CRÓNICA J-19. “El mejor equipo de la categoría y la mejor plantilla”, según Álvaro Cervera, se plantaba en el Ramón de Carranza en la tarde-noche del sábado para cerrar el año, antes de las vacaciones. Y el Cádiz, tras ver interrumpida su racha victoriosa en la Rosaleda, sin dejar de ser un Cádiz reconocible (por lo que nadie ha visto como un drama esa derrota no del todo justa), aspiraba a continuar su buena línea y ponérselo difícil a otro ‘gallito’, el Deportivo de la Coruña, para seguir merodeando la zona alta de la clasificación durante las navidades.
Más de 14.000 personas no quisieron perderse este partido en las gradas, tras una semana en la que el club ha confirmado las renovaciones de Cifuentes y David Gil, en la portería, y la del canterano Manu Vallejo: la pasada temporada jugando en Tercera, y ahora con una cláusula de 30 millones de euros en el caso de que llegue a Primera y lo quiera ‘pescar’ otro equipo.
El titular amarillo, el mismo que hace una semana, aún con la baja de Salvi, y salvo la ausencia de Sergio Sánchez atrás: Cifu bajo palos; Rober Correa, Brian Oliván, Marcos Mauro, Kecojevic, en defensa; Garrido y José Mari en el centro del campo; y arriba, Jairo, Álex Fernández, Vallejo y Lekic.
Pocas ocasiones se vieron en el arranque del choque, con un Cádiz algo más incisivo, hasta que en el 13 avisaba el chiclanero, rematando un centro de Correa. Y un minuto después, Lekic estaba avispado y se adelantaba a la defensa para hacer el 1-0, aprovechando la asistencia ajustada de Jairo por la izquierda.
El panorama se ponía pronto de cara. Los gallegos acumulaban posesión, pero apenas lograban hacer daño a un conjunto local más que serio y a gusto en el verde. Acercándose la media hora, Oliván, de falta, la mandaba por encima del larguero. Y hasta el 42, no se vio una situación de verdadero peligro por parte del Dépor: un tiro de Edu Expósito, que despejaba un gran Alberto Cifuentes.
Superado el descanso, el encuentro se convertía en un monólogo de los de Natxo González, mientras el Cádiz esperaba demasiado replegado, confiando en su seriedad atrás, jugando con fuego ante la calidad del rival, y sin apenas enganchar contragolpes. Edu Expósito y Borja Valle, en el 54 y en el 64, hacían de nuevo emplearse a fondo al capitán. La grada se daba cuenta de que el equipo empezaba a sufrir, animando y alentando a los suyos. Y los de amarillo lo notaron y ganaron en fe, y trataron de salir de la cueva.
En el 75, Romera se incorporaba a la partida para refrescar el ataque en el sitio de un ovacionado Dejan Lekic. En la jugada previa, Fede Cartabia sacaba una peligrosa falta que se marchaba por arriba. Y en la posterior, un centrochut desde fuera del área de Krohn-Dehli lo repelía el albaceteño a saque de esquina.
Y al fin llegó la contra deseada. Aléx corrió, se coló hasta el pico del área grande, miró de reojo quien llegaba por atrás, dejó a Manu, y el canterano fusiló a la perfección, subiendo al marcador el segundo, el tanto de la tranquilidad para el cadismo. Pese a ello, todavía Cifuentes tenía que lucirse con varios paradones más, frustrando a Krohn-Dehli y Carles Gil. Y en el descuento, Carrillo le ponía el lacito a la noche haciendo el tercero, gracias a un generoso Manu Vallejo.
“Ellos han jugado bien a lo suyo, nosotros no tan bien a lo nuestro, pero desde hace tiempo somos competitivos: coraje, garra, raza, pelea, a veces eso en el fútbol también se impone”, declaraba tras el encuentro Cervera.
Se acaba el año en plena forma, un equipo hecho piña, la afición creyendo, y 32 puntos en la jornada 19… a 18 puntitos de ese primer objetivo de los 50 que vista la dinámica, vuelve a parecer un reto pequeño para este Cádiz. DIARIO Bahía de Cádiz