La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Cádiz ha aprobado en su última reunión tres proyectos y los correspondientes pliegos de cláusulas administrativas para la licitación de diferentes obras de ahorro y eficiencia energética en el complejo deportivo Ciudad de Cádiz, que en total suman una inversión de cerca de 950.000 euros, que en gran parte asume la Junta.
En esta misma semana, este polideportivo se ha visto afectado por filtraciones tras fuertes lluvias y el PSOE ha vuelto a demandar actuaciones en las instalaciones deportivas municipales.
El concejal de Urbanismo, Martín Vila, ha subrayado que las obras ahora aprobadas son las tres primeras del nuevo paquete de actuaciones que se va a poner en marcha en el Ciudad de Cádiz, en el que “no se ha realizado ninguna intervención de mejora de este calado desde que fuera inaugurado hace más de 25 años”. “Se trata de unas obras necesarias para que la instalación esté en las mejores condiciones”, por lo que ha pedido “comprensión” a los usuarios ante las molestias que estos trabajos puedan generar durante su desarrollo.
Dentro del paquete de actuaciones, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, una de ellas se centra en la optimización lumínica con aprovechamiento de la luz natural en la piscina, con un presupuesto máximo de licitación de 248.000 euros; por otro lado, se prevén obras de instalación de energía térmica, en las que se invertirá hasta 265.000 euros; y finalmente, la instalación de lucernarios y muro cortina en el complejo deportivo, en este caso, por unos 435.000 euros de importe máximo de licitación.
Las tres obras reciben gran parte de financiación de la Junta al acogerse a la Orden para el Desarrollo Energético Sostenible de Andalucía 2020, y permitirán una reducción sustancial del consumo energético, tanto de electricidad, como de gas en este pabellón municipal.
“Los proyectos que vamos a ejecutar son de sentido común y a la vez tienen un carácter altamente pedagógico”, exponía meses atrás el alcalde, José María González ‘Kichi’. “Plantean un cambio de modelo energético basado en aprovechar la luz natural durante el día, a través de la instalación de lucernarios, que permitan apagar los focos cuando no es necesario; aprovechar la energía solar que cae sobre la azotea, convirtiéndola en calor, para calentar el agua; y usar lámparas más eficientes, que las que hay”, relataba.