DÍA 26 (2ª SEMIFINAL)
¿Que se han celebrado los premios Grammy, y no han invitado al Andy y al Lucas? ¿Ni a medio? Ya tenemos otro mosqueo más para el saco. ¡Cierra ese saco, niñaaaa!, que ya huele a segunda semifinal del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2024). A este rollo sí está invitao to el mundo, porfavó: tanto el que haya pillao entradas, como el colao que tiene un primo en el Yuntamiento. Tos contentos.
Noche de lunes con ocho agrupaciones por delante, sobresaliendo los golpes en la mesa de las comparsas ‘La alegría de Cádiz’ y ‘Los sacrificaos’, de Manolo Cornejo y de Jona, respectivamente. Además, los coros ‘Los luciérnagas’ y ‘La fiesta de los locos’ mantuvieron su buen nivel. Y la chirigota de Rota se trajo a Kiko Rivera, el famosete de verdad, a encajar con deportividad sobre las tablas que ¡es-to es car-na-vá!
¡¡Última hora!! Ya están a la venta las sillas para la cabalgata magna del primer domingo de Carnavá, a siete leuros en primera fila, casi ná. Y un plus de casi dos pelotes si las compras por internet. Juan, porme cuarto y mitad. Maripili, tira de la palanca y que se asiente despatarrao este cronicón en directo, pero no mucho. Y comportarse en febrero, o te achuchan al Gago: es un aviso del Yuntamiento de Cádi.
“ay qué coraje te da, que no te sale mi acento”
Las 20.03 horas. Va telón. “Dicen que a los gaditanos la luz de Cádiz se nos pega, por eso por donde vamos hasta en lo oscuro brillamos, lo mismo que las luciérnagas”. Ya luce y suena con empaque el coro conspiranoico, ese que er Kichi amordazaba ayer, ejem. ‘Los luciérnagas’, con la misión de plantar el pendón morado allá donde emigre un gaditano. Exigiendo respeto para los flamencos de Andalucía al ombliguismo-centralismo madrileño-facha, o más o menos…, “que los cantes flamencos, ni se enseñan ni se aprenden, salen de adentro… y nació en la tierra mía, en calles y barrios de mi Andalucía, aunque Ayuso ahora proclame, que Madrid es cuna del cante, yo digo que no… no inventes cuentos que calladita está usted mejor… no se vaya a pensar que un cante por bulería es lo que hace la Rosalía”. Aunque la de San Cugat del Vallés de madrileña tiene poco, Juan. Y el otro pasodoble parte de Pedro Romero y llega hasta Manuel Sánchez Alba, para que los homenajes no sean más que posturero…, “ahora que estamos en febrero, ahora es cuando te recuerdan Pedro Romero… aparca ese falserío de nosotros los copleros, que cuando estaba en vida no hicimos nada por él… murió solo y en la pobreza, y ahora los golpes de pecho… cuidad al Noly, mirad por él, no lo dejemos caer, vamos a ayudar al genio antes de que sea muy tarde… que cuando falte, vendréis llorando”. Cuplé con hambre: mezclando la peli de los chilenos caníbales del Bayona con un cuarto oscuro en Chueca, “po ahora voy a comerme una polla humana por accidente”, emmm. “Yo me acuerdo de to los muertos de to la Junta de Andalucía”, apuntala el otro cuplé con recadito al Juarmaloharía y su nuevo hospital. Ahí ahí, el coro de Pardo hijo y Rivas virando a la izquierda, aro aro, pa quejarse del jurado cuando cambie otra vez la Alcaldía. Será. Todos los problemas que tiene el mundo se arreglarían en un segundo, si el mundo fuera más gaditano. “Ay qué coraje te da, que no te sale mi acento, lo siento picha, lo siento, pero esto sale de adentro…”, ronea ese popurrí refulgente, imponente, incandescente…, “sólo me queda decirte, si esto te toca a ti, lleva siempre esta luz si te marchas de aquí, esa es nuestra misión, donde quieras que estés, lleva siempre nuestro pendón y tu forma de ser…”. Juan, tú si que eres un pendón. Morado.
