpea al cerebelo, de que hace el esfuerzo de escucharlo, con ‘Los wonderful’. Abre el paraguas, Juan. La salud mental y el sistema sanitario, en un pasodoble…, “soy de colores y hasta incluso sonriente cuando alguien de repente me pregunta cómo estoy… pero por dentro soy negro… soy tan oscuro que no puedo ver ni un triste futuro… cuando al fin doy ese paso de ir al médico y le digo que no puedo con mi alma, sólo me ofrece unas pastillas de colores, y me manda pa casa… es pa sentir, que me han matado”. Y muy de actualidad la segunda, la triste realidad del metal…, “una ciudad mira al futuro cuando puede, cuando se tiene algún futuro que mirar… los astilleros de Cádiz, son referentes del mundo, pero ahora el crucero es un negocio tan moderno, tan deprisa y beneficio, que ahora exigen que el obrero, vaya al tajo los domingos, que se salten los convenios, o si no se marcharán… y tragaremos porque hay que seguir currando… y que hasta aquí se hayan cantado algunas letras que los tachan de flojos… sois los traidores”. A Nene Cheza le pitan los oídos… A los cuplés, cuplés de comparsa: viviendo en una butaca de estas to chula de cine modenno, y la iglesia cada vez tiene menos curas y ya se está planteando que puedan casarse, a ver si así dejan tranquilos a los monaguillos. No se te ocurra mirarme, que si se trata de amores, se vienen abajo mis penas y se me suben los colores. Con el sofá a cuestas en un popu paladeable, sustancioso, una sopapo a los libros de autoayuda: “Cádiz, atrapada por la oscuridad, pero luchando por ser feliz, ciudad que sonríe aun navegando entre sombras… corren tiempos oscuros, y aquí estamos dando la cara… que la vida en positivo es una estafa de cohones, no quiero felicidad, quiero vivir en condiciones, que nadie me va a callar, voy a sentir, voy a cantar… no has de salir de tu zona de confort, sino al contrario, el único confort lo tiene el rico millonario y a ese hay que sacarlo de ahí… y lloraré siempre que tenga ganas de llorar, y reiré si tengo motivos para poder reír… y venga lo que venga, aceptaré que esta es la vida… gaditano deja ya de ser esclavo de tu risa, y venga lo que venga hay que luchar, porque es tu vida”. Juan, llora. Eso es que ahora sí ha conseguido pringarse de este mundo wonderful.
‘Ley Natura’, no me supiste escuchar
Segundo coro de la noche. Chiclana asoma con ‘Ley Natura’, oliendo a ambientador de pino…, “hasta que llegaste y de todo te apropiaras, yo ya habitaba aquí, ya crecía mi raíz, pero arrasó tu dios de hormigón, tu evolución, mi perdición… tú me viniste a conquistar, no me supiste escuchar”. Quejosa esa madre tierra. Juan, sujétate bien. El temita de la Dana valencia visto por “un árbol de Paiporta” que vive junto a una niña y ya crecidita, le salva de la riada al aferrarse al tronco. To-ma ya. Original, es, eso sí. El otro tango regaña a quien en estas tablas hace chistes con la droga…, “el problema es serio, por muchas bromas que saquemos con ello… con lo bonito que está rodearse en carnaval de un ambiente divertido pero sano…”. Drogas no, Juan, que hay niños mirando. Apretón, abono natural, bujero por atrás y pájaro carpintero, y lista la tarta de cupletillos, sin químicos. Que nunca quise dejarte plantao… que este árbol de Chiclana al cantarte no se anda por las ramas. Tú y yo (ellos ehh), juntos, “en cada rojo amanecer”. Clase de conocimiento del medio en un popurrí correcto y didáctico. La naturaleza es sabía. Y Juan, tirando de tópicos.
‘La mala’, la del digo y luego pienso
Pase el siguiente. “Se dijeron tantas cosas, tantas cositas de mí, que al final me las creí… yo fui la fresca, la golfa, la malicia, por llevar en mi cara una sonrisa… y mala, mala, por quererte Cai mío, con tos mis cinco sentíos, la del digo y luego pienso, la que va contracorriente, y ella misma es su universo, por decir a boca llena lo que todas se callaban… yo fui, soy y seré, la mala”. Sí, ‘La mala’ empoderada ya nos canta sus verdades, desde la mente de dos hombres: Roberto Gómez y José Juan Pastrana. “Se muere Santa María, mi Santa María”, apostilla un primer pasodoble endrogao cual procesión del Nazareno, que no se sabe ya si cree en milagros. Sin instrumentación la otra letra, con mucha sororidad y shentimiento: “si vives un infierno llevado en silencio y tu vida a ti un mal nacido te la controla, no te dejaremos sola… alza la voz, que las mujeres estaremos siempre para defenderte… no tengas miedo, te doy mi fuerza, no te oprimas por vergüenza… vergüenza es lo que van soltando por sus bocas, los que dudan de nosotras”. Ahí queda eso. El juego del calamar gaditanizado acaba con palo al presidente de la asociación de la cantera; y cagás con la posibilidad de otro tsunami, para volver a Pepe Fierro. Cuplés-excusa. Y olvidaremos los males, si pasamos toda la noche haciendo maldades, haciendo maldades. “Yo soy la malvada que vive su cuento y no teme a nada, no nací para encajar, prefiero soñar, que mis alas son para volar, viviendo un infierno, sufriendo sin miedo”. Y vuela ese popurrí que hace looping sobre sí mismo, sobre lo mismo, para acabar en mamá, “tan libre como el carnaval, mi madre, la malaaaaa”.
