Adelante Izquierda Gaditana ha pedido al Ayuntamiento que organice e impulse una reunión en los próximos días entre la persona que sustituya a Miguel Ángel Fuertes en la regiduría del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (el COAC 2025) a fin de preparar el desarrollo del certamen “y procurar, con tiempo, sentar las bases de la organización y la logística de la trasera del Gran Teatro Falla que marcan la dinámica del concurso”.
La concejala izquierdista Lola Cazalilla, responsable de Fiestas durante el pasado mandato, considera “conveniente” que en estos días de noviembre, y una vez que se ha cerrado ya el plazo de inscripción para el venidero Falla (con números de antes de la pandemia: 182 agrupaciones, 136 de adultos y 46 de la cantera), se celebre esta reunión entre quien suceda al último regidor de escena (tras 40 años) con representantes de los grupos y los artesanos que presentarán sus obras.
“Es necesario que el Ayuntamiento, y en concreto la concejalía de Fiestas -remarcan desde este partido de la oposición-, sea consciente del enorme cambio que va a suponer para el concurso que una figura clave como Miguel Ángel Fuertes no vaya a estar, por merecida jubilación, al frente de la regiduría del COAC la próxima edición”.
“Y a fin de propiciar que ese cambio se note lo menos posible y se afine la coordinación entre todos los actores implicados en el buen desarrollo del concurso desde la trasera del teatro, proponemos esta reunión”, argumenta Cazalilla.
SIN NOTICIAS DEL RELEVO NI DEL ‘SALMENDRO DE ORO’
En esta línea, en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz recuerda que hace ya dos meses se preguntó en el seno del Consejo del COAC por quién desempeñaría a partir de ahora como regidor de escena del concurso “sin obtener una respuesta clara de la concejala, Beatriz Gandullo, al respecto”.
E igualmente, Cazalilla incide en la propuesta trasladada hace siete meses por AIG durante el Carnaval de Cádiz 2024 para que el Ayuntamiento de Cádiz impulse el premio ‘Salmendro de oro’ a la mejor puesta en escena de todo el concurso y que su dotación económica, “a la altura de lo que merece el reconocimiento”, vaya destinada íntegramente al artesano o artesana encargados de la escenografía.