DÍA 20 (20ª CLASIFICATORIA)
¿Con qué arancel nuevo nos hemos desayunado hoy? Nos desperezamos, nos quitamos las legañas y dentro de este día de la marmota que es el Falla, nos plantamos en la vigésima clasificatoria del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (el COAC 2025). La cuenta atrás de la infinita fase preliminar se activa… tres para bingo.
Antepenúltima, con el foco puesto en la comparsa de Germán Rendón, ‘DesOBDC!’, y su propuesta a contracorriente en lo alto de un árbol. Diciendo tantas cositas que hasta cuesta trabajo mental asimilar la obra de un tirón, y engancharte de primeras. Y poco más deja el martes, salvando destellos descarados de la joven chirigota ‘Los hijos de los millonarios, vulgo Los carahotes’.
¿Nomadar? ¿Eso qué es, Juan? El Cádi de Vizcaíno-Contreras quiere jugar a la bolsa, y tener liquidez para traer de vuelva a Maxi Gómez. Especula, especula, que algo queda. Lo que no quedan ya son entradas para las semifinales del Concurso de Romancero, oooh. Maripili, blam blam, tira de la palanca y que salga del ropero ya este cronicón en diferido, con lo puesto. ¡Temu!, te echamos de menos…
‘La última función’, había una vez, otra vez
Las 20.08 horas. Arriba telón. ¿¡¡Otro circo!!?, sí, picha, sí… “Bienvenido a este circo de febrero que llaman carnaval… sin más preámbulos comienza la función…pero adivina por qué no tengo un domador, porque el veneno que sale por febrero en carnaval, no lo domas tú, no lo domo yo… el carnaval en un circo, se convirtió”. Saluda desde Sevilla ‘La última función’, coro, en posición coro, con la autoría de Sergio Molina Franco, junto a Jesús García Elías. Se acuerdan del malogrado Julio Pardo en el primer tango, cuando se cumplen dos años de su muerte…, “fuiste el culpable de que el veneno a mí me llegara… cada 11 de febrero, cuando suenen unas cuerdas dentro del Falla, tú siempre presente estarás”. Corrección máxima. La otra letra desde más allá de la autopista pide respeto a ciertos gaditanos con respecto, llamándote payaso, eso sí: “dicen los payasos que los de fuera somos los culpables y responsables de lo que sucede en redes sociales y que las preliminares se hagan interminables… no vaya a ser que le hagamos competencia… deja ya el discurso de los de dentro y de los de fuera, no me trates de borracho y de cateto, que vengo con respeto…”. No enfadarse, ome. A vé esos cuplés, prima. Comen quinoa pero siguen sin verse la picha cuando mean, emmm. La tradición de que te den un puntaso en una bulla, esa se mantiene en carnavá, aaahhh. “Esto es carnaval, esto es carnaval, esto es sólo carnaval”. La mujer barbuda, el malabarista, el ilusionista, el faquir, el equilibrista… personajes sobre los que pivota este popu-circense metacarnavalero, sin novedad en el frente. “Que seas de verdad, feliz en carnaval, porque no hay en el mundo una fiesta sinigual… y mientras suene en cada rincón, nunca habrá, nunca habrá, una última función”. La penúltima, Juan. Tú si que tienes to la cara de faquir.
‘Los gordos’, oh-beso
“Sólo soy una bestia asustada, un hombre perdido entre complejos… nadie piensa en mi salud mental… quién me puede escuchar, que estoy pidiendo ayuda…”. Recostada en el sofá amanece algo redundante ‘Los gordos’, desde Los Barrios. Inesperado sobrepeso mugriento para una comparsa, con letra y música de José Manuel Cardoso. Se ve que esa escenografía desliñada nos apela a reflexionar sobre la soledad que sufre este estigmatizado personaje, aunque habrá casos y casos. Una vuelta más a lo mismo en el primer pasodoble, exponiendo el problema para la salud individual y de una sociedad gordofóbica esto de tener kilos de más, “que no es un vicio más, y el mundo todavía lo toma a broma”. El segundo se relía y relía entre las campanadas de la Lalachus y la Pedroche, y toda la reacción cavernaria posterior, cuando “el problema en realidad, es la herencia de una España pasá que destila machismo y misoginia”. Dos cuplés gordos, pero canijos. “Obeso, obeso, obeso… tengo razones de peso para olvidarme de obesos cuando mi anhelo es comerte a besos”. Juan me taladra con la mirada. Terminan arrancándose la camisa de leñador y salen a la calle por carnavá, “que está llena de gorditos y de feos, gente normal, como la gente del pueblo, la que hace carnaval”. Pero ¿normal? ¿Y qué es normal? Afú… Un repertorio sobre un tema serio y preocupante, denunciando la gordofobia social, aunque si te topas de sopetón con la comparsa suena casi a parodia. Es todo mu rato, niña.