“así soy yo”
(las 20.44 horas). “El que se enfade con el carnavá, es que es carahote”: son las once palabras que ha debido aprenderse el hijo de la Pantoja, el de verdad, para su cameo en la introito de la chirigota de Rota ‘El niño de Isabelita 2’. La aparición estelar, ejem, del Kiko Rivera, pone pitoso a medio teatro. Efectismo y famoseo, Juan, un dos por uno. “Así soy yo”. ¡Que bote Paquirrín, que bote Paquirrín!, vocea el Falla. “Si la envidia nos dejara, el mundo entero brillaba, abran paso a Andalucía”, sentencia el primer pasodoble que sospecha que granadinos, almerienses, cordobeses, onubenses, malagueños, todos los de acá abajo, estamos peleaos entre nosotros, similar a otro escuchado en estas tablas. A la niña pa dormir no le sueltan cuentos ni nanas, le mecen con su pasodoble, herencia del abuelo, parece decir la segunda letra. Un cuplé presunto, y otro quejoso con el nuevo alcalde de Cádi, “ahora que estoy pensando, pa qué me enfado, si soy de Rota”, jeje. Lo he ganao to por la cara, y me lo he gastao por la nariz. No apagues el auto-tune, Juan, que todavía queda el pupurrí barnizado de humor globalizado y de Aquíhaytomate, con meta, aro, en Cádi, “eres lo que nunca imaginaba, la aventura que soñaba, cuando escribo mis canciones…”. Y ahí vuelve a aparecer en escena haciendo tipo tipo, el personaje real con el que se ríe/del que se ríe la chirigota. Operación bienqueda superada, Juan.
“hay que decir cosas”
(las 21.26 horas) “Es más antiguo que llevar las gafas de sol en la frente”. Nuevo capítulo en la rebujina del camping del cuarteto de los niños, ‘En mi caseta cabe todo el mundo’. No hay nada novedoso en esa parodia, el psicópata ha rematao y troceado al cargante, o no, al hermano gemelo argentino del cargante, trama que queda ahí suelta, rescatando el Carmen, Carmen la nerviosa, y que se retoma al final con barbacoa, “esta noche, asado argentino”. Aparece la santera, embarazá pero no del cubano…, “pa que tú lo entienda, el pena ahora es el papito”, “mira, como Bruno, mu-fasha”. Y se descubre que el cubano es un gaditano de la calle Pasquín. ¿Eso es todo, Juan? Eso. Ahh. Cuplés exiguos, con el pechito cogío. Si quieres comprarte un piso de Puntales a la Caleta, te vamos a dar un consejo, búscate una caseta. Ironizando en el tema libre metacarnavalero con “la moda” de que en el Falla ahora hay que decir cosas, y ahí sueltan “cosas” al azar…, “yo voy a decir la última, armario”. Ensayando un pasodoble dedicado a la santera, u otra gallina turuleta con quejío, coincidiendo con el Selu. Y momento baby shower: pinchan el globo, “y al niño de la santera, lo vamos a cuidar entre tó”, por tanguillos. Y “que si a la final pasamos, por fin se casan los dos”. “Sobran los estilos, faltan los cuartetos, y falta el Morera, eso es lo que hay”, Diciendo cosas, ¿no? No sé. A Juan le dice poco.