‘Los muchachos del congelao’, vacuna te-mata
Momento Canijo, dándole la vuelta a sus propias muchachas del congelao de años atrás, entonces princesas, hoy “princesos”, ‘Los muchachos del congelao’: “mi cuento acabó, se fue la pasión, todo terminó, cuando ella cantó aquella canción, y a ver cuándo aprendes con la lavadora, so-ca-brón… mi princesa me echó, porque se empoderó… mi masculinidad debo de revisar, por el bien de esta sociedad, debo deconstruir mi forma de existir, trasnochada, machista y viril… tender tender, lavar lavar, que el calzoncillo está echando a andar… aquí están, los muchachos del walt disneyyy”. Érase otra vez. El problema del empleo precario y de la vivienda, embutido en un pasodoble en casa con los papás…, “vivimos en un país donde Peter Pan no podrá nunca jamás ganar su pan… adolescentes con cuarenta y pico años, cuantos hombres y mujeres viven en nunca jamás, que es el país del desengaño”. Una bella durmiente con marido e hijos despierta en la otra letra, con un beso, pero de otra mujer, “el beso que caló sus huesos, más que beso fue un disparo… el beso de aquella princesa le cambió su vida… y ahora viven el amor, mejor despierta que dormida”. Potito, en forma y fondo. Dame cuplés: “Feijóo ganó a Pedro Sánchez en llegar a Valencia… eso es lo bueno que tiene, tener un amigo con narcolancha”; y la pechá de perros que hay en Cádiz, y se toparon con uno facha, “si le tiro un hueso, va y lo entierra en una cuneta”, uuuuuhhh, resopla en el teatro, jajajaja. Si tienes un amigo que no se deconstruye, huye, huye. A lo hakuna matata, te cuelan el “vacuna te-mata” en un pupurrí con alguna actualización entre el pamplineo para sonrojar a esta sociedad machista y heteropatriarcal, que desemboca en la cuarteta canijil pa ponerte pitoso, narrando su propia separtación…, “nos separamos los dos, y ahora es Cádiz la mujer que me besa… más que un señor, siempre fui un señorito… por ti, por mí, mujer, mejor separados, nos merecemos respeto”. Y Juan tiene que planchar.
‘La resistencia’, hay miradas que matan y silencios que rematan
El cerrojo de la sesión lo cierra David ‘Carapapa’ y su circo de payasos rebelaos, ‘La resistencia’: “como yo soy gaditano, y aquí quiero morir, entre penas y alegrías, hasta que me llegue el día, yo he elegido resistir… soy un currante, militante, harto de mangantes y de tanta corrupción… que la vida es sólo resistir, caerse y sonreír, y resistir, igualito que mi tierra, aguantando temporales… apunten al corazón, disparen a quemarropa”. Exigiendo el referéndum sobre la monarquía que nunca ha celebrado este país acongojado de que salga que no, de primer plato servido a la Leonor: “soy un simple gaditano, me dirijo a vuestra alteza, y aunque soy republicano… todo ha cambiado desde que reina Felipe el preparado, otra vez el apellido blanqueao… eres la última esperanza de coser las dos Españas… y si ganas el referéndum, tu victoria será eterna, yo no te daré el sí quiero, pero seré el primero que grite viva la reina”. Y con girito previsible, el segundo, amor entre personas del mismo sexo casi sin miedo…, “sin buscarlo y de repente ya me siento encadenao, locamente enamorao… sin tener que contenerme, reprimirme o esconderme ante los ojos de nadie… hay miradas que matan y silencios que rematan… lo que temo es que una noche, al grito de maricones, nos peguen una paliza de muerte”. El Pacoli te soluciona un cuplé; y el otro, una carnavalera adicta al sexo, que cuando no tiene ganas, “le entra la pereza, hace un Martínez Ares y le duele la cabeza”. Emm, bueno, yatújabe. Pero tú ná más que me miras y en tus brazos caigo rendío. La pelea se desarrolla sin novedades en un popurrí marca de la casa…, “el fracaso no es perder, el fracaso es no luchar… no te equivoques de bando ni de trinchera, nuestra lucha es la de la clase obrera… la muerte no es el final, si tu copla está en la calle, y el pueblo y el carnaval la hicieron inmortales… hay que resistir, resistir pero ser feliz, porque el tiempo vuela, pa que no nos roben lo gaditano, pa que lo que queda no lo vendamos, pa que el turismo no nos someta, pa que no se mueran los astilleros, resistir no solamente cada febrero. con la cara negra y las manos blancas, y cantar hasta que sangre la garganta”. Qué exagerao, Juan.
La 1.23 horas. Baja el telón. Pues ya estaría todo. Juan, ve doblando el mantel. Y de camino, léete algo del libro de frases célebres, que estos señores tendrán que darle una alegría al cuerpo, Macarena, aaayy: “Lloro porque estoy triste, pero también porque soy feliz. Y a veces, simplemente lloro porque ya no sé cómo sentirme”, dicen que dijo Stephen Chbosky, un escritor, guionista y director de cine estadounidense. Y está ¡vivo! DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway
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