‘Los hijos de los millonarios, vulgo Los carahotes’, hay manteca
Niños fachas pijos de cuna han decidido hacer una chirigota burbujeante de tópicos cayetanos, y ya te cantan, “¿tú que quieres, dinero?”. No engañan con el nombre, ‘Los hijos de los millonarios, vulgo Los carahotes’, con letra de José Joaquín Martínez y música de Antonio Delfín. “La vivienda es un problema que aunque de distinta forma, me afecta lo mismo”, sentencia el primer pasodoble sarcástico que se pone en el lado del especulador, “frente a tus protestas tibias con esos huevos de plomo”. El otro es un repaso igual de irónico o más a la comparsa pescaíto en blanco que nació para adulterar al carnaval canalla, “que el dolor de este teatro es la artrosis de sus palcos… entre piropos y dramas me voy tranquilo a la cama…”. Más allá de la interpretación mejorable de este grupo joven, hay kilates en esos mensajes, del revés. Y hay recadito para el mascamiento de letra del Selu en esa fugaz tanda de cuplés, que pasa y ni te has enterao. “Yo heredo un chalet en la playa, doce caballos y cuarenta propiedades… y tú heredas enfermedades”. “Para hacer el amor hay que ir al Nu… la vida es una tómbola, tom tom tómbola, y a mí me ha tocao tó”, sueltan en ese popurrí inmaduro pero con descaro voluntarioso, que se remata sin oro, “sólo quiero coloretes… ya me voy a despedir, que esta va por ti”. Colofón acompañado por una lluvia de billetes desde el gallinero. Juan, aquí hay manteca.
‘DesOBDC!’, XD
El Germán va madurando pero sigue buscando su camino en un mundo (también el carnavalero) cada día más oscuro, individualista y totalitario en su propia involución, una vida acelerada de usar y tirar que le supera. Y se sube a las ramas de un árbol, como Cosino, personaje literario de Italo Calvino. Por ahí camina la propuesta de ‘DesOBDC!’, la comparsa de Germán Rendón que insiste en mirar atrás (rescatando el sello OBDC) para seguir adelante. “Parapapapa parapapá… y volver al lugar donde fuimos felices, me llevó a regresar, literal, hacia las raíces, un camino vital en sentido contrario, son tiempos difíciles, no hay revolucionarios… de ese bucle bajé, condenado al abismo, vivir para correr pa pagarte un capricho… me fui del mundo en mis sueños más rebeldes, cambié de rumbo y mi voz desobedece, entre las ramas rampando vivo solo… si ser civilizado encadena la vida, yo deseo empezar el control de la mía, porque nos someten tanto y tanto que en la tierra solo hay llanto, llanto… me escapé de la jaula, compañera mía, prometo bajar para asomarme a tus ojos”. Presentación casi pegajosa, Juan, de estos notas mimetizados ya con el propio árbol. La crítica al Falla descafeínado y apto para cuñados, junto al lamento del “antihéroe” por tantas peleas perdidas, nutren ese primer pasodoble: “de tus premios, de tus finales, yo no soy digno, Tacita mía… cuál es el aro al que pides que yo pase, por bicho raro, niño malo de la clase, contracorriente mi camino y mi verdad… malos tiempos para el cantor juancarlista… pa ti las normas, y el concurso de intereses, a ver si estalla de verdad y nacen plumas sin bozal, que el carnaval verdadero desobedece”. La otra letra se cuela en el Nuevo Mirandilla, para hablar de cadismo…, “por las puertas de la tribuna entra al estadio la Tata Pepa, hizo del Cádiz su bastión de la alegría… mi equipo era lo contrario a este cortijo que han saqueado sin piedad, nuestra pasión e identidad, el Cádiz es la Tata Pepa, no es Vizcaino”. Ahí lo lleva, Juan. ¿Y Contreras? Cupletillos aceptables rondando la migraña del Ares, y los propios achaques de Germán, “ahora entiendo perfectamente porque yo no he ganado nada”; y comparando pintores y fútbolistas, “Chris Ramos se parece a Antonio Martín cuando da un brochazo”. “No te andes por las ramas, que las noches se hacen más largas, desobedeciendo sin ti en carnaval”. ¿Y que me dices del pupurrí?: “hoy es un día es un privilegio ser rebelde, es un privilegio desobedecer, el bien más preciado que puedo tener… Se acerca la tormenta perfecta, más cerca del fascismo pasea la ignorancia feliz de haberse conocido, truenan relámpagos de guerra, y sólo hay una senda, mantén la mente despierta… Me fui, abandoné tu suelo, te he aprendido a amar en la distancia, pero debes saber, tierra de mi sangre, que tú te fuiste mucho antes… No hay trabajo que compense el presente de la vida, no hay momento que regrese a recordarte la alegría, no hay pantalla que me exprese tu sonrisa al ver la mía, no hay dinero que empapele caminar sin la rutina… y me llevé sólo lo que es indispensable… hay sólo una ley que obedecer entre nosotros, si uno vuelve a caer, el que lo salva es el otro”. Popurrí intensito que pide una segunda escucha para digerir todos los nutrientes, y poder escaparte también entre estas ramas. Juan, que te vas a caer…