“me estoy viendo otra vez cara al sol”
(las 22.04 horas) Plegarias por carnavales. Se abre la temporada de pesca profana del Nene Cheza y el Zampi. ‘La resbalaera, una comparsa de toda la vida’ saluda con un sólo mandamiento bajo el brazo, “Cádiz, levántate y anda… agarrao a mi rosario, mi guitarra y mi comparsa”. Un primer pasodoble responsabiliza a aquellos flojos “que se tomaron el dique como un cortijo” de la situación decadente de los astilleros…, “basta de seguir callados y mirar a otro lado, fueron unos cuantos sin conciencia, los que hundieron nuestra industria, nuestro curro, nuestro mar”. La Femca, encargando ya una placa para el Nene… Los precios por los suelos de los astilleros asiáticos no tiene ná que ver, ehh. Y otro piropillo al canto para defenderse de supuestos ataques…, “no sé quién puede negarme que Cádiz es el paraíso… y ahora que venga un tonto, que en esta guerra nunca voy a destacar cantando piropitos a mi tierra, qué le hago picha mía, si yo soy gaditano… muero del orgullo, cuando dice un forastero, que aprendió a querer a Cádiz, escuchando carnaval”. ¡Aguatapá! Franco y Primo Rivera haciendo un 69 de ultratumba, imagen que te recrea uno de los cupleses dedicado a tanto falangista. El otro pasa de orgía a barbacoa familiar, o argo. Estos son, Cádiz bonito, los milagros infinitos que hacen que yo crea en ti. “Y sueño que en nuestra Tacita, las penas se vuelven abundancia… el Cádiz de mi adolescencia, el Cádiz divino y humano, el Cádiz que guarda su esencia, el Cádiz de los gaditanos”, remacha ese pupurrí… de toda la vida. No pises, Juan, que te resbalas.
“como si el mundo hoy se nos fuera a terminar”
(las 22.44 horas). Juan, joróbate, que entra el bufón invertido celebrando la bendita locura del que no tiene cura…, “declaro el día del todo al revés, queda inaugurado, que ustedes lo pasen bien…”. Con alegría alegría se corona por un rato ‘La fiesta de los locos’, el coro de los estudiantes. “Yo con vuestra edad ya tenía la vida más o menos arreglá”, apunta el inicio manido del primer pasodoble amargao, mayores aleccionando a los jóvenes sin un duro y desnortados…, “yo debo ser tan torpe, que a mí nunca me han salido, no sé dónde puedo equivocarme, haga las cuentas conmigo… dos crisis, cero planes de futuro, y ahora usted me dice si esas son mis cuentas, qué quiere que sacrifique”. Y una segunda letra de consumo interno, exponiendo a capillitas y sus batallitas al cargar los pasos…, “así se habla en Cádiz, y el que no lo entiende que se lo aprenda, que es lo que hay, es lo que hay”. Un chiste con los anuncios “pa deformes” del OndaCádi durante las retransmisiones; y aludiendo a “la china” de patiobutaca, pero no es la única, “yo he visto a más de una china que se han fumao en el cuartobaño”. Si no es verdad que estoy loco, completamente loco, me falta poco, me falta poco. ¡Que bote la china, que bote la china!, y bota, con el popurrí ya en marcha…, una pieza del repertorio que va agrandándose con cada pase, con un fin de fiesta por todo lo alto, precisamente cuando acaba la fiesta: “careta fuera, vive la vida a cara descubierta, abre los ojos quítate la venda y no mires atrás, se hace libre la verdad, saca fuera tu locura, no permitas que la vuelvan a encerrar, sé feliz viviendo a tu manera y que piensen lo que quieran los demás, ríete hasta de tu sombra, hasta que se rompa el alma a carcajás, como si todo lo demás diera igual, como si el mundo hoy se nos fuera a terminar… y cuando acabe que nos salve el humor, a fin de cuentas, ya sabemos que el bufón, de sus cenizas puede resucitar, renaceré por febrero en carnaval”. Con momento melé acompañando la bulliciosa caída del telón. ¡Penalti, Juan!
