El mayor barco oceanográfico de la flota española, el Odón de Buen, dotado de la tecnología de investigación y exploración “más avanzada”, ya está Cádiz, donde tendrá su puerto base y donde ha llegado tras una travesía desde Vigo. El proyecto ha supuesto una inversión de 85 millones de euros, un 80% del total fondos europeos.
Este mismo lunes ha sido entregado formalmente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), organismo dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, cuya construcción encargó en su momento a Astilleros Armón, gigante de la construcción naval privada en el Estado español. El primer corte de chapa se efectuaba en mayo de 2022.
El Odón de Buen, nombrado en honor al pionero patrio de la oceanografía y fundador del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), entidad impulsora del proyecto, representa una “inversión estratégica” en la investigación marina. Con una eslora de 84,3 metros y equipado con la última tecnología, el flamante buque es capaz de operar en cualquier océano del mundo y desplegar su equipamiento a profundidades superiores a los 6.000 metros.
La entrega del buque marca el inicio de una nueva fase en la que se llevarán a cabo una serie de pruebas y ajustes para garantizar su pleno funcionamiento y poder así alcanzar progresivamente la total operatividad de sus capacidades, así como permitir la familiarización de la tripulación con sus equipamientos de última generación.
De este modo, durante los próximos meses, el personal técnico a bordo del Odón de Buen se dedicará a poner a punto los diversos sistemas y equipos, desde los laboratorios científicos hasta los vehículos submarinos autónomos. Además, la tripulación recibirá una formación intensiva para operar de manera segura y eficiente en las diversas tipologías de misiones científicas que se podrán llevar a cabo en el buque.
“LA MAYOR PARTE DE SUS SISTEMAS Y EQUIPOS SON NACIONALES”
En la información recogida por DIARIO Bahía de Cádiz, la presidenta del CSIC, Eloísa del Pino, subraya que este buque multipropósito “está diseñado para llevar a cabo una amplia gama de investigaciones científicas, desde el estudio de la biodiversidad marina hasta el monitoreo del cambio climático”.
A su vez, el director de la Unidad de Tecnología Marina (UTM) del CSIC, Jordi Sorribas, apostilla que “destaca entre los buques de investigación de su segmento por su completo equipamiento y por ser uno de los más silenciosos de los construidos hasta el momento”.
“La mayor parte de sus sistemas y equipos son de fabricación o distribución nacional, lo que sin duda es reflejo de la capacidad de nuestro tejido industrial”, añade. Aunque siendo una iniciativa del Gobierno de España, no se entiende cómo no se encargó su construcción a los astilleros públicos de Navantia.