‘Las ovejitas negras’, esquila suspensa
Una rebujina entre Rebelde Way, Elite, El internado y Harry Potter, yoquejé. Por ahí anda esta escena de pijos gamberretes procedente de la localidad almeriense de Roquetas de Mar, ‘Las ovejitas negras’, chirigota con la autoría de Juan Antonio Osorio, Juan Bautista Herranz, José Manuel Gómez-Vizcaíno y Mariano Ruiz. Soltando un pasodoble que piensa en el futuro de estos niños de papá, por ejemplo, fundar un partido “sin esencia ni ideales, y ya estoy listo pa ser presidente”; y otro cero novedoso, “soy de la otra punta de Andalucía… que pisar el Falla pa mi es más que un premio”. Un cuplé vibrador, y una chupaíta al sapo del Bizcocho, verá como pasan a cuartos, para la tanda gris oscura casi negra. “Dentro del internao, no he aprobado ná, mis notas son horrorosas… pero he probao un motón de cosas”. También llevan en la mochila un pupurrí perecedero, en el que te enlazó nosequé de un negro paseando al perro con Pedro Sánchez, y le llamo corrupto, asín, gratuitamente. Tras una muñeca hinchable con bulto, de la noche al día…, el dinero no da la felicidad, fuera chaquetas por carnaval y que se rejunten las clases sociales. Qué chunga está la ganadería, Juan.
‘Más típico no lo hay, de Conil a Cai’, viene a esta tierra un barquito
El honor del chimpón de la función es para la comparsa conileña sin florituras ‘Más típico no lo hay, de Conil a Cai’, embadurnada, como no, de Paco Alba…, “el rey de la comparsa, de la Caleta y del Falla… soy quien te recuerda sus hechizos”. Un homenaje atemporal (y ¿extemporáneo? con las modas actuales) desde su tierra al paisano que, dicen, creara la modalidad. Más típico no lo hay… Luismi Rossi aporta la letra y Óscar Mosteiro, la música. Rebuscando en el cajón ese primer pasodoble, que retrotrae a aquel 4 de diciembre de 1977 cuando asesinaron a Caparrós en una movilización por la autonomía blanquiverde, y su familia sigue sin saber quién y porqué disparó. Igualito que Blas Infante “derramó su sangre por Andalucía”. “Con dos coloretes se ríe de la muerte y abraza la vida”, sentencia la otra letrilla con su ración de drama haciendo referencia a una chirigota callejera integrada por mujeres con cáncer de mama. Las ansias expansionistas del presidente naranjito norteamericano, reflejada en uno de los dos cupletillos: “Trump, ahí tiene Sevilla, y hasta Jerez, te lo regalamos”. Juan, más típico no lo hay, que no. “Y cuando llega febrero, más típico no lo hay que decirte que te quiero”. No hay nada reseñable ni para lo bueno ni para lo malo en ese popu, que se parece a otros mil quinientos con referencias que al aficionado modenno le pillan en el catamarán, el Vaporcito naufragó… “nadie te sentirá y amará como lo hizo el poeta… por eso Cádiz, me haces soñar… y como Paco se despidió, tan sólo te diré adiós”. ¡¡Adió, Juan!!
Las 23.53 horas. Baja el telón. Sube el IRPF. Eso te ha quedao un pelín populista, Juan. Te has ganado conviarme a puchero, que tenemos que celebrar el Safer Internet Day, que traducido resulta el Día de Internet Segura. ¡Saca el condón! Ejem. Pero antes, ábreme el libro de las frases célebres y lee, que estos señores querrán recogerse en su templo: “La civilización progresa cuando un número suficiente de personas deja de obedecer”, dicen que dijo Bertrand Russell, británico famoso en el Trivial por su trabajo en lógica, epistemología y filosofía del lenguaje. ¿Y con qué arancel nuevo nos acostamos hoy? DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway
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