“te entrego una sonrisa y me traigo un problema”
(las 23.25 horas). En el juego de la vida, levantarse si te caes, es la única opción. Moralina y optimismo por un tubo en un mundo cada vez más oscuro gris casi negro, en el momento ‘La alegría de Cádiz’, de Manolo Cornejo…, “y aunque roto por dentro, ya lo ven, me visto de alegría, pa demostrarle al mundo, mire usted, lo bonita que es la vida… no existe mejor consuelo que colorear con una risa tu peor momento, y de eso sabe mi tierra, que es noble y guerrera, valiente y experta, en el divino arte de sobrevivir…”. Sonríe, Juan, dientes dientes. El primer pasodoble te engaña, para buscar el doble de emoshión: un renacimiento a partir de una donación de órganos: “respira hondo, vamos pa dentro, no tengas miedo agárrate fuerte a mi mano… por fin la vida va a nacer dentro de ti… vida, si hay dentro de ti vida… si ganaste la partida fue gracias a ese milagro de tu donante, gracias a quien se marcha regalando algo tan grande, gracias a quien te dio a luz después de parirte tu madre… paradojas del destino, gracias a un desconocido tendrás una vida por delante”. Fuuua, y vaya otro pasodoblón que se sacan los chavales: “muero de celos viendo el respeto que otras ciudades le profesan a su fiesta… y me pregunto por qué en mi tierra se molestan que se explote nuestro arte… ya sé que Cádiz no es sólo coplas, pero es lo que a la gente enamora… salva, esta fiesta nos salva, y siendo la más pagaba, ayuda a más gente que muchas religiones… seamos conscientes de nuestro tesoro, de su valía, carnaval pa todo el año, to los siglos y to los días… y ese que ladra y protesta, es que no se ha dado cuenta que a Cádiz le da la vida”. Juan, ¡reacciona! Bola de pelo, bola de pelo. Dos cuplés simpáticos y fresquitos; apartan al propio autor a una esquina “cortando queso”, jeje; y haciendo referencia al carahote que ayer quiso pegarle al Gago tras la actuación. No sé qué es lo que tienes sentrañas mía, pero me aleeeegras la vida. El popu es para ponerse de pie. Estos alegrías empáticos van poniendo la oreja, el hombro y repartiendo su corazón, vaciándose, y a la vez, llenándose con Cádi y su gente, “pa repartirlo de nuevo mañana”: “no pienses que por ser de Cádiz, tomo a cachondeo lo que es relevante, aunque una cosa tengo clara, ¿eh?, importancia a lo importante, no pienses por mi carácter que sufro menos que tú, simplemente es que depende de tu actitud… Aparta de tu mente ese runrún de cada noche, ¿tiene solución?, sí, oues ya está, oe, ¿tiene solución?, no, pues entonces… Te entrego una sonrisa y me traigo un problema, y mi cabeza combate siempre con la misma lucha, quién alegra al que te alegra y quién escucha al que escucha… Y aunque a mi gente di todo lo que tenía, Cádiz siempre tiene un hueco pa devolverme la vida…”. Qué joyitas atesoran esas cuartetas exprimibles, qué bien suena el conjunto y qué buen rollo desprenden ahí arriba. ¡Ahí va la alegría de Cádi!, Juan. Pon un Cornejo en tu vida.
“po yo me limo las uñas”
(las 00.05 horas). “No vea tú qué paranoia… en verdad yo dije polla”. Condenados por cantar cuplé de pelo se vuelve a presentar la chirigota chiclanera presa, ‘La callejera invisible’, “ya no digo palabrotas, ya no digo borderíos, por decir cosas en el Falla, en la cárcel me han metío… alza tu pañuelo, si quieres que a mí me indulten, este carnaval…”. Juan, tu pañuelo con mocos, noooo. Pum pum. “Que dios me diga, si es justo que esté viviendo esa pesadilla, un condenao que a nadie hizo daño… y tiene siete años”, remata el primer drama-pasodoble con girito, y brotando el acoso escolar a chorros. Pum pum. “Cuando suena la campana, resuena en todo el pasillo, perfumando a cada cama del aroma más positivo, inyectando en los goteros el sueño de la esperanza…”, apunta la otra letra en honor a los “guerreros” que afrontan un cáncer y cantan “victoria”. Celebrados cupleses, de tres en tres, con una goma Milán suficiente para el molde de tu picha y los güevos, tiritos y luego a jugar a las escopetas, gangosos en modo Arévalo, y con la lima poniendo pitoso al Molina, y al teatro. Juan, a mí no me mires. Yo ya le he dicho al juez, que no digo palabrotas, que voy por el buen camino, y que me atrinque el pepino. Pupurrí estreñío, con todos sus fetiches carcelarios…, “no te quedes encerrao, vente conmigo, rompe tus cadenas, que estamos en la ciudad donde si estás en un boquete, te dibuja un colorete y las penas se te van”. Juan, sujeta bien el jabón…
“y que arda otra vez nuestra Bahía”
(las 00.46 horas). Y quemando el último neumático de la función, el Jona mueve sus piezas para entregárselas a la clase obrera…, “el mundo es como un ajedrez, en el que las reglas del juego, te son impuestas al nacer, la mayoría es un peón, que adoctrinado por el miedo, se utilizó y sacrificó para que alguien superior no perdiera privilegios… si he de ser sacrificao, que sea por cantar lo que he cantao, lo que nunca me he callao”. ‘Los sacrificaos’ sacan su tirachinas, cuidao. La cara b del pasodoble lanzado hace un rato por el Nene Cheza, de nuevo centrado en el metal, pero en este caso en el abuso y explotación de las contratas de Navantia y en la precariedad y siniestralidad laboral que sufren las plantillas, “y gente por temor a los despidos, silenciá… qué pensarán de nosotros los viejos… hay que romper el silencio, salgamos de nuevo a luchar con tornillos y tuercas, y que arda otra vez nuestra Bahía, al grito de astilleros no se cierra”. La Femca ya está preparando una denuncia contra la comparsa por convocar una huelga ilegal… Y mientras por un lado se pide que se cumpla con la legalidad y los convenios, por otro se pide cierta bula para quien no hace de esta fiesta su profesión…, “el carnaval nunca nos dio pa salir de la miseria, nunca nos dio pa dejar de trabajar, y aunque sirva de ayuda pa tapar algunas deudas no da para pagar un alquiler ni la hipoteca… por eso no entiendo que desde Hacienda se esté persiguiendo con tango ahínco a nuestro carnaval… si lo que buscas son defraudadores, empiece por los empresarios que explotan a nuestros peones”, los especuladores, reyes, políticos, famosos…, “en cuantito usted me traiga esos millones, le doy los cuatro duros que he ganao”. Uno de los cupleses insiste con Hacienda, que, como esas tiendas en las que tú te sirves, tú te cobras, llegará el día en el que “te dé la polla y tú te la metas sola por el culo”. Pero si atacan a Cádiz no hay figura que me empate, me vuelvo loco de remate… no sé qué tienes chiquilla, que siempre me sacas de mis casillas”. La denuncia, la crítica, el compromiso ahogan un enorme popurrí combatiente frente a “un sistema urdido para ellos” en el que “sólo somos piezas de un tablero que se sacrifican y reponen”. “Aflójame ya el cinturón que no soporto este dolor, y está acabando con mi vida, aflójalo por dios, yo te lo ruego, porque como un día explote, aquí termina el juego… Dicen que todo sacrificio trae recompensa, y por eso para este peón no hay mayor final que entregarle nuestra comparsa a una clase obrera, que entre izquierda y derecha ya ni sabe a dónde va… nunca olvides que, aunque esta ficha sea pequeñita, puede convertirse en quien quiera con voluntad, que por ser los más numerosos, podemos poner en jaque hasta a nuestra majestad… Benditos sean los obreros y obreras de nuestro Cádiz… que Cádiz no tiene reyes porque rojo es su pendón, aunque sí tiene una reina y esa es la madre que me parió”. ¿Otra partida, Juan?
La 1.11 horas. Baja el telón. Baja de lo arto de la tapia que te vas a matar, Juan, y el seguro del Falla, seguro, no cubre zambullidas sin manguitos. Me estoy reliando. Inteligencia Artificial, sácame de contexto, lanza el anzuelo con tu frase célebre y péscanos, congélanos y véndenos al por mayor en Procosur…, ¡no estás tú desactualizado, chavá!: “La vida se mide por el impacto que tenemos en los demás”, dicen que dijo el beisbolista Jackie Robinson. Dany Rodway
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